jueves, 27 de diciembre de 2018

BOLETÍN 183 PRESENTE Y FUTURO DEL ECUADOR


En pocos días más iniciará el año 2019. Como siempre, el 31 de diciembre se quemará el año viejo, con la esperanza de que el nuevo sea mejor para el país, las empresas, las familias, cada uno de los ecuatorianos y de los habitantes de este mundo.

Según las encuestas, monigotes de Moreno y Correa son los candidatos con mayor aceptación para quemarse en todo el país. Junto a ellos debería quemarse a la corrupción, que ha causado tantos daños, deja una herencia para mucho tiempo y todavía ronda las altas esferas estatales. 

¿Cuál es la situación actual del país? Las sombrías respuestas están relacionadas con cinco campos muy importantes: ético, político, económico, social, internacional.

En el primero, la corrupción que todos los días se constata en los diversos niveles de la vida nacional no puede ser más angustiante. En las más altas esferas del gobierno de Correa, los altos funcionaros, que debieron ser siempre ejemplo positivo para el resto de ciudadanos, han considerado propio al dinero del país y al conseguido con endeudamiento, y se lo han robado o lo han malgastado en forma irracional e inmoral, porque su cantaleta era la de que gobernaban para mejorar las condiciones de vida del pueblo pobre y todo el pobre pueblo ecuatoriano ahora sabe que lo que querían era enriquecerse “a cielo abierto”, pensando que habían encontrado la mina inacabable; o, en otro sentido, se desinteresaron por completo de cómo se construían los megaproyectos, en los cuales más de una empresa extranjera y sus subcontratistas nacionales nos han hecho “los chinos”, porque recibían grandes tajadas de ese queso inmenso que fueron los recursos de que dispuso el gobierno 2007 – 2017.

En la Asamblea Nacional, los mal llamados “diezmos” han sido práctica de muchos asambleístas del partido de gobierno, dizque para engrosar las arcas de Alianza País; los ahora descubiertos consideran que lo que han hecho es lícito y posiblemente patriótico, porque ayudaba a sostener en su puesto a Correa, su camarilla y a ellos mismo. La exvicepresidenta hablaba de que siempre tendrá la frente en alto, cuando los “diezmos” que ha recibido no han ido a AP y tampoco a Alianza Bolivariana Alfarista, porque ese movimiento no existía legalmente y no se sabe todavía para qué sirvieron. Para Ripley, ha tenido “licencia” de 9 años en el SRI y va a regresar, o sea que al ratón lo colocan en la quesería.

Las Fuerzas Armadas, atacadas duramente por el gobierno anterior porque no se dejaron convertir en instrumento correísta, también registran malos elementos que se han dedicado a traficar drogas y lo que es más grave, armamento y municiones para movimientos y delincuentes que atentan contra la vida de los ecuatorianos y la soberanía del país.

La Contraloría, la Judicatura, la Corte Nacional, la Fiscalía han servido solamente para obedecer a Correa o para delinquir, como se está demostrando en las investigaciones que hacen las autoridades actuales de algunos de esos organismos. Debiendo ser sus jefes hombres probos y sujetos a toda prueba de moral, algunos de ellos están fugados y otros en investigaciones que no acaban porque, como dice el pueblo, entre los investigadores también hay “ropa tendida”. En fin, la moral nacional anda por los suelos y el gobierno actual y las autoridades judiciales marchan casi en el propio terreno. No hay un dólar recuperado de los robos, no hay sentencias en firme. Para colmo, ya hay candidatos a alcaldías y prefecturas que dicen que seguirán haciendo lo que les enseñó el “maestro” o que seguirán llevando a la práctica los ideales de la “revolución ciudadana”…

En lo político, gracias a los bonos entregados a más de un millón de gentes, a los cargos públicos para los miembros del movimiento del gobierno y a algunas mega obras que ahora se sabe han sido de relumbrón, con fallas antes de ser inauguradas, hay todavía insensatos que piensan que Correa ha hecho una labor que hay que agradecer y repetir.

