martes, 11 de diciembre de 2018

LOS VICEPRESIDENTES DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI


En todos los países en los que se supone hay democracia, el pueblo concurre a las urnas a elegir presidente de la República. Pero, como “democracia” en estos tiempos es un término que da para muchas interpretaciones, lo mismo da que el pueblo vote libremente por uno entre varios candidatos y se respete su elección; que vote libremente, pero haya fraude gubernamental; o, que haya candidato único y “democráticamente” el pueblo vote sabiendo el nombre del ungido por el partido único nacional y su líder...

El Ecuador no es la excepción y ha experimentado esas situaciones. La historia relata cómo se decía que “si faltan votos pidan para enviarles”, que “lo que se ha ganado con las armas no se va a perder con votos” o que, a la media hora de contar los votos, no haya energía eléctrica, las máquinas cuenten al revés y el candidato de gobierno se lleve “el pozo”.

El fraude técnico en el Ecuador del siglo XXI fue mucho más allá de lo imaginable. Correa, desde que empezó a llegar dinero al Estado por montones y él lo creyó suyo, para mantener su electorado regaló plata del fisco (bonos) a más de un millón de personas, engordó pipones (empleados estatales innecesarios y bien pagados por cientos de miles) y el presidente y los ministros no dejaron de estar en campaña, utilizando funcionarios, maquinaria y tiempo estatales. A los empleados del gobierno no les daba nombramientos, sino contratos temporales, para mantenerlos alineados y obedientes. El Consejo Nacional Electoral (CNE), con todos sus miembros afiliados al partido correísta, se hacía de la vista gorda a todo lo que pasaba y repetía acciones ya practicadas con éxito en Venezuela. 

Es evidente que, en todos los países en donde hay un presidente de la República en funciones, debe haber un vicepresidente, para que lo reemplace en la eventualidad de que muera, renuncie o, por alguna otra razón constitucional, tenga que dejar el poder.

La Constitución 2008 dice, en su artículo 143 que: Las candidaturas a la Presidencia y a la Vicepresidencia de la República constarán en la misma papeleta. La Presidenta o Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente serán elegidos por mayoría absoluta de votos válidos emitidos. Si en la primera votación ningún binomio hubiera logrado mayoría absoluta, se realizará una segunda vuelta electoral dentro de los siguientes cuarenta y cinco días, y en ella participarán los dos binomios más votados en la primera vuelta. No será necesaria la segunda votación si el binomio que consiguió el primer lugar obtiene al menos el cuarenta por ciento de los votos válidos y una diferencia mayor de diez puntos porcentuales sobre la votación lograda por el binomio ubicado en el segundo lugar.

Así mismo, el artículo 149 determina que, quien ejerza la Vicepresidencia de la República cumplirá los mismos requisitos, estará sujeto a las mismas inhabilidades y prohibiciones establecidas para la Presidenta o Presidente de la República, y desempeñará sus funciones por igual período. La Vicepresidenta o Vicepresidente de la República, cuando no reemplace a la Presidenta o Presidente de la República, ejercerá las funciones que ésta o este le asigne.

No trataré sobre los presidentes de los años 2007 - 2018. A las acciones de los dos me he referido en ocasiones anteriores, con la tristeza de saber que sus gobiernos, incluso si el actual hace bien las cosas entre 2019 y 2021, dejarán a nuestros hijos, nietos y demás descendientes, una herencia muy triste de falta de moral, lo fundamental; gran corrupción y mal gobierno. Destacaré solamente que el país mira atónito cómo el Socialismo del Siglo XXI hizo de las suyas con los recursos del Estado y con los obtenidos por deuda, que suman cientos de miles de millones de dólares; y que, la corrupción brilló en su máximo esplendor en las más altas esferas del gobierno anterior, que decía en 2007 que encargaría las más importantes funciones a gente de “mentes lúcidas, manos limpias y corazones ardientes”.

La verdad es que Correa y sus seguidores cercanos tuvieron mentes lúcidas para armar toda la trama de los perjuicios irrogados al país y al parecer, en su gran mayoría, salir indemnes y con el halo de “perseguidos políticos”; tuvieron manos listas a empuñar el dinero de nosotros los ciudadanos y enviarlo a donde nadie pueda recuperarlo; y, sus corazones no fueron ardientes, sino fríos y calculadores, para organizar, aparentemente desde antes de posesionarse, la forma en que se perpetuarían en el poder, siguiendo los pasos de sus mentores Castro y Chávez; se apropiarían del dinero del pueblo en cantidades inimaginables, para beneficio personal y familiar; y, cubrirían su retirada, si era necesaria, con leyes ad hoc, organizaciones claves y gentes incondicionales.

