martes, 26 de julio de 2022

 

BOLETÍN 264: EL MUNDO, EL ECUADOR Y LA INFLACIÓN 

En la macroeconomía hay 4 indicadores básicos que deben tenerse en cuenta: la tasa de interés, relacionada con el precio del dinero; la tasa de cambio, relacionada con el valor internacional de la moneda; la tasa de inflación relacionada con los precios de los bienes y servicios; y, la tasa de crecimiento del gasto fiscal. En un gráfico, están representadas por líneas que forman un cuadrado, no un rectángulo.

En el momento en el que una de ellas se mueve para adquirir mayor tamaño o hacerse más pequeña, afecta a las otras tres y es necesario que se tomen medidas económicas que restablezcan el equilibrio. Por lo general, esa es la tarea del gobierno.

El Ecuador, desde que está dolarizado, no tiene forma de actuar sobre la tasa de cambio y en consecuencia, solo puede formular políticas que incidan sobre los otros tres elementos, generando rigideces especiales para el gobierno nacional. 

En una economía de mercado los precios de los bienes y de los servicios están sujetos a cambios. Algunos aumentan y otros disminuyen. Existe inflación cuando se produce un aumento general de los precios, no solo de artículos individuales, que da como resultado que por cada unidad monetaria puedan adquirirse hoy menos bienes y servicios que ayer. Es decir, la inflación reduce el valor de la moneda con el tiempo. [1]_/

En los países desarrollados la inflación no es un problema, o no lo era hasta hace poco, porque los precios de los productos cambiaban anualmente en porcentajes poco significativos. Eso no sucede en los países subdesarrollados, donde la inflación es un problema de muy alta complejidad para los gobiernos, porque afecta especialmente a la población de menores ingresos.

Algunos países de América Latina han sufrido tasas anuales de inflación muy elevadas, que han tenido que ser controladas, entre otras acciones, por fuertes devaluaciones de la moneda.

En 1973, cuando el autor de este artículo vivía en Chile, la tasa de inflación era tan alta y el tipo de cambio estaba tan afectado por ella, que mientras en el mercado oficial un dólar valía 100 escudos, en el mercado paralelo (negro) valía 1100 escudos. Ello llevó a que Naciones Unidas decida pagar los sueldos a sus funcionarios el 50 por ciento en moneda nacional chilena y el 50 por ciento en dólares, para evitar que haya un poder adquisitivo personal muy elevado, derivado de la eventual venta de los dólares en el mercado negro. 

En la actualidad, la información internacional revela que, en parte como resultado de la pandemia del COVID 19 y en parte de la crisis energética y de abastecimiento de alimentos generada por la invasión de Rusia a Ucrania, la inflación es un serio problema de los países desarrollados, especialmente en la Unión Europea, Japón y Estados Unidos, y por consecuencia, un problema mucho mayor de los países subdesarrollados.

Como agravante de los daños provocados por la pandemia de COVID-19, la invasión rusa a Ucrania ha exacerbado la desaceleración de la economía mundial, que está entrando en lo que podría convertirse en un período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación, según el último informe “Perspectivas económicas mundiales” elaborado por el Banco Mundial. Este contexto aumenta el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente perjudiciales tanto para las economías de ingreso mediano como para las de ingreso bajo.

Se prevé que el crecimiento mundial descienda del 5,7 % en 2021 al 2,9 % en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1 % que se anticipó en enero. Se prevé que oscile en torno a ese ritmo durante el período 2023-24, a medida que la guerra en Ucrania afecte la actividad, la inversión y el comercio en el corto plazo; la demanda reprimida se disipe, y vayan eliminándose las políticas monetarias y fiscales acomodaticias. Como resultado de los daños derivados de la pandemia y la guerra, este año, el nivel de ingreso per cápita de las economías en desarrollo se ubicará casi un 5 % por debajo de su tendencia previa a la pandemia.

“La guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministro y el riesgo de estanflación afectan el crecimiento. Para muchos países, será difícil evitar la recesión”, afirmó el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass. “Los mercados están expectantes, por lo que es urgente fomentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se requieren cambios en las políticas fiscales, monetarias, climáticas y de endeudamiento para contrarrestar la asignación inadecuada de capital y la desigualdad”. [2]_/

La estanflación en un país es la combinación de inflación y estancamiento económico. Dicho fenómeno une estos dos conceptos, que cuando se producen a la vez son devastadores para la economía.

