lunes, 25 de febrero de 2019

BOLETÍN 187: CERREMOS EL CONSEJO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA


Comienzo por decir que en este país hay demasiadas provincias, muchos cantones y excesivo número de parroquias. Algunas de ellas gastan sus pocos recursos en personeros y burocracias que ganan bien y trabajan mal y otras destinan los fondos a obras poco necesarias, mientras les faltan servicios básicos y atención a los grupos menos favorecidos.

El Consejo Nacional Electoral ha convocado a los ciudadanos de este país para elegir el próximo 24 de marzo de 2019, entre decenas de miles de candidatos a quienes luego ejercerán funciones de prefectos provinciales, alcaldes, consejeros, concejales y no sé qué más.

“Más de 80 mil candidatos. Once mil dignidades. Ocho partidos políticos y 271 movimientos … hacen parte del panorama electoral que se viene en este proceso en marcha … [1]_/

Al mismo tiempo, se deberá votar por las personas que integrarán el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), entidad creada en la Constitución 2008 como una de las innovaciones de Rafael Correa para poder nombrar en los más altos puestos de las más importantes instituciones del Estado a quienes le aseguren fidelidad.

Constitucionalmente, desde 2008 el Consejo es una de las cinco funciones del Estado. Con ello, el Ecuador innovó en materia constitucionalista, pues normalmente las funciones son tres desde hace largo tiempo en muchos países democráticos: la legislativa, la ejecutiva y la judicial. Pero, a Correa le hacían falta dos para sus fines: la de Transparencia y la Electoral.

La naturaleza de la función de Transparencia y Control Social, según el artículo 204 de la Constitución, parte de la idea de que “el pueblo es el mandante y primer fiscalizador del poder público, en ejercicio de su derecho a la participación.”

Dice la Constitución que esa función “promoverá e impulsará el control de las entidades y organismos del sector público, y de las personas naturales o jurídicas del sector privado que presten servicios o desarrollen actividades de interés público, para que los realicen con responsabilidad, transparencia y equidad; fomentará e incentivará la participación ciudadana; protegerá el ejercicio y cumplimiento de los derechos; y prevendrá y combatirá la corrupción.

La Función de Transparencia y Control Social estará formada por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General del Estado y las superintendencias. Estas entidades tendrán personalidad jurídica y autonomía administrativa, financiera, presupuestaria y organizativa.

Durante la década perdida 2007 – 2017, si se analiza el párrafo quinto de este boletín, claro que el Consejo controló todo lo que quiso el jefe del Estado (así entendía su cargo el mandatario Correa). Todos sabemos ahora, aunque lo sospechábamos desde hace mucho, que no lo hizo con responsabilidad, transparencia y equidad. No fomentó para nada la participación ciudadana, porque las decisiones se tomaban en Carondelet sin importar nada más que lo que convenía al jefe y sus obedientes súbditos. No protegió el ejercicio y cumplimiento de los derechos. Y lo de prevenir y combatir la corrupción quedó en papel mojado, porque ninguna otra época de la vida de este país han sido tantos los implicados y tantas las acciones de corrupción en las más altas esferas estatales.

El artículo 207 dice que el Consejo se integrará por siete consejeras o consejeros principales y siete suplentes. Los miembros principales elegirán de entre ellos a la Presidenta o Presidente, quien será su representante legal, por un tiempo que se extenderá a la mitad de su período. La selección de las consejeras y los consejeros se realizará de entre los postulantes que propongan las organizaciones sociales y la ciudadanía. El proceso de selección será organizado por el Consejo Nacional Electoral, que conducirá el concurso público de oposición y méritos correspondiente, con postulación, veeduría y derecho a impugnación ciudadana …

El Consejo Nacional Electoral estaba conformado por representantes del partido de gobierno. Los postulantes a consejeros eran propuestos por organizaciones sociales afines al gobierno.

Casi todos los postulantes eran partidarios del gobierno (la excepción hace la regla) y habían sido funcionarios muy cercanos al jefe de Estado. Consecuencia: los consejeros principales y suplentes eran parte del grupo más cercano al presidente, tanto que alguno de ellos había ejercido antes la secretaría de la Presidencia o un cargo de igual importancia.