El Ecuador ha tenido tres vicepresidentes durante la vigencia del Socialismo del Siglo XII: Lenin Moreno (2007 – 2013) Jorge Glas (2013 – 2017) y Alejandra Vicuña (2018), aún cuando en este último año el gobierno parece querer desmarcarse del que fue su ideario anterior.

Lenin Moreno nació el 19 de marzo de 1953 en Nuevo Rocafuerte, Orellana, Amazonía ecuatoriana. Hijo de Servio Tulio Moreno, y Lilian Garcés, ambos maestros de escuela. Su padre fue cuatro veces legislador. El nombre "Lenin" lo eligió su progenitor en honor de Vladímir Ilich Uliánov, Lenin. No terminó las carreras de Medicina y Psicología. Fue expulsado de la universidad por participar en una huelga de estudiantes. Licenciado en Administración Pública por la Universidad Central del Ecuador, se desempeñó como profesor secundario y posteriormente creó una empresa para la promoción del turismo en Ecuador. Participó en la creación de la Cámara de Turismo de Ecuador, llegando a ser Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo. [1]_/

Hombre de confianza de Rafael Correa desde la fundación del Movimiento Alianza PAÍS, en 2006, en el año 2007 fue elegido vicepresidente de la República, resultando reelegido para el período 2009-2013. Su exitosa labor en la vicepresidencia de la República en pro de los discapacitados (él sufrió hace años un ataque a bala que lo obligó a usar silla de ruedas), lo catapultó a la fama internacional, lo que le hizo merecedor de condecoraciones de varios países y de un encargo de la ONU en pro de ese grupo de personas en el mundo, que ejerció entre 2013 y 2017.

Debido a que Correa no quiso participar en las elecciones del año 2017, argumentando que tenía abandonada a su familia, pero en realidad porque podía perder las elecciones, fue propuesto para candidato presidencial por Alianza País y, luego de la segunda vuelta electoral, el CNE lo declaró ganador y presidente de la República.

Poco después de posesionado como presidente, se distanció de Correa, porque éste le aseguró públicamente que le dejaba la mesa servida y le entregó una guía del gobierno para sus primeros 100 días de actividad; y, lo que constató fue que no había tal mesa servida, que el Estado debía muchos miles de millones de dólares y que la corrupción de varios de los más altos personeros del gobierno era innegable e inocultable.

Moreno argumenta que todos los pecados del gobierno anterior fueron posteriores a su salida de la Vicepresidencia y que después él no sabía lo que pasaba. Sin embargo, era un entusiasta impulsor del Socialismo del Siglo XXI hasta el 2017, cuando ya era presidente; conocía desde el principio el temperamento de Correa,  el reemplazo violento de los congresistas elegidos por el pueblo con los llamados “de los manteles”, lo que se urdió para la desaparición del Congreso y la aprobación de la Constitución estatista basada en el ideario del Socialismo del Siglo XXI, muchas de las acciones contrarias a la libertad de expresión, los ataques a quienes de una u otra manera hacían oposición, el hecho de que el presidente no dejó de ser candidato ni un solo día y la forma en que se generó,  por la vía de los bonos a más de un millón de personas y los cargos públicos para cientos de miles de personas, toda una red de incondicionales que debían apoyar al gobierno obligatoriamente. Es más, su campaña presidencial fue apoyada por el gobierno de Correa, que no respetó las normas electorales.    

Jorge Glas nació el 13 de septiembre de 1969 en Guayaquil, en una familia de clase media. Sus padres son Norma Espinel Aráuz y Jorge Glas Viejó. Es el mayor de tres hermanos. Tuvo que trabajar desde su adolescencia para ayudar económicamente a su madre divorciada y mantener su hogar. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Cristóbal Colón. Se unió a los Boy Scouts de Guayaquil, donde conoció a Rafael Correa, quien era dirigente de grupo. En la Escuela Superior Politécnica del Litoral, se graduó de Ingeniero en Electricidad y Electrónica en 2008. Trabajó en el canal de televisión TV Satelital, donde llegó a ser gerente y presentador de un programa de análisis económico y de opinión desde el año 2004 hasta su ingreso al gobierno en el 2007. En 1995, se enlistó como reservista militar para instalar redes de comunicación en la Amazonía ecuatoriana durante la Guerra del Cenepa. En el año 2000 se casó con Cinthia Díaz Aveiga, con quien tiene dos hijos. Entró al gobierno de Rafael Correa en diciembre del 2006, como gerente del Fondo de Solidaridad. En abril del 2010 asumió el Ministerio Coordinador de los Sectores Estratégicos hasta el 2013 en donde participó como candidato a la Vicepresidencia del Ecuador por el Movimiento Alianza PAIS en las elecciones presidenciales del 17 de febrero del mismo año, resultando ganador junto a Rafael Correa. [2]_/