En otras palabras, la estanflación surge cuando la economía de un país se encuentra estancada, es decir, no crece y, a la vez, se encarece el costo de vida, motivado por una elevada inflación. Esta combinación provoca el empobrecimiento de la población.

El origen del término “estanflación” se remonta al discurso frente a la Cámara de los Comunes que diera en 1965 el, por entonces, ministro de finanzas británico, Ian McLeod. El alto funcionario aseguró que el Reino Unido se encontraba en una especie de “stagflation”, combinando las palabras inflation (inflación) y stagnation (estancamiento). [3]_/

El país con mayor inflación proyectada en el mundo para el año 2022 es Venezuela, líder también en este indicador en 2021, llegando casi al 1600 por ciento. Lejos, pero con cifras muy altas está Sudán, con cerca del 360 por ciento; los demás países de alta inflación no superan el 100%, llevando la delantera Zimbabwe con el 98,5%. Constan después Yemen y Surinam con tasas del 64% y el 59%. Les siguen: Argentina, con el 48%, Irán, con el 40%; Etiopía con el 27%, Angola, con el 26%; y Zambia, con el 21%. [4]_/

Por tanto, en América Latina, dos países que por su tamaño y sus recursos naturales debieran tener economías sólidas, Venezuela y Argentina, orientados hacia el socialismo, están sufriendo y lo harán en mayor grado en 2022, serios problemas económicos y devaluaciones fuertes.

Para los demás países las tasas de inflación no serán muy altas, en varios casos menores de 10 por ciento, lo que será de importancia para su crecimiento económico.

La tasa de inflación interanual de enero de 2022: en Colombia fue de casi 7%, mucho mayor que la de enero de 2021; en Ecuador creció desde una cifra negativa del 1,6% en enero de 2021, a 2,56% en enero de 2022; la tasa del Perú se duplicó al pasar de 3% a poco más del 6%; en Bolivia bajó de 1,17% a 0,74%; en Chile más que se duplicó, al pasar de 3,1% a 7,7%; en Brasil sucedió algo parecido, al pasar de 4,6% a 10,4%; en Paraguay se elevo de 2,6% a 7,9%. [5]_/

A partir de febrero las condiciones han cambiado mucho, por el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, el mantenimiento del COVID como una un problema importante y la existencia de montos de deuda pública significativos.

El Ecuador, históricamente, no ha sufrido los graves problemas de inflación de otros países. La dolarización ha hecho que ese problema sea relativamente menor que en otras partes y hasta podría decirse que ha habido deflación (baja de los precios) en algunos años.  Según el INEC, en 2016 fue de 1,73% y descendió a 0,42% en 2017 y a -0,22% en 2018, para registrar 0,27% en 2019, -0,34% en 2020 y 0,13% en 2021.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Ecuador se elevó y se ubicó en 3,38% en mayo de 2022, en comparación con el mismo mes de 2021, según el INEC. En términos mensuales, el IPC subió 0,56% en mayo, comparado con abril de 2022. … Las ciudades en que más se incrementaron los precios al consumidor en un año son Manta, con 4,20%; Cuenca, con 3,86%; y Santo Domingo, con 3,62%. En Guayaquil el IPC se elevó 3,44% entre mayo de 2021 y el mismo mes de 2022. Y en Quito ese indicador subió 3,30% en el mismo periodo. El alza de precios se debe a un incremento en nueve de los 12 grupos de productos que forman la cesta con la que el INEC calcula el IPC. El transporte encabeza la lista, con un aumento de precios de 1,27%; seguido por alimentos y bebidas no alcohólicas, con 0,84%; y por los precios de muebles y artículos del hogar, con 0,31%. La categoría que más bajó de precio fue la de prendas de calzado. Su incidencia anual en el IPC fue insignificante. [6]_/

Este año, posiblemente se eleve en algunos puntos, por efecto combinado de la pandemia, la invasión rusa a Ucrania y los problemas internos de tipo ambiental, político y social.

El gobierno ha fallado en su política de comunicación a la población con respecto a los efectos de cada uno de esos temas y al por qué del aumento de los precios, en el cual el efecto exógeno es mucho mayor que el interno.

La pandemia indudablemente repercutió de manera muy importante en la actividad económica nacional y sigue haciéndolo, de tal forma que reduce la posibilidad de recuperar el dinamismo o de lograrlo, en la producción y el empleo de los diferentes sectores.