El artículo 208, entre otras funciones del Consejo señala la de designar a la primera autoridad de la Procuraduría General del Estado y de las superintendencias de entre las ternas propuestas por la Presidenta o Presidente de la República, luego del proceso de impugnación y veeduría ciudadana correspondiente. Además, designar a la primera autoridad de la Defensoría del Pueblo, Defensoría Pública, Fiscalía General del Estado y Contraloría General del Estado, luego de agotar el proceso de selección correspondiente. También, designar a los miembros del Consejo Nacional Electoral, Tribunal Contencioso Electoral y Consejo de la Judicatura, luego de agotar el proceso de selección correspondiente.

El artículo 210 de la Constitución dispone que, en los casos de selección por concurso de oposición y méritos de una autoridad, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social escogerá a quien obtenga la mejor puntuación en el respectivo concurso e informará a la Asamblea Nacional para la posesión respectiva.

De esa manera, el Consejo se iba y se va por encima de la Asamblea Nacional, conformada por personas que han sido elegidas por el pueblo en general, para estar integrado por los postulantes que propongan las organizaciones sociales y una etérea “ciudadanía” y se seleccionen en el ámbito del CNE.

Resultado: el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social del periodo 2008 – 2017 no fue de participación ciudadana ni de control social. Los famosos concursos fueron de tan evidente parcialidad hacia el régimen, que ningún ciudadano profesional opositor a Correa con prestigio nacional quiso participar en ellos, con lo que los designados fueron siempre de AP.

“Expertos” en sus ramas profesionales que sacaron 100/100 en las pruebas o que tuvieron las mejores notas, llegaron a esos resultados en forma cuestionable. Una de las fórmulas de desplazar a los que no interesaban al gobierno era la entrevista de alto puntaje, en la cual, aunque “se lucieran” sacaban bajas notas, para que no puedan competir con el designado de antemano.

El símbolo del perverso sistema es el ex Contralor que sacó 100/100 en las pruebas cuando ya había andado por malos caminos y ahora está prófugo, porque en junio de 2018 el Tribunal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) acogió el pedido de la Fiscalía General de Estado, y sentenció, por mayoría, al ex Contralor Carlos Pólit Faggioni y a su hijo John Pólit Estévez por el delito de concusión, relacionado al caso Odebrecht.

Como él hay otros personajes que hicieron de las suyas, fueron nombrados en altas funciones por el Consejo que aconsejó mal, y ahora andan prófugos, buscaron protegerse como asambleístas con inmunidad o deben soñar que ya mismo los descubren y deben acudir ante … las azafatas de un avión que los lleve a buen recaudo.

Julio César Trujillo y quienes lo acompañan en el actual Consejo Transitorio han hecho una tarea muy importante para orientar a esa entidad hacia sus verdaderos fines. Pero, el mismo presidente del organismo sugirió que había que eliminarlo.

Por alguna extraña razón, cuando se hizo la Consulta Popular no se consultó al respecto y se dejó que funcione ese Consejo, sabiendo que es un peligro para la buena marcha del Estado. Solamente que ahora los consejeros deberán ser elegidos por el pueblo en votación universal.

Para integrarlo se han inscrito decenas de candidatos. Estoy seguro de que al 90 por ciento de ellos no los conoce el 99 por ciento de la ciudadanía, porque son personajes, seguramente con títulos de educación superior o con experiencia en sus respectivas actividades, que deben tener mucha voluntad de hacer buenas acciones para el país, pero poca idea del inmenso poder que van a adquirir si es que llegan a donde aspiran.

En la televisión he visto y escuchado a algunos de ellos relatar que tienen varios títulos de cuarto nivel en muchas universidades y la pregunta de cajón es que, si se han pasado la vida estudiando, qué experiencia pueden tener como para trabajar en una posición que requiere saber cómo funcionan el Estado y el sector privado. De otro lado, ¿es posible estudiar posgrados en economía e ingeniería civil al mismo tiempo (exagerando un poco) a distancia en las horas que no se trabaja? De algo se sabe poco y de algo no se sabe nada, aunque haya un título en la pared. ¿Además, son confiables quienes otorgan esos títulos?

He visto y escuchado también a dirigentes sociales decir que van a transformar el país desde su posición en poco tiempo y hasta que van a lograr que lo que se han robado los malos funcionarios lo van a recuperar apenas lleguen al puesto. Lo grave del caso es que las decisiones no las toman solos, sino en conjunto y por tanto la voluntad personal se diluye y no basta para llegar a donde se espera.