El presidente Moreno, luego de una primera etapa de desilusión con respecto a su antecesor y el Socialismo del Siglo XXI, ha hecho una labor compleja de depurar los mandos gubernamentales superiores, empezando por su gabinete; pero, todavía quedan visibles muchos de los correístas que parecen morenistas pero tienen su corazón con el líder de la revolución de los 300 años y, lo que es muy preocupante, hay muchos de los que se conoce como “topos”, en los mandos medios, que trabajan en el gobierno, pero que le serruchan el piso.

Moreno, que llegó al poder con una gran confianza de la población según CEDATOS, ha ido perdiendo esa importante base y ahora son muchos más en el país los desilusionados que los esperanzados, porque no ven decisiones prontas y eficaces en varios campos de actividad. Le han golpeado duramente las situaciones de su vicepresidente Glas, al que aceptó de mala gana como su segundo y de su vicepresidenta Vicuña, a quien le dio esa función apantallado por su discurso seudo revolucionario y su situación de mujer joven de verbo fácil.  

La oposición no tiene líderes nacionales aglutinantes, quizás uno o dos que parece no quieren tener o no tienen fuerza suficiente para hacerse sentir en el país y construir sus plataformas electorales para el 2021. La población, más desencantada de los políticos de lo que ha estado en este siglo, muestra una apatía total con respecto a las próximas elecciones provinciales, aun cuando ellas serán justamente un termómetro de gran importancia para saber si el gobierno actual tiene fuerza suficiente para tomar algunas medidas duras y si en el 2021 habrá un presidente en quien confiar, respaldado por un partido, un movimiento o un acuerdo multipartidista con visión de futuro y honrado.

La política, que debería ser la actividad mediante la cual ciudadanos honorables prestan su contingente para contribuir a mejorar la situación de la mayoría de la población, se ha vuelto en muchos casos, como se lo comprueba en muchos países y desgraciadamente en éste, en un negocio ilegal destinado a generar en el menor tiempo posible grandes fortunas para los gobernantes de turno, sus familias y sus corifeos.

Leo en la prensa que familiares muy cercanos de varios prefectos y alcaldes van a terciar en las próximas elecciones. Debería haber una ley que lo prohíba. Porque si ganan, ¿cómo van a fiscalizar a su esposo, papá o pariente? Además, la democracia debe dar oportunidades a otras personas y no solo a familias predestinadas … al cacicazgo.

En lo económico, la crisis nacional está presente y no tiene visos de desaparecer. Tozudamente, en más de un año y medio de gobierno, se ha seguido fielmente la ruta del gobierno anterior y pese a las denuncias presidenciales de que no había mesa servida, de que la deuda tiene un valor enorme de más de 60 mil millones de dólares, de que la burocracia es inmensa, etc., etc., no se ha hecho casi nada para solucionar esos problemas y, al contrario, se los ha agudizado.

El PIB de este año y del siguiente no serán mayores del 1% Eso significa que la economía global del país marcha y marchará en su propio terreno y que la situación de cada ciudadano empeora y será cada día peor, porque la población crece más rápidamente que el PIB.

La inversión no crece al ritmo necesario. El presidente Moreno ha dicho que el sector privado ha invertido este año 17 mil millones de dólares. ¿Conoce alguien en dónde están grandes proyectos que sumen ese valor? Y como la inversión no ha crecido, no lo ha hecho la producción, tampoco el empleo y peor el consumo.

En cuanto al empleo, la situación se ha agravado mucho, por el ingreso de más de 250 mil venezolanos que han afectado a los nacionales no solo en cuando a la oferta numeraria, sino con respecto a los niveles salariales. Son 250 mil nuevos habitantes afincados en este territorio y asumiendo 5 personas por familia, se necesitan al menos 50 mil empleos adicionales a los requeridos por los ecuatorianos. 

