domingo, 30 de agosto de 2020

 BOLETÍN 223: ECUADOR: CON LA MIRA EN LAS ELECCIONES Y PELIGRO DE FRAUDE ...

La democracia es un ideal reconocido mundialmente y uno de los valores básicos y principios de las Naciones Unidas. La democracia suministra un medio para la protección y el ejercicio efectivo de los derechos humanos. Esos valores se han incorporado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y han sido elaborados aún más en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que consagra una multitud de derechos políticos y libertades civiles en los que se basan las democracias significativas. [1]_/

Dice la teoría que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Y, en muchísimos países del mundo en los que se dice que hay democracia, la gente va a votar a favor de unos supuestos salvadores de la Patria que ofrecen el oro y el moro, en unos casos como el nuestro por obligación legal y en otros por voluntad personal, en el único acto supuestamente democrático en el que participa la ciudadanía, después del cual lo único que  puede hacer es cuidarse de la incapacidad de los gobernantes, el diluvio de tributos, la falsa publicidad oficial, las acciones demagógicas y la rampante corrupción.

Lamentablemente, el abanico de las supuestas “democracias” es muy rico y cubre 180 grados. Lo mismo se proclama democrático un país socialista o comunista con un solo partido aceptado oficialmente y gobernante que conculca las libertades a su gusto y castiga a los opositores, como uno liberal y capitalista en donde se dice que cada persona tiene todos los derechos que no afecten los derechos de las otras personas; u, otros, como el Ecuador, que en su Constitución dice que es un Estado de Derechos y no de Derecho, en el que se practica una democracia sui generis y rige el péndulo gubernamental por el cual lo que hizo el anterior gobierno no vale y hay que tomar otra ruta; no hay respeto por las instituciones del Estado, que han caído muy bajo por inoperantes; no hay partidos ideológicos, porque terminó con ellos el régimen anterior; no hay líderes nacionales de raigambre nacional y visión de estadistas; hay gobernantes y exgobernantes con grillete fácil de sacar; hay más de 250 movimientos politiqueros de ocasión; no existe una estrategia nacional de desarrollo; y, se sabe que ningún genio nos podrá  sacar totalmente de la crisis, por lo menos en los próximos 10 años.  

El Ecuador está próximo a sufrir otro periodo de elecciones presidenciales y con ellas a tener la vuelta o la aparición de una enorme cantidad de políticos, figurones, chimbadores, delincuentes y movimientos que tratarán de tener inmunidad temporal u ocupar la silla presidencial con distintos propósitos, unos buenos y otros pésimos. Tras elecciones primarias se conoce 19 precandidatos de todos los colores y olores, unos ya conocidos por sus varias postulaciones, otros que piensan iniciarse y de golpe y porrazo llegar a la Presidencia y los terceros, que saben que nunca llegarán, pero que aspiran a poner aunque sea un asambleísta que, en momentos cruciales, pueda “negociar” su voto con depósitos millonarios en países amigos de ellos, a cambio de posiciones estratégicas en ministerios, embajadas, consulados, empresas del Estado; o con adjudicaciones de compras públicas en las cuales no haya competidor que valga.

Unos candidatos se piensan estadistas y consideran que tienen los conocimientos y la experiencia necesarios para cumplir con el país, hacer una buena tarea desde el gobierno y dejar su nombre ubicado entre los pocos presidentes, contados con los dedos de una mano, que la historia nacional recoge como valiosos. Piensan en que tienen atrás buenos equipos de colaboradores, han sabido llevar bien sus grandes empresas por mucho tiempo, tienen contactos excelentes financieros y no financieros en el exterior, conocen gente del país en todas las provincias para los cargos de tercera o cuarta línea y creen que superar la crisis será difícil, pero ellos ya han pasado momentos complicados y los han superado. Además, algunos saben que tuvieron la oportunidad de llegar a la Presidencia y ganaron las elecciones con los votos, pero las perdieron a la hora de que se cuenten los sufragios o por oportunos apagones.