Mi criterio, desde el año 2009, cuando escribí Ecuador: Proyección 2020, es que ese Consejo no debe existir y por eso sugerí los respectivos cambios en la Constitución; es más, siempre he propuesto que se cambie la Constitución hecha a la medida de Correa: estatista, presidencialista, correísta.

Un problema central es que la Constitución 2008 en su integridad, con los pocos cambios derivados de la Consulta Popular, sigue vigente y que, si llega a la presidencia de la República otro rafico, puede ejercer nuevamente la calidad de jefe de Estado y actuar en consonancia.

Todos sabemos lo que eso significaría: una nueva dictadura disfrazada.

En los últimos días he leído y escuchado muchas argumentaciones de constitucionalistas de prestigio, en el sentido de que se debe votar nulo el 24 de marzo con respecto a los integrantes del Consejo materia de este boletín. Si hay una mayoría de votos nulos, eso daría a las autoridades del gobierno y de la Asamblea Nacional, al igual que a los miembros de la Corte Constitucional las bases para buscar los mecanismos de echarlo abajo.

CEDATOS y otras empresas que se dedican a efectuar encuestas de tipo político han consultado a la población con respecto a si debe subsistir el Consejo o hay que eliminarlo.

En las respuestas a CEDATOS una mayoría relativa superior al 40% dice que hay que eliminarlo, otra mayoría relativa igualmente mayor del 40% dice que, por lo menos, hay que quitarle la capacidad de nombrar a las autoridades de los organismos claves del Estado.

Lo sorprendente es que muchas personas no saben siquiera qué es el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, qué hace y por qué hay que elegir a sus integrantes el 24 de marzo.

La democracia que se manifiesta solo en ir a las urnas y votar obligatoriamente porque se necesita “el papelito” que da cuenta de que se cumplió con ese deber cívico no es suficiente. Hay que lograr que el pueblo efectivamente tenga participación directa e indirecta en la conducción del Estado. La democracia en la cual el Estado no es capaz de legislar para que el pueblo esté debidamente informado sobre quiénes son las personas a las que les va a delegar funciones tan importantes como las del Consejo, no es democracia. Es un remedo que puede terne funestas consecuencias. Y eso es lo que pasa ahora. 

La participación directa del pueblo se logra con el voto, pero también con la consulta permanente de la opinión pública sobre temas de importancia nacional. Para ello son de mucho valor las encuestas realizadas aplicando la Econometría y la Estadística, con técnicas actualizadas y equipos humanos y tecnológicos eficientes, de mínimo error y alta confiabilidad.

La participación indirecta es la que tiene el pueblo cuando delega a los miembros de las funciones del Estado para que actúen en su nombre. El presidente de la República nombra ministros y embajadores, gerentes de empresas públicas, gobernadores y otros funcionarios y dirige sus actividades. La Asamblea Nacional discute los proyectos de ley, los aprueba o desaprueba y envía al presidente para que, a su vez, emita su criterio y apruebe, vete parcial o totalmente los proyectos de ley; además, tiene la obligación de fiscalizar las acciones de los funcionarios de todo nivel. La Corte Suprema de Justicia vela porque se respeten los derechos de los ciudadanos y sanciona a quienes los irrespetan. Su función es impartir justicia.  

No es necesario el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Este es el único país en el que existe, diseñado para fines nada democráticos, como ya se explicó.

Expresemos nuestra opinión en las urnas, diciendo no a su integración. En mi caso, de todos los aspirantes no llego a conocer obras y milagros de siete y necesito saber de al menos catorce, porque vamos a elegir principales y suplentes. No puedo validar con mi voto un proceso viciado. Espero que usted, amable lector, proceda a conciencia. Más todavía cuando las “redes” informan de que hay interesados en volver a la década nefasta, para seguir medrando de los recursos del Estado y de la buena fe de alguna gente.



[1] _/ AGUIRRE MILAGROS – EL COMERCIO. Crónica del buen pedir. Quito, Ecuador. Febrero 21 de 2019

domingo, 10 de febrero de 2019

BOLETÍN 186 PERSPECTIVAS DEL MUNDO Y DEL ECUADOR 2021






Las perspectivas mundiales y entre ellas las del Ecuador hasta el año 2021, no son positivas. Hay muchos problemas ambientales, políticos, económicos y sociales vigentes y con tendencia a durar por muchos años, de manera que los habitantes de este planeta y este país, los actuales y los que llegarán en los próximos años, tendrán que hacer grandes esfuerzos únicamente para mantener las condiciones actuales de vida.