La deuda, en vez de reducirla se la ha aumentado y se sigue buscando angustiosamente quién preste más, para salvar las exigencias financieras de cada mes. En vez de reducir el personal y los egresos por burocracia, se los ha aumentado, con el pretexto de que no se puede mandar a la calle a los padres de familia, pero sabiendo que hay miles de pipones bien pagados que no hay razón para mantenerlos calentando asientos e inventando trámites.

¿Qué piensa la población respecto a la situación del país?:

Tanto en mayo de 2017, cuando se posesionaba Lenin Moreno como presidente de la República, como el 17 de diciembre de 2018, la población centraba sus preocupaciones en tres temas: desempleo y subempleo en primer lugar (en mayo de 2017 el 28% y en diciembre de 2017 el 25,6%), problemas económicos, entre ellos la carestía, la pobreza y la deuda pública (21% en mayo de 2017 y 23,3% en diciembre de 2018), la corrupción (15% en mayo de 2017 y 13,8% en diciembre de 2017). En este último caso, hay que considerar que también la población se preocupa por la inseguridad, la violencia, las drogas y el alcoholismo, cuyos porcentajes sumados hacen que las delincuencias de “cuello blanco” y las otras sean el principal problema nacional, con alrededor del 30% de las respuestas logradas.

El 61% de las personas consultadas en noviembre de 2018 por CEDATOS, que representan a toda la población del país, porque son escogidas técnicamente, en función de su lugar de residencia, género y edad, dicen que el país va por mal camino, cuando en diciembre de 2017 solamente pensaba en esa forma el 41%. La preocupación es mayor, cuando poco más de las tres cuartas partes de la población dicen que la economía nacional va por mal camino y apenas un 19% dice que ella va por buen camino.

Asimismo, el optimismo ha caído desde el 52% en mayo de 2017, cuando iniciaba sus acciones el actual gobierno, hasta el 26% en noviembre de 2018, lo que significa que las expectativas para el próximo año son negativas, más aún cuando el gobierno tiene que seguir tomando medidas necesarias de ajuste para que la economía se restablezca un poco.

Otro dato significativo es que los optimistas, entusiasmados y esperanzados en que mejoren las condiciones del país, que en mayo de 2017 representaban el 52,4% de la población, o sea más de la mitad de los habitantes; ahora son solo el 23,3%, menos de la cuarta parte. Mientras tanto, los preocupados, tristes, frustrados y llenos de incertidumbre, que en mayo de 2017 sumaban el 43,6% de la población, en diciembre de 2018 bordean el 70%.

Con esos sombríos antecedentes, es natural que la población vaya perdiendo vertiginosamente la confianza en la gestión del presidente de la República, que casi todo el tiempo que va de su periodo ha dedicado a los temas políticos y ha tomado solo decisiones tipo “calmantes”, para una economía que requería y ahora exige “operación de pulmones” porque se asfixia.

Los datos de CEDATOS muestran que la aprobación de la gestión de Moreno era del 47% en mayo de 2017, subió al 77% en agosto de ese año, porcentaje que no habían logrado sus predecesores, y ahora es poco menos de la mitad de esa importante cifra. Quienes desaprobaban eran solo el 23% en mayo de 2017, bajaron al 17% en agosto siguiente y se han incrementado al 54,6% al 17 de diciembre de 2018.

Mirando al futuro, el año 2019 no es nada prometedor y el propio gobierno lo ve obscuro, al igual que los organismos internacionales, que apenas calculan un crecimiento del PIB de alrededor del 1%, poco más, poco menos.

Desde mi punto de vista, en lo político las elecciones de alcaldes y prefectos son de enorme importancia, porque se va a mirar el peso relativo de cada uno de los grandes grupos electorales para las elecciones presidenciales del 2021. Los que sean fuertes no van a necesitar de alianzas para plantear candidatos presidenciales y a la Asamblea; pero, los otros, van a tener que hacer alianzas y ya sabemos como resultan las negociaciones y a quiénes se busca para ocupar las curules, muy populares en los medios de comunicación o los deportes, pero poco preparados para tomar decisiones por propia iniciativa, “obedientes y no deliberantes”.

