En todos los países en los que
se supone hay democracia, el pueblo concurre a las urnas a elegir presidente de
la República. Pero, como “democracia” en estos tiempos es un término que da
para muchas interpretaciones, lo mismo da que el pueblo vote libremente por uno
entre varios candidatos y se respete su elección; que vote libremente, pero
haya fraude gubernamental; o, que haya candidato único y “democráticamente” el
pueblo vote sabiendo el nombre del ungido por el partido único nacional y su
líder...
El Ecuador no es la excepción
y ha experimentado esas situaciones. La historia relata cómo se decía que “si
faltan votos pidan para enviarles”, que “lo que se ha ganado con las armas no
se va a perder con votos” o que, a la media hora de contar los votos, no haya
energía eléctrica, las máquinas cuenten al revés y el candidato de gobierno se
lleve “el pozo”.
El fraude técnico en el
Ecuador del siglo XXI fue mucho más allá de lo imaginable. Correa, desde que
empezó a llegar dinero al Estado por montones y él lo creyó suyo, para mantener
su electorado regaló plata del fisco (bonos) a más de un millón de personas,
engordó pipones (empleados estatales innecesarios y bien pagados por cientos de
miles) y el presidente y los ministros no dejaron de estar en campaña,
utilizando funcionarios, maquinaria y tiempo estatales. A los empleados del
gobierno no les daba nombramientos, sino contratos temporales, para mantenerlos
alineados y obedientes. El Consejo Nacional Electoral (CNE), con todos sus
miembros afiliados al partido correísta, se hacía de la vista gorda a todo lo
que pasaba y repetía acciones ya practicadas con éxito en Venezuela.
Es evidente que, en todos los
países en donde hay un presidente de la República en funciones, debe haber un
vicepresidente, para que lo reemplace en la eventualidad de que muera, renuncie
o, por alguna otra razón constitucional, tenga que dejar el poder.
La Constitución 2008 dice, en
su artículo 143 que: Las candidaturas a la Presidencia y a la
Vicepresidencia de la República constarán en la misma papeleta. La Presidenta o
Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente serán elegidos por mayoría
absoluta de votos válidos emitidos. Si en la primera votación ningún binomio
hubiera logrado mayoría absoluta, se realizará una segunda vuelta electoral dentro
de los siguientes cuarenta y cinco días, y en ella participarán los dos
binomios más votados en la primera vuelta. No será necesaria la segunda
votación si el binomio que consiguió el primer lugar obtiene al menos el
cuarenta por ciento de los votos válidos y una diferencia mayor de diez puntos
porcentuales sobre la votación lograda por el binomio ubicado en el segundo
lugar.
Así mismo, el artículo 149
determina que, quien ejerza la Vicepresidencia de la República
cumplirá los mismos requisitos, estará sujeto a las mismas inhabilidades y
prohibiciones establecidas para la Presidenta o Presidente de la República, y
desempeñará sus funciones por igual período. La Vicepresidenta o Vicepresidente
de la República, cuando no reemplace a la Presidenta o Presidente de la
República, ejercerá las funciones que ésta o este le asigne.
No trataré sobre los presidentes de los años 2007 -
2018. A las acciones de los dos me he referido en ocasiones anteriores, con la
tristeza de saber que sus gobiernos, incluso si el actual hace bien las cosas
entre 2019 y 2021, dejarán a nuestros hijos, nietos y demás descendientes, una
herencia muy triste de falta de moral, lo fundamental; gran corrupción y mal
gobierno. Destacaré solamente que el país mira atónito cómo el
Socialismo del Siglo XXI hizo de las suyas con los recursos del Estado y con los
obtenidos por deuda, que suman cientos de miles de millones de dólares; y que, la
corrupción brilló en su máximo esplendor en las más altas esferas del gobierno
anterior, que decía en 2007 que encargaría las más importantes funciones a
gente de “mentes lúcidas, manos limpias y corazones ardientes”.
La verdad es que Correa y sus
seguidores cercanos tuvieron mentes lúcidas para armar toda la trama de los
perjuicios irrogados al país y al parecer, en su gran mayoría, salir indemnes y
con el halo de “perseguidos políticos”; tuvieron manos listas a empuñar el
dinero de nosotros los ciudadanos y enviarlo a donde nadie pueda recuperarlo; y,
sus corazones no fueron ardientes, sino fríos y calculadores, para organizar,
aparentemente desde antes de posesionarse, la forma en que se perpetuarían en
el poder, siguiendo los pasos de sus mentores Castro y Chávez; se apropiarían
del dinero del pueblo en cantidades inimaginables, para beneficio personal y
familiar; y, cubrirían su retirada, si era necesaria, con leyes ad hoc,
organizaciones claves y gentes incondicionales.