Para empezar, hay grandes conflictos ambientales. Las sequías y las inundaciones, los terremotos y los tsunamis, los deshielos de los glaciares, no se producen por acción de la naturaleza y su devenir histórico, sino por la acción del hombre, que busca todos los días un suicidio y asesinato global, por sus abusos en contra del aire, el agua, la tierra y el subsuelo.

Presidentes y jefes de Estado de 172 naciones se reunieron el año anterior para mostrar su preocupación por la forma en que se degradan las condiciones de vida humanas, pero el problema es que hay grandes países y empresas que no se concientizan de la situación y siguen y seguirán pensando solo en mantener su supremacía productiva y hacer dinero.

Lamentablemente, el día que se despierte la humanidad con decenas o cientos de millones de muertos en alguna parte del mundo se tratará de corregir la desidia, pero será tarde y solo se demorará un tiempo el final.

Los conflictos políticos y bélicos se presentan en varios continentes. Las grandes potencias antiguas y las que están ingresando al grupo muestran todos los días sus avances en materia aeroespacial, pero no lo hacen por su interés de poblar la Luna o Marte, lo hacen porque sus cohetes cada vez son de más largo alcance, mayor facilidad de manejo y menor costo, para la eventualidad de una guerra que dicen que nadie quiere, pero que ellos la consideran posible en sus estrategias de largo plazo y para sus reacciones inmediatas.

Los problemas económicos son cada vez más importantes, porque afectan a una población que crece rápidamente, no tienen solución a la vista para la extrema pobreza existente en muchas naciones, permiten la acumulación del dinero en pocos países y pocas manos en el mundo, muestran la incapacidad de los gobiernos para redistribuir la riqueza por medios pacíficos, agotan los recursos naturales no renovables, eliminan especies vegetales y animales rompiendo el equilibrio natural, destruyen grandes zonas agrícolas para llenarlas de clubs de ricos.

Los problemas sociales se muestran en las enfermedades y la precariedad de la salud en millones de personas, la desigualdad en la distribución mundial de los alimentos, la falta de vivienda, servicios básicos y especialmente dotación de agua en muchas regiones, desempleo o subocupación para enormes porcentajes de la población, analfabetismo en grandes grupos poblacionales, educación solo primaria para enormes cantidades de personas, falta de medios de comunicación y de destrezas tecnológicas de miles de millones de habitantes del planeta, insuficiencia de vías en los países y de medios de transporte público en las grandes ciudades y entre poblaciones de cada país.  

El Banco Mundial ha elaborado un pronóstico para la economía global, por regiones y para algunos países para los años 2019 – 2021. La información que resulta es muy preocupante, porque muestra que las tasas del crecimiento económico del 2017, en casi todos los casos, estarían marcando cimas que no volverán a tenerse hasta el 2021.

PIB REAL DEL MUNDO, REGIONES Y PAÍSES 2016 - 2021
Tasas de crecimiento

2016
2017
2018e
2019f
2020f
2021f
Mundo
2,4
3,1
3,0
2,9
2,8
2,8
Economías avanzadas
1,7
2,3
2,2
2,0
1,6
1,5
        Estados Unidos
1,6
2,2
2,9
2,5
1,7
1,6
        China
6,7
6,9
6,5
6,2
6,2
6,0
   Europa y Asia central
1,7
4,0
3,1
2,3
2,7
2,9
        Rusia, Federación de
-0,2
1,5
1,6
1,5
1,8
1,8
   América Latina y el Caribe
-1,5
0,8
0,6
1,7
2,4
2,5
        Brasil
-3,3
1,1
1,2
2,2
2,4
2,4
        México
2,9
2,1
2,1
2,0
2,4
2,4
        Argentina
-1,8
2,9
-2,8
-1,7
2,7
3,1
       Ecuador (datos de GESPLAFIN – Ecuador)
-3,1
1,5
1,0
0,5
0,1
0,2
PIB réel1






      Países de altos ingresos
1,7
2,3
2,2
2,0
1,7
1,6
      Países en desarrollo
4,0
4,6
4,4
4,4
4,7
4,7
         Países de bajos ingresos
4,8
5,5
5,6
5,9
6,2
6,3
      BRICS
4,4
5,2
5,3
5,2
5,3
5,3
      Mundo (ponderaciones PPP 2010)
3,2
3,7
3,6
3,5
3,6
3,6
Volumen de comercio mundial
2,6
5,4
3,8
3,6
3,5
3,4
Precios de materias primas