Otros consideran que es hora de demostrar que sus movimientos políticos (aquí ya no hay verdaderos partidos ideológicos) son fuertes y capaces de lograr, solos o en conjunto con otros grupos, los votos suficientes de la población para gobernar, hacer obras y dictar leyes que otorguen grandes beneficios económicos y sociales a las directivas y empresas respectivas, porque por lo general, el resto de los miembros de esos grupos se contentan, si es posible, con lograr cargos menores y sueldos bajos, pero que les dan alguna tranquilidad financiera. 

Los terceros piensan que la plata del Estado es para quienes gobiernan y sus familiares y que hay que probar suerte, para llegar a Carondelet con sus propios votos o los de otros, pero llegar, vía ministerios u otras instituciones, mediante acuerdos legales o por debajo de la mesa, para usufructuar de la posición en que se ubiquen y dejar una fortuna a los hijitos …

Algún indígena y otro que pasa por tal sueñan con llegar al poder. Se ven en el espejo y miran a Evo Morales. Creen que podrán lograr más de lo que pudo el boliviano. Piensan que este país es diferente al del sur, pero que lo más importante de su gobierno será superar 500 años de maltrato de los blancos y mestizos, buscando mejorar mucho las condiciones de vida de los de su raza y los afroamericanos, para lo cual un instrumento fundamental será una reforma agraria que piensa redimirá a los campesinos con solo repartir las tierras a los que las trabajan. Como saben que solos no podrán triunfar, buscarán alianzas con otros grupos que se mantienen permanentemente en plan de lucha social, ofreciendo el reparto de responsabilidades. Ofertas de sus campañas serán aplicar el sumak kawsay para que vivamos en comunidad;  cerrar los pozos petroleros y dejar el oro, la plata y el cobre bajo tierra; respetar a la Pachamama solo extrayendo lo muy necesario para una vida frugal; y, repartir todo lo necesario gratis a costa del Estado, cuyos recursos se cuidarán mucho de decir de dónde van a obtener, porque a los ricos se les puede confiscar, pero eso vale por una sola vez si es que se puede …

Hay también los que buscan venganza de sus antes incondicionales, hermanos se decían, que les han perseguido y sacado a flote varias de sus malas acciones cuidando de que no les afecten a ellos, porque “no fue en su tiempo” o desconocían pues “estaban absolutamente dedicados a cumplir con sus tareas y no sabían otras andanzas”.

Los que nunca hemos sido parte de partidos políticos o grupos politiqueros y por tanto no hemos ganado una elección de esta clase y no hubiéramos querido votar en ninguna, estamos seguros de que muchas de esas recientes “muy importantes” contiendas políticas fueron ganadas con fraude científico gestado desde las altas esferas estatales, para beneficiar a los candidatos del gobierno de turno, que se vanagloriaban de haber ganado muchas elecciones.

Aleccionados por sus amigos del exterior, actuaron de la forma siguiente, según se desprende de las acusaciones oficiales, los datos de prensa y lo que se podía ver:

Obtuvieron de grandes contratistas del Estado un aporte “voluntario” de millones de dólares que servían para financiar transporte, sánduches, colas y bonificación, para los miles de partidarios que asomaban en todas partes del país. Por supuesto, los candidatos veían que se gastaba a manos llenas, pero según algunos dicen, no se preocupaban por el origen de los fondos, porque confiaban ciegamente en el “compañero tesorero”, quien perdió la memoria en 2017.  

Para que no se huela el mal olor de los negociados se adoptó como norma aprobar las famosas leyes y los decretos que multiplicaban la frase “por esta sola vez” y se les quitó a las entidades de control y fiscalización los controles previo y posterior, o se puso en ellas de jefes a los partícipes de las ganancias o a parientes que sacrificaron sus principios en aras del “proyecto”.