La invasión rusa a Ucrania provocó la actual crisis energética y de abastecimiento de importantes productos en todo el mundo. El aumento del precio del petróleo si bien mejora las recaudaciones por las exportaciones nacionales del crudo, encarece las importaciones de los combustibles y tiene un efecto neto menor al que la gente piensa que existe. La reducción de las exportaciones de trigo, aceite de girasol, fertilizantes y otros productos químicos desde Rusia y Ucrania, siendo ellos parte de los grandes abastecedores mundiales, hace que los precios de esos productos se eleven considerablemente. El corte del abastecimiento de gas a Europa por Rusia eleva los precios de los productos europeos en el mundo.

Todo ello confluye para que se produzcan dos efectos perniciosos para la economía mundial: lento crecimiento del PIB e inflación, con lo que a países como el Ecuador, su ya delicada condición económica se vuelve muy difícil de manejar.

Las altas inflaciones actuales de Estados Unidos, el Japón y la Unión Europea, encarecen sus productos y no debemos olvidar que ellos son importantes exportadores al Ecuador de bienes industriales y de servicios, con lo que los precios internos de esos bienes y servicios necesariamente se elevan y no es posible controlarlos.

Por otra parte, los productores de los países que pueden de alguna manera compensar la falta de oferta de Rusia y Ucrania, con productos iguales o con sustitutos, no desaprovecharán la posibilidad de vender a precios mayores y eso incidirá también sobre el Ecuador.

Un ejemplo muy claro es el de los fletes desde y hacia los mercados más importantes del Mundo. No solo que el costo del transporte se ha elevado significativamente, sino que no hay suficientes contenedores ni frecuencias de buques por estos lares y para ciertos destinos claves, con lo que se encarecen y reducen las exportaciones posibles desde el país.

Lamentablemente, el efecto de todo esto en el ámbito social será muy importante, porque la inflación afecta de manera más grave a la población más pobre, que exige controles de precios que para la economía no son sanos, porque generan desabastecimiento y mercados paralelos, mira cada día más difícil acceder a empleos con remuneración satisfactoria y siente hambre, impulsora de acciones delictivas o de protestas incontrolables.

Al gobierno le toca diseñar y poner en práctica políticas adecuadas que le permitan al país crecer al menos al 5% anual en los próximos dos años. Sé que será muy difícil por acción de aquellos que quieren volver a tener el Estado bajo su control. El presidente Lasso debe entender que, si no toma el timón de inmediato, como debió hacer desde el inicio de su gobierno, esta frágil nave que es el Ecuador irá a parar a ese mar borrascoso del socialismo del siglo XXI, y sin duda naufragará por culpa de un capitán que buscó ser el piloto por muchos años y al parecer no sabía a qué puerto llegar, ha carecido hasta de brújula y no se diga de tripulación confiable.

 


viernes, 15 de julio de 2022

 

BOLETÍN 263: MI PRIMERA NOVELA

Durante muchos años estuve dedicado a escribir sobre Macroeconomía, Desarrollo, Comercio Internacional y otros temas de importancia para los lectores. El resultado está en más de 30 libros propios y de coautoría, más cientos de artículos y un diccionario económico en proceso.

Solamente una vez me aparté de ello y escribí el texto de mi libro PARADAS EN EL CAMINO, que recoge vivencias muy especiales, como cuentos o anécdotas.

Ese libro fue muy bien recibido cuando lo produje y después, porque según un articulista del diario EL COMERCIO y muchas otras personas, demostraba habilidad en el manejo de la trama, lenguaje sencillo y generador de interés, por la secuencia de las narraciones.

Basado en ese antecedente, en septiembre próximo publicaré en Quito, mi primera novela, que se titula: AMORES DE ESTUDIANTES, APASIONADOS Y CAMBIANTES, de alrededor de 200 páginas llenas de situaciones derivadas de los amores de dos colegiales e informaciones turísticas del Ecuador muy interesantes, en el trayecto Tulcán – Quito – Quinindé.

Se basa en hechos reales que acontecieron en los primeros años cincuenta, inicialmente en Tulcán, mi ciudad natal, y que involucraron a un joven y una señorita, que se fugaron un día con el deseo de que sus padres se vean obligados a autorizar su matrimonio, en una época muy conservadora.