Precio del petróleo
-15,6
23,3
30,7
-2,9
0,0
0,0
Índice de precios productos básicos no energéticos
-2,8
5,3
1,7
1,0
1,2
1,2
Fuente: Banco Mundial.
* e = estimación; f = pronóstico. Las previsiones del Banco Mundial se actualizan frecuentemente con base en nueva información y en circunstancias mundiales cambiantes. En consecuencia, las proyecciones aquí presentadas pueden diferir de las contenidas en otros documentos del Banco, aunque las evaluaciones básicas de las perspectivas de los países no difieran significativamente en un momento dado. 
1. Tasas de crecimiento agregadas calculadas con ponderaciones del PIB  en USA dólares constantes 2010.

El Mundo registrará una continua baja, desde el 3,1% de crecimiento del Producto Interno Bruto en 2017 hasta el 2,8% en 2020 y 2021. Lo que es mucho más decidor, las economías de los países de altos ingresos reducirán la velocidad de su crecimiento del PIB desde el 2,3% en 2017 al 1,6% en el año 2021. Tres elementos importantes para considerar son: la reducción del precio del petróleo desde 2019, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, cuyos efectos frenarán el comercio internacional; y, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que convulsionará la economía de las dos partes.

El Banco Mundial pronostica que las economías de los países en desarrollo mantendrán tasas de crecimiento importantes y estables en el cuatrienio. En efecto, su PIB en el año 2017 se registra en 4,6%, en 2021 sería de 4,7% y para el periodo 2017 – 2021 promediaría 4,56%, por un pequeño bache en los años intermedios, en que crecerían al 4,4%.

Este dato es muy importante, porque transmite la posibilidad de que mejoren las condiciones sociales de los países, si es que los gobiernos evitan excesos de los acumuladores de riqueza y trabajan en mejorar las condiciones de vida de los más pobres. Como se sabe, el incremento veloz del PIB no garantiza bienestar de la gente, porque incluso puede agrandar las brechas entre ricos y pobres. De otro lado, en contraste, hay que tener en cuenta que las tasas de crecimiento demográfico son muy distintas en los países de altos ingresos (en algunos son negativas) mientras en algunos de los países en desarrollo son muy altas.

Debe destacarse que el pronóstico para los países de bajos ingresos es muy favorable. De 4,8% de crecimiento del PIB para 2016, la cifra crece constantemente hasta el 2021, en que llega al 6,3%. Varios de los países de este bloque son africanos y tienen falencias de todo tipo, de manera que su mejoramiento puede darse en forma acelerada. En todo caso, se reitera que el dinamismo del PIB no garantiza mejoras sociales, pero las hace posibles.  

Estados Unidos, que había logrado elevar su tasa de crecimiento del PIB desde el 1,6% en 2016 hasta el 2,9% en 2018, volverá a la tasa original en el 2021, porque la política económica de Trump, que originalmente se la creía positiva para los negocios internos y externos de ese país, va desnudando los efectos del “América para los americanos” que en el mundo globalizado no es realista aplicar, por las fuertes vinculaciones que hay entre bloques y países y las repercusiones inmediatas que resultan de cualquier acción de uno en los otros.

China, que por muchos años mantuvo tasas de crecimiento del PIB superiores al 10%, en los últimos años ha perdido dinamismo. Su tasa de 2017 fue de 6,9%, que ya quisieran tener otros países, pero se reducirá posiblemente al 6% para el 2021, importante y la mayor entre todas las naciones, pero preocupante para su gobierno. Una de las causas puede ser que los registros porcentuales de incremento son mayores cuando los valores absolutos son menores, esto es, cuando China crecía de 100 a 110 había un incremento de 10 puntos y del 10%, pero cuando crece de 1000 a 1050, cincuenta puntos, esos significan apenas 5%.

Los países de Europa y Asia Central reducirán su tasa de crecimiento del PIB del 4% en 2017 a 2,9% en el 2021, con un bache en este año de solo 2,3%. Dentro de ese grupo se halla la Unión Europea, a la cual le afectará sin ninguna duda el Brexit, sobre todo si en los próximos días no hay un acuerdo sobre una salida ordenada del Reino Unido y el reacomodo de las dos partes se produce con un temblor  o terremoto no solo económico sino de otras características, pues está claro que hay miles de ingleses y fuertes capitales de esa procedencia trabajando en la UE y miles de gentes de la Unión viviendo y empresas europeas operando en el Reino Unido.