A propósito, según la justicia ecuatoriana, ya salió de la cárcel un individuo que había recibido una fuerte coima de una empresa extranjera y, al parecer, por cada día que permaneció en la cárcel ganó más o menos mil dólares. Posiblemente, sobre todo ahora, habría mucha gente que querría que lo guarden un buen tiempo para salir en esas condiciones, a gozar de los dineros mal habidos, pero creyéndose en paz con la justicia y la sociedad …

Incrementaron en cientos de miles los beneficiarios de los bonos de ayuda social, insistiendo con la publicidad gubernamental en que no eran entregas de dinero del Estado, sino ayudas graciosas del presidente que solo quería que reconozcan su labor y preocupación por los pobres. Cada beneficiario y sus familiares eran votos seguros para el benefactor, porque de otra manera iban a perder el beneficio.

Aumentaron en cientos de miles los empleados del Estado, especialmente en las entidades donde los sueldos son mayores que en el promedio de la burocracia, para por esa vía también encontrar multitud de agradecidos. Por supuesto, no había nombramientos, sino contratos de trabajo temporales, para por un lado rotar beneficiarios y por otro cuidar que nadie se salga del rebaño. Los obligados a irse y los que llegaban pensaban que “de esta no hay otra” si no se respaldaba al amado y reconocido líder y se multiplicaron los diezmos y los chanchullos.

Dedicaron grandes cantidades de dinero oficial para los desplazamientos de muchos funcionarios a todo el país para elogiar las grandes obras construidas y el sacrificio de los líderes que trabajaban sin descanso por el bienestar popular y ofrecían cambiar la matriz energética y la productiva para que el país tome un nuevo y revolucionario rumbo.

Pusieron en la Asamblea Nacional a un ciento de alzamanos que no fiscalizaron nada durante una década y que vetaron todo proyecto de ley que pudiera ir en contra de los intereses de los detentadores del poder, pero aprobaron varias leyes orgánicas destinadas a cubrir las espaldas de los nuevos ricos y dieron base para que los megaproyectos estatales sean fuentes de dinero fácil para contratistas monopolistas, ministros y “el movimiento”.

Nombraron en la llamada Función Electoral solamente a gente del movimiento gobernante, de manera que se cuente los votos según las matemáticas oficiales “uno significa dos para mí y ninguno para el contrario”. Los votos reales fueron a parar en un pozo …

Finalmente, copiaron el éxito de socios listos de otros países que también ganaban sucesivas elecciones por aclamación y dejaron que la energía eléctrica desaparezca en el momento de los mal llamados conteos electorales, con lo cual se cambiaron los resultados, los perdedores salieron triunfantes y por supuesto “nadie nos puede ganar”.

Lo peor del caso es el resultado moral y efectivo. Los supuestos ganadores y por tanto gobernantes fueron parte de los que planificaron las acciones ilegales y están conscientes de que se preparó y ejecutó un fraude y de que se ganó con él o aprovechando las posibilidades que da el Estado para mover el fiel de la balanza a favor; sin embargo, con prepotencia declararon que su triunfo había sido el resultado de la voluntad popular, agradecieron la obra del mesías anterior, declararon su orgullo por haber sido parte de esa década histórica y ofrecieron continuar la obra de la querida revolución. En suma, se gobernó sobre una amplia base de corrupción, en la cual participaron los directivos del movimiento y poco a poco los individuos que miraron el desparpajo con el que sus jefes robaban y buscaron, ellos también, una parte del pastel.

El Consejo Nacional Electoral no da confianza a la ciudadanía. Su porcentaje de aceptación es bajísimo y es aún menor el de la presidenta de esa entidad. Los movimientos y los candidatos no comprometidos con la debacle nacional deben estar atentos para evitar que se repitan muchas de las artimañas reseñadas y vuelvan a dirigir el país individuos cuyos objetivos y los de su grupo distan mucho de los que debe tener esta nación para desarrollarse.