En lo económico, mantengo que mientras la Constitución sea la estatista que nos rige, el costo de vida sea tan alto como es ahora y haya rigidez en lo laboral y mayor peso tributario, no habrá un importante flujo de inversión privada. Y si ella no hay, no habrá producción y por tanto empleo, con lo que faltará consumo para aceitar la máquina y dinamizar al país.

La deuda externa seguirá subiendo y el servicio de ésta se elevará, lo que pondrá en serios aprietos al gobierno y en la necesidad de buscar cómo tapar un hueco pequeño posiblemente abriendo uno más grande. Un acuerdo con el FMI y la negociación de la deuda para diferirla lo más que se pueda, en mejores términos financieros y de condiciones o exigencias, es deseable y mientras más pronto se lo haga será mejor. Decir que, porque se ha conseguido mil millones al 6,5% se ha ahorrado harto dinero, es buen chiste, pero serio problema a la hora de pagar. 

En lo social, algunos de los resultados de los años de las vacas gordas, incluyendo número de beneficiarios de los bonos, número de empleos estatales, asignaciones para ciertos destinos culturales, subsidios generalizados, como ya lo estamos palpando, tendrán que reducirse o eliminarse y ello agravará los problemas del país.

En lo internacional, dudo mucho sobre que vayan a venir inversiones privadas millonarias y que vayamos a entrar a la Alianza del Pacífico. Las gestiones para ir a la OCDE, si dan resultado, por prematuras nos ponen en la situación de niños de pecho entrando a la universidad. Esperemos que el precio del petróleo se mantenga sobre 50 dólares y que exportemos más productos a más países. Aspiremos a que el gobierno maneje adecuadamente la inmigración venezolana. Confiemos en que se logren algunas extradiciones claves, para que los corruptos vengan a rendir cuentas. Mostremos al mundo que somos un país de paz y en el que rige la democracia real. Hay que pedir a Dios que otros países “no nos hagan chinos”. 

martes, 11 de diciembre de 2018

LOS VICEPRESIDENTES DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI


En todos los países en los que se supone hay democracia, el pueblo concurre a las urnas a elegir presidente de la República. Pero, como “democracia” en estos tiempos es un término que da para muchas interpretaciones, lo mismo da que el pueblo vote libremente por uno entre varios candidatos y se respete su elección; que vote libremente, pero haya fraude gubernamental; o, que haya candidato único y “democráticamente” el pueblo vote sabiendo el nombre del ungido por el partido único nacional y su líder...

El Ecuador no es la excepción y ha experimentado esas situaciones. La historia relata cómo se decía que “si faltan votos pidan para enviarles”, que “lo que se ha ganado con las armas no se va a perder con votos” o que, a la media hora de contar los votos, no haya energía eléctrica, las máquinas cuenten al revés y el candidato de gobierno se lleve “el pozo”.

El fraude técnico en el Ecuador del siglo XXI fue mucho más allá de lo imaginable. Correa, desde que empezó a llegar dinero al Estado por montones y él lo creyó suyo, para mantener su electorado regaló plata del fisco (bonos) a más de un millón de personas, engordó pipones (empleados estatales innecesarios y bien pagados por cientos de miles) y el presidente y los ministros no dejaron de estar en campaña, utilizando funcionarios, maquinaria y tiempo estatales. A los empleados del gobierno no les daba nombramientos, sino contratos temporales, para mantenerlos alineados y obedientes. El Consejo Nacional Electoral (CNE), con todos sus miembros afiliados al partido correísta, se hacía de la vista gorda a todo lo que pasaba y repetía acciones ya practicadas con éxito en Venezuela. 

Es evidente que, en todos los países en donde hay un presidente de la República en funciones, debe haber un vicepresidente, para que lo reemplace en la eventualidad de que muera, renuncie o, por alguna otra razón constitucional, tenga que dejar el poder.