La Federación Rusa registra en el 2016 decrecimiento del PIB y en 2017 una tasa positiva del 1,5%. Al 2021 llega con una tasa de incremento del PIB de 1,8 anual, lo que quiere decir que avanza en el mejoramiento, porque Rusia es uno de los países en los que se reduce la población.

América Latina tuvo un pésimo año en el 2016. Desde el 2017 su tasa de crecimiento del PIB mejora y llega al final del 2021 con 2,5%. Es claro que en ese comportamiento influyen de manera importante Brasil que se recupera desde -3,3% de crecimiento del PIB en 2016 hasta llegar a 2,4 en 2021 y México, que de una buena posición en el 2016 (2,9%), baja al 2,1% en los años 2017 y 2018 y al 2% en 2019, pero sube al 2,4% en los dos años siguientes. Este último dato se mantendrá siempre que las políticas del nuevo gobierno, de índole populista, no afecten a las inversiones, la producción y el empleo.

El PIB del Ecuador decreció en el año 2016 al 3,1%. Mejoró su situación en el 2017 para registrar 1,5%, pero desde ahí va en franco deterioro, al punto que este y los próximos dos años casi no crecerá, lo que significa que en términos per cápita la situación empeorará.

Como todos sabemos, el origen de la debacle en el Ecuador está en el gobierno de Rafael Correa Delgado, que fue el más nefasto para el país. Recibió la más grande cantidad de dinero de la historia nacional por las ventas de petróleo de la década 2007 – 2016 y no contento con gastarla toda, endeudó al país en más de 60 mil millones de dólares, cifra no exacta porque algunos creen que llega a 90 mil millones y otros la colocan en 70 mil millones y más. Además, hizo obras faraónicas que no sirven o requieren reparaciones de alto costo a los pocos años de terminadas, mientras la corrupción campeó en el gabinete ministerial y hasta en la Contraloría General del Estado, encargada de evitar los robos al Estado. Como dijo el actual presidente de la República: donde se pone el dedo en las instituciones públicas salta el pus de la corrupción.

En lo político, el presidente para el periodo 2017 – 2021 ha tenido que navegar en un mar de correístas fanáticos, del cual ha ido saliendo poco a poco, sin que termine todavía su labor. Además, en la Asamblea Nacional y en otras entidades, incluso en el propio gobierno, hay todavía “topos” que pueden afectar las actividades estatales. Moreno se ha beneficiado de los resultados de la Consulta Popular que convocó en 2018 y de su actitud conciliadora, muy diferente a la que tenía su antecesor.

En lo económico, la falta de la mesa servida que le ofreció Correa, sus deseos de evitar oposición beligerante, la convicción de que no se puede dejar en el desempleo a muchos burócratas y la falta de dinero fiscal, le han llevado a ejercer una política económica en la línea correcta pero a paso de tortuga, dentro de la cual ha escuchado reclamos de todo el mundo ofreciendo soluciones o invalidando sus decisiones anteriores; ha incrementado en cerca de 20 mil, en vez de disminuir, la planta de empleados públicos; ha elevado la deuda pública en varios miles de millones de dólares.

En lo social, ha trabajado con ahínco para reducir los problemas de los discapacitados y ha resuelto favorablemente algunas dificultades de la educación y la salud, pero no ha tenido éxito en aumentar el empleo, que se ha reducido con el agravante de que 250 mil venezolanos se han instalado en el país y ha visto volver a incrementarse los porcentajes de pobres y de extremadamente pobres.

El Ecuador de los próximos años y eventualmente de por lo menos una década no saldrá fácilmente del empantanamiento en el que se encuentra. Menos cuando no hay un programa de gobierno y una estrategia de desarrollo a largo plazo que ilusione y convenza a la mayoría de la población nacional.

Las encuestas de CEDATOS muestran que el pueblo en su mayoría se siente frustrado, no cree en las instituciones del Estado, considera que los problemas mayores del país son la falta de empleo y el mal manejo de la economía, junto con la corrupción de los altos funcionarios del gobierno anterior, de la cual todos los días se registra nuevos datos.

Hay que rezar con fe, pidiendo que el pueblo aprenda la lección anterior y para el 2021 escoja gobernantes honrados, preparados, trabajadores, líderes visionarios. Que Dios oiga la plegaria.