Las cualidades que debe tener el próximo presidente por lo menos son:

Un estado físico a toda prueba. Va a estar constantemente en riesgo de contagio del COVID 19 por sus movilizaciones por el país, pues aunque haya la vacuna, no se sabrá si no en algún tiempo si sus efectos son 100% efectivos y no tiene efectos secundarios.

Un concepto y una práctica de los valores más importantes, entre ellos la honestidad plena y comprobable en cualquier momento, y la humildad necesaria para saber que no es un mesías de proyección mundial, sino el mandatario temporal de un país que quiere bienestar. 

Los más amplios conocimientos, la experiencia necesaria y la capacidad para liderar a la gran mayoría de los ciudadanos del país en el esfuerzo por superar la terrible crisis actual y en los próximos cuatro años por lo menos recuperar la situación del país de antes de la pandemia, que era mala, pero que es mejor que la actual.

La capacidad de convocar a los especialistas más connotados del país en cada una de las actividades de mayor prioridad nacional, para formar un gabinete de lujo, durable y efectivo en el quehacer de todos los días, que no necesite supervisión para cumplir su cometido y que tenga total respeto por la opinión ajena, de manera que considere a sus críticos como asesores gratuitos y no como detractores.

La disposición a combatir la corrupción anterior y la eventual de su gobierno con todas las fuerzas necesarias, de manera que se aceleren los procesos, se castigue duramente a los corruptos, se recupere lo robado y se enseñe con el ejemplo la honradez a toda prueba.

Un vicepresidente hombre o mujer, con las mismas cualidades del presidente, patriota, desinteresado, comprometido de corazón a apoyarlo, fiel, capaz de remplazarlo si fuese necesario y eventualmente en condiciones de ejercer la presidencia con solvencia.

Finalmente, necesita tener la amplia visión indispensable para llevar adelante la construcción del Ecuador del futuro, desbrozando el camino de los próximos gobiernos, generando inversiones, producción y empleo, y fijando objetivos nacionales hacia el año 2040.

martes, 11 de agosto de 2020

 BOLETÍN 222.     ECUADOR, EXPORTACIONES POR BLOQUES Y PAÍSES 2019

Algo que debo reiterar en todos mis artículos sobre el comercio exterior del Ecuador es que el mercado interno del país es muy limitado en número de habitantes y monto del ingreso nacional y que ese ingreso está muy mal repartido, lo que hace que solo un porcentaje pequeño de la población signifique demanda efectiva para productos que no sean alimentos y vestido. En consecuencia, el país necesita del mercado externo para poder vender su producción agropecuaria, industrial y de servicios, y esas ventas deben ser cada vez mejores y mayores, porque esta es la forma más aconsejable de lograr las divisas que necesita para su desarrollo.

Como anoté en mi boletín anterior, son muy pocos los productos que exportamos en valores significativos. No más de diez productos significan el 90 por ciento de las exportaciones totales y solo tres de ellos representan las dos terceras partes de la cifra total de 2019. Por otro lado, el Ecuador apenas significa alrededor del uno por mil de las exportaciones mundiales, lo que hace que sus intereses y propuestas en el ámbito de los organismos internacionales que regulan el comercio internacional no sean tomados en cuenta y las reglas que debe cumplir para su intercambio sean las acordadas en la OMC y vigentes entre los grandes actores del comercio mundial, básicamente Estados Unidos, China y la Unión Europea.

Para que los problemas ecuatorianos sean mayores, Correa y el gobierno 2007 – 2017 se empeñaron en poner toda clase de cortapisas a las relaciones políticas y económicas entre el país y sus principales mercados, argumentando que defendían la soberanía del país y crearon vínculos con países socialistas que en unos casos aprovecharon la ingenuidad o el afán de recibir coimas de los “soberanistas” para crear condiciones de dominio de la economía nacional de las cuales será difícil desembarcarse; en otros casos les ofrecieron cooperación para desarrollar megaproyectos que nunca se ejecutaron (el caso más grave fue el de Venezuela y la refinería del Pacífico), y en muchos otros, gobiernos extranjeros solo sirvieron para hacer coro a malos cantantes dizque revolucionarios, pero no aportaron nada para el país ni en lo político ni en lo económico, aunque se sospecha que son “cajas fuertes” de dineros mal habidos.