El Ecuador ha tenido tres vicepresidentes durante la
vigencia del Socialismo del Siglo XII: Lenin Moreno (2007 – 2013) Jorge Glas
(2013 – 2017) y Alejandra Vicuña (2018), aún cuando en este último año el
gobierno parece querer desmarcarse del que fue su ideario anterior.
Lenin Moreno nació
el 19 de marzo de 1953 en Nuevo Rocafuerte,
Orellana, Amazonía ecuatoriana. Hijo de Servio Tulio Moreno, y Lilian Garcés,
ambos maestros de escuela. Su padre fue cuatro veces legislador. El nombre
"Lenin" lo eligió su progenitor en honor de Vladímir Ilich Uliánov,
Lenin. No terminó las carreras de Medicina y Psicología. Fue expulsado de la
universidad por participar en una huelga de estudiantes. Licenciado en
Administración Pública por la Universidad Central del Ecuador, se desempeñó
como profesor secundario y posteriormente creó una empresa para la promoción del
turismo en Ecuador. Participó en la creación de la Cámara de Turismo de
Ecuador, llegando a ser Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Cámaras
de Turismo. [1]_/
Hombre de confianza de Rafael
Correa desde la fundación del Movimiento Alianza PAÍS,
en 2006, en el año 2007 fue elegido vicepresidente de la República, resultando
reelegido para el período 2009-2013. Su exitosa labor en la vicepresidencia de la República
en pro de los discapacitados (él sufrió hace años un ataque a bala que lo
obligó a usar silla de ruedas), lo catapultó a la fama internacional, lo que le
hizo merecedor de condecoraciones de varios países y de un encargo de la ONU en
pro de ese grupo de personas en el mundo, que ejerció entre 2013 y 2017.
Debido a que Correa no quiso participar en las
elecciones del año 2017, argumentando que tenía abandonada a su familia, pero
en realidad porque podía perder las elecciones, fue propuesto para candidato
presidencial por Alianza País y, luego de la segunda vuelta electoral, el CNE
lo declaró ganador y presidente de la República.
Poco después de posesionado como presidente, se distanció
de Correa, porque éste le aseguró públicamente que le dejaba la mesa servida y
le entregó una guía del gobierno para sus primeros 100 días de actividad; y, lo
que constató fue que no había tal mesa servida, que el Estado debía muchos
miles de millones de dólares y que la corrupción de varios de los más altos
personeros del gobierno era innegable e inocultable.
Moreno argumenta que todos los pecados del gobierno
anterior fueron posteriores a su salida de la Vicepresidencia y que después él
no sabía lo que pasaba. Sin embargo, era un entusiasta impulsor del
Socialismo del Siglo XXI hasta el 2017, cuando ya era presidente; conocía desde
el principio el temperamento de Correa, el
reemplazo violento de los congresistas elegidos por el pueblo con los llamados
“de los manteles”, lo que se urdió para la desaparición del Congreso y la aprobación
de la Constitución estatista basada en el ideario del Socialismo del Siglo XXI,
muchas de las acciones contrarias a la libertad de expresión, los ataques a
quienes de una u otra manera hacían oposición, el hecho de que el presidente no
dejó de ser candidato ni un solo día y la forma en que se generó, por la vía de los bonos a más de un millón de
personas y los cargos públicos para cientos de miles de personas, toda una red
de incondicionales que debían apoyar al gobierno obligatoriamente. Es más, su
campaña presidencial fue apoyada por el gobierno de Correa, que no respetó las
normas electorales.
Jorge Glas nació el 13 de
septiembre de 1969
en Guayaquil,
en una familia de clase media. Sus padres son Norma Espinel Aráuz y Jorge Glas
Viejó. Es el mayor de tres hermanos. Tuvo que trabajar desde su adolescencia
para ayudar económicamente a su madre divorciada y mantener su hogar. Realizó
sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Cristóbal Colón. Se unió a los
Boy Scouts de Guayaquil, donde conoció a Rafael Correa, quien era dirigente de
grupo. En la Escuela Superior Politécnica del Litoral, se graduó de Ingeniero
en Electricidad y Electrónica en 2008. Trabajó en el canal de televisión TV
Satelital, donde llegó a ser gerente y presentador de un programa de análisis
económico y de opinión desde el año 2004 hasta su ingreso al gobierno en el 2007. En 1995, se enlistó como
reservista militar para instalar redes de comunicación en la Amazonía
ecuatoriana durante la Guerra del Cenepa. En el año 2000 se casó con Cinthia
Díaz Aveiga, con quien tiene dos hijos. Entró al gobierno de Rafael Correa en
diciembre del 2006, como gerente del Fondo de Solidaridad. En abril del 2010
asumió el Ministerio Coordinador de los Sectores Estratégicos hasta el 2013 en
donde participó como candidato a la Vicepresidencia del Ecuador por el Movimiento
Alianza PAIS en las elecciones presidenciales del 17 de febrero del mismo año,
resultando ganador junto a Rafael Correa. [2]_/
Fue
propuesto en 2017 para la reelección en la papeleta electoral de Lenin Moreno y
el CNE le declaró vicepresidente. Se posesionó, pero a los pocos meses fue
acusado de asociación ilícita y sancionado con 6 años de cárcel, que se halla
cumpliendo. La razón de la sentencia fue que, junto con un tío suyo, que
también está preso, y con otras personas, había tenido asociación ilícita para
perjudicar al Estado en varios millones de dólares.