La Constitución 2008 dice, en su artículo 143 que: Las candidaturas a la Presidencia y a la Vicepresidencia de la República constarán en la misma papeleta. La Presidenta o Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente serán elegidos por mayoría absoluta de votos válidos emitidos. Si en la primera votación ningún binomio hubiera logrado mayoría absoluta, se realizará una segunda vuelta electoral dentro de los siguientes cuarenta y cinco días, y en ella participarán los dos binomios más votados en la primera vuelta. No será necesaria la segunda votación si el binomio que consiguió el primer lugar obtiene al menos el cuarenta por ciento de los votos válidos y una diferencia mayor de diez puntos porcentuales sobre la votación lograda por el binomio ubicado en el segundo lugar.

Así mismo, el artículo 149 determina que, quien ejerza la Vicepresidencia de la República cumplirá los mismos requisitos, estará sujeto a las mismas inhabilidades y prohibiciones establecidas para la Presidenta o Presidente de la República, y desempeñará sus funciones por igual período. La Vicepresidenta o Vicepresidente de la República, cuando no reemplace a la Presidenta o Presidente de la República, ejercerá las funciones que ésta o este le asigne.

No trataré sobre los presidentes de los años 2007 - 2018. A las acciones de los dos me he referido en ocasiones anteriores, con la tristeza de saber que sus gobiernos, incluso si el actual hace bien las cosas entre 2019 y 2021, dejarán a nuestros hijos, nietos y demás descendientes, una herencia muy triste de falta de moral, lo fundamental; gran corrupción y mal gobierno. Destacaré solamente que el país mira atónito cómo el Socialismo del Siglo XXI hizo de las suyas con los recursos del Estado y con los obtenidos por deuda, que suman cientos de miles de millones de dólares; y que, la corrupción brilló en su máximo esplendor en las más altas esferas del gobierno anterior, que decía en 2007 que encargaría las más importantes funciones a gente de “mentes lúcidas, manos limpias y corazones ardientes”.

La verdad es que Correa y sus seguidores cercanos tuvieron mentes lúcidas para armar toda la trama de los perjuicios irrogados al país y al parecer, en su gran mayoría, salir indemnes y con el halo de “perseguidos políticos”; tuvieron manos listas a empuñar el dinero de nosotros los ciudadanos y enviarlo a donde nadie pueda recuperarlo; y, sus corazones no fueron ardientes, sino fríos y calculadores, para organizar, aparentemente desde antes de posesionarse, la forma en que se perpetuarían en el poder, siguiendo los pasos de sus mentores Castro y Chávez; se apropiarían del dinero del pueblo en cantidades inimaginables, para beneficio personal y familiar; y, cubrirían su retirada, si era necesaria, con leyes ad hoc, organizaciones claves y gentes incondicionales.

El Ecuador ha tenido tres vicepresidentes durante la vigencia del Socialismo del Siglo XII: Lenin Moreno (2007 – 2013) Jorge Glas (2013 – 2017) y Alejandra Vicuña (2018), aún cuando en este último año el gobierno parece querer desmarcarse del que fue su ideario anterior.

Lenin Moreno nació el 19 de marzo de 1953 en Nuevo Rocafuerte, Orellana, Amazonía ecuatoriana. Hijo de Servio Tulio Moreno, y Lilian Garcés, ambos maestros de escuela. Su padre fue cuatro veces legislador. El nombre "Lenin" lo eligió su progenitor en honor de Vladímir Ilich Uliánov, Lenin. No terminó las carreras de Medicina y Psicología. Fue expulsado de la universidad por participar en una huelga de estudiantes. Licenciado en Administración Pública por la Universidad Central del Ecuador, se desempeñó como profesor secundario y posteriormente creó una empresa para la promoción del turismo en Ecuador. Participó en la creación de la Cámara de Turismo de Ecuador, llegando a ser Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo. [1]_/

Hombre de confianza de Rafael Correa desde la fundación del Movimiento Alianza PAÍS, en 2006, en el año 2007 fue elegido vicepresidente de la República, resultando reelegido para el período 2009-2013. Su exitosa labor en la vicepresidencia de la República en pro de los discapacitados (él sufrió hace años un ataque a bala que lo obligó a usar silla de ruedas), lo catapultó a la fama internacional, lo que le hizo merecedor de condecoraciones de varios países y de un encargo de la ONU en pro de ese grupo de personas en el mundo, que ejerció entre 2013 y 2017.