Fue propuesto en 2017 para la reelección en la papeleta electoral de Lenin Moreno y el CNE le declaró vicepresidente. Se posesionó, pero a los pocos meses fue acusado de asociación ilícita y sancionado con 6 años de cárcel, que se halla cumpliendo. La razón de la sentencia fue que, junto con un tío suyo, que también está preso, y con otras personas, había tenido asociación ilícita para perjudicar al Estado en varios millones de dólares.

María Alejandra Vicuña Muñoz nació en Guayaquil en febrero de 1978. Tiene título de Psicóloga clínica y, al parecer, ha egresado de una Maestría en Administración de Empresas por la Universidad de Guayaquil. Se ha autodefinido como feminista y revolucionaria. Fue asambleísta desde el año 2009 hasta el 2016. También fue parte de la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología y Comunicación para el Parlamento Latinoamericano e integró el Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres. Coordinó el Grupo Parlamentario por la Garantía de Derechos de Niñez y Adolescencia y fue delegada de Ecuador en la Unión Interparlamentaria, (UIP). Fue coordinadora regional de Talento Humano del Servicio de Rentas Internas (SRI) y gerente de Marketing del Ministerio de Turismo (MINTUR) en la Región Costa. Posteriormente fue designada por el presidente Lenin Moreno ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda. En octubre de 2017 le fue encargada la vicepresidencia de la República y en enero de 2018 la Asamblea la eligió vicepresidenta. [3]_/

En octubre de 2018, un exasesor de la señora Vicuña la acusó de obligarle a que le entregue una parte de su sueldo cada mes, cuando ella era asambleísta.  Ella no lo negó, su padre dijo que eran varios los que lo habían hecho, pero los dos explicaron que eso no era delito, porque las entregas eran voluntarias y que su destino era el fondo financiero del movimiento político Asociación Bolivariana Alfarista (ABA). Lo cierto es que el dinero se depositaba en la cuenta particular de la vicepresidenta y el movimiento ABA no está reconocido legalmente. Resta saber cuál fue el destino de los dineros recibidos y si se ocuparon en gastos personales de la receptora, lo que le llevaría a un problema legal muy comprometedor.

Según los datos de prensa, Moreno y Glas reciben asignaciones mensuales como exvicepresidentes. La primera no debería ser cuestionada, porque es un derecho legal logrado por el tiempo que fue vicepresidente. La segunda sí debe ser protestada. NO puede ser que una persona que ha recibido una sentencia condenatoria por la justicia nacional por haberse apropiado de millones de dólares del Estado, reciba de éste un reconocimiento por tal hecho. Soy del criterio de que un delincuente que atraca a alguien afecta a una persona y eventualmente a una familia, pero quien se apropia de los fondos públicos se va en contra de los intereses de toda la población, peor todavía si llegó al cargo por elecciones. Además, es evidente que no lo hace para cubrir sus necesidades básicas, sino por avaricia.

Pido, por favor, que la Asamblea Nacional apruebe una ley para solo entregar la asignación mensual a quienes terminan sus periodos electorales y, en el caso de quienes han perjudicado al país, no se les entregue aun cuando hayan terminado la función en el tiempo previsto. 

La aspiración personal y creo que de toda la ciudadanía es que el próximo vicepresidente, el señor al que lo respaldan los políticos más influyentes del país en el actual momento y que tiene la votación favorable asegurada en la Asamblea, sea sobre todo un hombre honrado, capaz y trabajador. Al parecer no tiene experiencia en la administración pública, pero ojalá cumpla sus funciones a satisfacción. No hay que olvidar que su función principal es reemplazar al presidente en cualquier caso de ausencia definitiva y que debe aportar para que el país salga de la crisis. Otto Sonnenholzner es un reconocido periodista y radiodifusor de Guayaquil. Fue presidente de la Asociación de Radiodifusión del Ecuador (AER) en Guayas. El candidato tiene apenas 35 años y tiene título de economista con estudios en Alemania. Fue catedrático de Economía en la Facultad de Ciencias Empresariales. Habla inglés, francés y alemán. Actualmente es directivo de radio Tropicana. Tiene familiares vinculados a la radiodifusión, como Ramón Sonnenholzner, su padre. Está casado y tiene tres hijos. [4]_/ Que Dios le guíe y haga bien al país.

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