María Alejandra Vicuña Muñoz nació en Guayaquil en febrero de 1978.
Tiene título de Psicóloga clínica y, al parecer, ha egresado de una Maestría en
Administración de Empresas por la Universidad de Guayaquil. Se ha autodefinido
como feminista y revolucionaria. Fue
asambleísta desde el año 2009 hasta el 2016. También fue parte de la Comisión
de Educación, Ciencia, Tecnología y Comunicación para el Parlamento
Latinoamericano e integró el Grupo Parlamentario por los Derechos de las
Mujeres. Coordinó el Grupo Parlamentario por la Garantía de Derechos de Niñez y
Adolescencia y fue delegada de Ecuador en la Unión Interparlamentaria, (UIP). Fue
coordinadora regional de Talento Humano del Servicio de Rentas Internas (SRI) y
gerente de Marketing del Ministerio de Turismo (MINTUR) en la Región Costa. Posteriormente
fue designada por el presidente Lenin Moreno ministra de Desarrollo Urbano y
Vivienda. En octubre de 2017 le fue encargada la vicepresidencia de la
República y en enero de 2018 la Asamblea la eligió vicepresidenta. [3]_/
En octubre
de 2018, un exasesor de la señora Vicuña la acusó de obligarle a que le
entregue una parte de su sueldo cada mes, cuando ella era asambleísta. Ella no lo negó, su padre dijo que eran
varios los que lo habían hecho, pero los dos explicaron que eso no era delito,
porque las entregas eran voluntarias y que su destino era el fondo financiero
del movimiento político Asociación Bolivariana Alfarista (ABA). Lo cierto es
que el dinero se depositaba en la cuenta particular de la vicepresidenta y el
movimiento ABA no está reconocido legalmente. Resta saber cuál fue el destino
de los dineros recibidos y si se ocuparon en gastos personales de la receptora,
lo que le llevaría a un problema legal muy comprometedor.
Según los
datos de prensa, Moreno y Glas reciben asignaciones mensuales como exvicepresidentes.
La primera no debería ser cuestionada, porque es un derecho legal logrado por
el tiempo que fue vicepresidente. La segunda sí debe ser protestada. NO puede
ser que una persona que ha recibido una sentencia condenatoria por la justicia
nacional por haberse apropiado de millones de dólares del Estado, reciba de
éste un reconocimiento por tal hecho. Soy del criterio de que un delincuente
que atraca a alguien afecta a una persona y eventualmente a una familia, pero
quien se apropia de los fondos públicos se va en contra de los intereses de
toda la población, peor todavía si llegó al cargo por elecciones. Además, es
evidente que no lo hace para cubrir sus necesidades básicas, sino por avaricia.
Pido, por
favor, que la Asamblea Nacional apruebe una ley para solo entregar la
asignación mensual a quienes terminan sus periodos electorales y, en el caso de
quienes han perjudicado al país, no se les entregue aun cuando hayan terminado
la función en el tiempo previsto.
La
aspiración personal y creo que de toda la ciudadanía es que el próximo
vicepresidente, el señor al que lo respaldan los políticos más influyentes del
país en el actual momento y que tiene la votación favorable asegurada en la
Asamblea, sea sobre todo un hombre honrado, capaz y trabajador. Al parecer no
tiene experiencia en la administración pública, pero ojalá cumpla sus funciones
a satisfacción. No hay que olvidar que su función principal es reemplazar al
presidente en cualquier caso de ausencia definitiva y que debe aportar para que
el país salga de la crisis. Otto Sonnenholzner es un reconocido
periodista y radiodifusor de Guayaquil. Fue presidente de la Asociación de
Radiodifusión del Ecuador (AER) en Guayas. El candidato tiene apenas 35 años y
tiene título de economista con estudios en Alemania. Fue catedrático de
Economía en la Facultad de Ciencias Empresariales. Habla inglés, francés y
alemán. Actualmente es directivo de radio Tropicana. Tiene familiares
vinculados a la radiodifusión, como Ramón Sonnenholzner, su padre. Está
casado y tiene tres hijos. [4]_/
Que Dios le guíe y haga bien al país.
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