Debido a que Correa no quiso participar en las elecciones del año 2017, argumentando que tenía abandonada a su familia, pero en realidad porque podía perder las elecciones, fue propuesto para candidato presidencial por Alianza País y, luego de la segunda vuelta electoral, el CNE lo declaró ganador y presidente de la República.

Poco después de posesionado como presidente, se distanció de Correa, porque éste le aseguró públicamente que le dejaba la mesa servida y le entregó una guía del gobierno para sus primeros 100 días de actividad; y, lo que constató fue que no había tal mesa servida, que el Estado debía muchos miles de millones de dólares y que la corrupción de varios de los más altos personeros del gobierno era innegable e inocultable.

Moreno argumenta que todos los pecados del gobierno anterior fueron posteriores a su salida de la Vicepresidencia y que después él no sabía lo que pasaba. Sin embargo, era un entusiasta impulsor del Socialismo del Siglo XXI hasta el 2017, cuando ya era presidente; conocía desde el principio el temperamento de Correa,  el reemplazo violento de los congresistas elegidos por el pueblo con los llamados “de los manteles”, lo que se urdió para la desaparición del Congreso y la aprobación de la Constitución estatista basada en el ideario del Socialismo del Siglo XXI, muchas de las acciones contrarias a la libertad de expresión, los ataques a quienes de una u otra manera hacían oposición, el hecho de que el presidente no dejó de ser candidato ni un solo día y la forma en que se generó,  por la vía de los bonos a más de un millón de personas y los cargos públicos para cientos de miles de personas, toda una red de incondicionales que debían apoyar al gobierno obligatoriamente. Es más, su campaña presidencial fue apoyada por el gobierno de Correa, que no respetó las normas electorales.    

Jorge Glas nació el 13 de septiembre de 1969 en Guayaquil, en una familia de clase media. Sus padres son Norma Espinel Aráuz y Jorge Glas Viejó. Es el mayor de tres hermanos. Tuvo que trabajar desde su adolescencia para ayudar económicamente a su madre divorciada y mantener su hogar. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Cristóbal Colón. Se unió a los Boy Scouts de Guayaquil, donde conoció a Rafael Correa, quien era dirigente de grupo. En la Escuela Superior Politécnica del Litoral, se graduó de Ingeniero en Electricidad y Electrónica en 2008. Trabajó en el canal de televisión TV Satelital, donde llegó a ser gerente y presentador de un programa de análisis económico y de opinión desde el año 2004 hasta su ingreso al gobierno en el 2007. En 1995, se enlistó como reservista militar para instalar redes de comunicación en la Amazonía ecuatoriana durante la Guerra del Cenepa. En el año 2000 se casó con Cinthia Díaz Aveiga, con quien tiene dos hijos. Entró al gobierno de Rafael Correa en diciembre del 2006, como gerente del Fondo de Solidaridad. En abril del 2010 asumió el Ministerio Coordinador de los Sectores Estratégicos hasta el 2013 en donde participó como candidato a la Vicepresidencia del Ecuador por el Movimiento Alianza PAIS en las elecciones presidenciales del 17 de febrero del mismo año, resultando ganador junto a Rafael Correa. [2]_/

Fue propuesto en 2017 para la reelección en la papeleta electoral de Lenin Moreno y el CNE le declaró vicepresidente. Se posesionó, pero a los pocos meses fue acusado de asociación ilícita y sancionado con 6 años de cárcel, que se halla cumpliendo. La razón de la sentencia fue que, junto con un tío suyo, que también está preso, y con otras personas, había tenido asociación ilícita para perjudicar al Estado en varios millones de dólares.