La fuga generó serios problemas familiares, repercusiones en el colegio en el que estudiaban los chicos, varios eventos citadinos derivados de aquella aventura y acciones de las autoridades, la prensa y el pueblo, que imagino y enfoco cuidadosamente.

La novela se refiere a las costumbres de aquél entonces en las familias, con respecto al enamoramiento de los chicos.

Luego imagina todos los problemas de los fugados durante los días que estuvieron fuera del control de los padres, y analiza los efectos de un matrimonio obligado.

Se refiere a la nobleza del campesino que los encontró y los llevó de regreso a la ciudad.

La decisión del padre del novio de ayudar a su hijo para que termine sus estudios y luego para que encuentre un empleo.

La actitud de la madre de la protagonista, que ni antes ni después del matrimonio estuvo de acuerdo con que se case su hija en esas condiciones e influyó en el final.

El hecho real de que el novio debió ir a estudiar en Quito los pocos meses que le faltaban para graduarse de bachiller y las dificultades que afrontó.

Después, su obtención de un empleo en un lugar remoto cerca de Quinindé y su desempeño como profesor y motivador de mejoras para el pueblo.

Los problemas de la hijita de familia, niña consentida, citadina, que debió aprender los quehaceres del hogar y luego vivir en un sitio inhóspito.

El embarazo y las molestias para la pareja en un sitio donde no había médicos.

Más tarde, los problemas conyugales y la separación.

Luego, el abandono de la esposa al marido y la hijita.

Los reclamos judiciales de la patria potestad.

El amargo desenlace.

Para que la novela tenga condimentos sobre la importancia de la educación en el hogar, los valores personales, algunos aspectos turísticos, ciertas características de las carreteras y de los vehículos de transporte, se incluyen detalles muy cercanos a la realidad de entonces.

Por ejemplo, se hace alusión a la forma en que se viajaba de Tulcán a Quito en los años 50, lo demorado del viaje, de entre 10 y 12 horas y lo que se saboreaba en cada pueblo por donde se pasaba.

Así mismo, se relata el viaje de Quito a Quinindé, por otras 12 horas, en bus desde la capital hasta Santo Domingo y en camión mixto desde esa población hasta Quinindé y las situaciones que debían afrontar los pasajeros en el trayecto, al igual que los paisajes y las novedades que se aparecían a los viajeros.

Por otro lado, se incluyen textos de cartas románticas, poesías y letras de canciones que estaban de moda en esos tiempos.

Estoy seguro de que los lectores no se aburrirán.

El licenciado Jorge Bolaños Rojas, mi amigo desde la infancia, reconocido escritor carchense, al referirse a la obra, entre otras valiosas referencias, dice:

“He tenido la oportunidad de leer el libro. La verdad, hasta el nombre de la obra cautiva, porque, con justicia, encierra los avatares de una historia de amor suscitada en el entonces Colegio Nacional “Bolívar” de la ciudad de Tulcán, creado por el general Eloy Alfaro el 19 de mayo de 1896.

La indicada historia, en los inicios de los años cincuenta, embelesa y nos transporta a los tiempos pasados de aquel colegio mixto en una ciudad con un profundo sentido conservador dentro del actuar y proceder. Una narración que estimula el seguir adelante y no cansa al lector, con la trama tan interesante, que hace de su lectura una sana paz, transportándonos a los tiempos juveniles de épocas, en las cuales, la autoridad de los progenitores tenía mucho que ver en la formación de los valores morales de quienes iniciaban su vida al compás de la grata sorpresa de sentir el amor por primera vez.”

En páginas a color se incluirá fotografías alusivas al texto. El reverso está disponible para pautas publicitarias al gusto del contratante, a recibir en llunao@uio.satnet.net hasta el 8 de agosto. Los interesados deberán pagar USD 200 por página, valor por el que recibirán además 20 libros.

Los potenciales lectores o interesados de Quito tienen la posibilidad de adquirir, previo a la presentación, uno o varios ejemplares, a 10 dólares cada uno, depositando el valor en la cuenta 1222333 del Banco del Pacífico, enviando a mi correo copia del depósito y el nombre y la dirección de entrega.

La presentación del libro se hará el 5 de septiembre de 2022. Se informará oportunamente el lugar y la hora. AGRADECERÉ MUCHO SU APOYO.

El libro tendrá el precio al público de 14 dólares. Usted ahorrará USD 4 en cada ejemplar, que puede ser un bonito regalo en la Navidad próxima.