María Alejandra Vicuña Muñoz nació en Guayaquil en febrero de 1978. Tiene título de Psicóloga clínica y, al parecer, ha egresado de una Maestría en Administración de Empresas por la Universidad de Guayaquil. Se ha autodefinido como feminista y revolucionaria. Fue asambleísta desde el año 2009 hasta el 2016. También fue parte de la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología y Comunicación para el Parlamento Latinoamericano e integró el Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres. Coordinó el Grupo Parlamentario por la Garantía de Derechos de Niñez y Adolescencia y fue delegada de Ecuador en la Unión Interparlamentaria, (UIP). Fue coordinadora regional de Talento Humano del Servicio de Rentas Internas (SRI) y gerente de Marketing del Ministerio de Turismo (MINTUR) en la Región Costa. Posteriormente fue designada por el presidente Lenin Moreno ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda. En octubre de 2017 le fue encargada la vicepresidencia de la República y en enero de 2018 la Asamblea la eligió vicepresidenta. [3]_/

En octubre de 2018, un exasesor de la señora Vicuña la acusó de obligarle a que le entregue una parte de su sueldo cada mes, cuando ella era asambleísta.  Ella no lo negó, su padre dijo que eran varios los que lo habían hecho, pero los dos explicaron que eso no era delito, porque las entregas eran voluntarias y que su destino era el fondo financiero del movimiento político Asociación Bolivariana Alfarista (ABA). Lo cierto es que el dinero se depositaba en la cuenta particular de la vicepresidenta y el movimiento ABA no está reconocido legalmente. Resta saber cuál fue el destino de los dineros recibidos y si se ocuparon en gastos personales de la receptora, lo que le llevaría a un problema legal muy comprometedor.

Según los datos de prensa, Moreno y Glas reciben asignaciones mensuales como exvicepresidentes. La primera no debería ser cuestionada, porque es un derecho legal logrado por el tiempo que fue vicepresidente. La segunda sí debe ser protestada. NO puede ser que una persona que ha recibido una sentencia condenatoria por la justicia nacional por haberse apropiado de millones de dólares del Estado, reciba de éste un reconocimiento por tal hecho. Soy del criterio de que un delincuente que atraca a alguien afecta a una persona y eventualmente a una familia, pero quien se apropia de los fondos públicos se va en contra de los intereses de toda la población, peor todavía si llegó al cargo por elecciones. Además, es evidente que no lo hace para cubrir sus necesidades básicas, sino por avaricia.

Pido, por favor, que la Asamblea Nacional apruebe una ley para solo entregar la asignación mensual a quienes terminan sus periodos electorales y, en el caso de quienes han perjudicado al país, no se les entregue aun cuando hayan terminado la función en el tiempo previsto. 

La aspiración personal y creo que de toda la ciudadanía es que el próximo vicepresidente, el señor al que lo respaldan los políticos más influyentes del país en el actual momento y que tiene la votación favorable asegurada en la Asamblea, sea sobre todo un hombre honrado, capaz y trabajador. Al parecer no tiene experiencia en la administración pública, pero ojalá cumpla sus funciones a satisfacción. No hay que olvidar que su función principal es reemplazar al presidente en cualquier caso de ausencia definitiva y que debe aportar para que el país salga de la crisis. Otto Sonnenholzner es un reconocido periodista y radiodifusor de Guayaquil. Fue presidente de la Asociación de Radiodifusión del Ecuador (AER) en Guayas. El candidato tiene apenas 35 años y tiene título de economista con estudios en Alemania. Fue catedrático de Economía en la Facultad de Ciencias Empresariales. Habla inglés, francés y alemán. Actualmente es directivo de radio Tropicana. Tiene familiares vinculados a la radiodifusión, como Ramón Sonnenholzner, su padre. Está casado y tiene tres hijos. [4]_/ Que Dios le guíe y haga bien al país.