A la fecha y desde que el Ecuador es república, los países y bloques económicos a los que llega la producción nacional son muy pocos. Incluso, cuando nos invitaron a ser parte de negociaciones previas a suscribir algunos acuerdos comerciales, Correa y su rebaño se dieron el “lujo soberano” (soberanamente torpe) de decir que no, para luego, en el caso de la Unión Europea, estar obligados a recibir el visto bueno de Colombia y Perú para poder firmar nuestro acuerdo en los mismos términos que esos países (con algunas variantes necesarias), so pena de quedarnos sin las preferencias arancelarias vigentes por muchos años para varios de los productos de exportación más importantes.

En este Boletín haré un análisis de las exportaciones 2015 - 2019, sobre la base de las cifras del Banco Central. Las conclusiones son pesimistas, más aún cuando el COVID 19 dejará al mundo con una economía en grave retroceso, lo que afectará la demanda de los países desarrollados y mucho más de los países en desarrollo este año y muy posiblemente el próximo o hasta cuando gobiernos y empresas encuentren la forma de reactivar los aparatos productivos y generar inversión, producción, empleo y comercio internacional.

Las exportaciones totales de 2015 sumaron 18.330 millones de dólares y las de 2019 llegaron a 22.329 millones, con un incremento muy importante del 21,8%. La participación de las ventas de productos primarios fue de 14.506 millones en 2015 y de 17.823 millones en 2019, con un aumento significativo del 22,9%. La diferencia fue una contribución de los productos industrializados, cuyo valor de exportación fue de 3.825 millones en 2015 y de 4.506 millones en 2019, con un incremento del 17,8%, menor que el registrado por los productos primarios.

La estructura de las exportaciones totales por productos que registra la estadística oficial no ha cambiado mucho a lo largo de los años, pues los productos primarios aportan con alrededor del 80% y los industrializados con el 20% restante, poco más poco menos. Resalto sin embargo, que las exportaciones de banano no se realizan “con culebra incorporada” y en racimos como muchos creen y se efectúan en cajas y contenedores refrigerados y por tanto incorporan valor agregado nacional incluso mayor que algunos productos que se catalogan como industrializados (autos ensamblados, por ejemplo); que el camarón no se pesca en el mar y exige para su cultivo piscinas, alimentos, nutrientes y toda una tecnología importante de conservación en frío para llegar al mercado internacional, lo que también supone valor agregado nacional interesante y que las rosas que se exportan no florecen en los jardines de las casas, sino que  se desarrollan en invernaderos con mucha tecnología de por medio y sistemas de control de abonos, plagas, riego, luz y otros aspectos, con programación hasta para la hora del corte, junto con formas de embalaje especiales, que implican valor agregado nacional valioso.

Con ese preámbulo, paso a mencionar que los mercados más importantes de las exportaciones ecuatorianas en 2015 fueron Estados Unidos (39,4%), la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) (22,8%), Europa (20,1%) y Asia (14,8%). En Europa, la Unión Europea fue la mayor demandante de productos nacionales, con el 15,1%. Dentro de la ALALC, los países de mayor demanda fueron Chile (6,2%), Perú (5,1%) y Colombia (4,3%). En Asia, para el 2015 las exportaciones ecuatorianas tuvieron un registro muy diversificado, de manera que el país que más compró fue China con apenas el 3,9% y Japón con el 1,8% del total de las exportaciones nacionales, mientras los otros países asiáticos del registro no llegaron al 1%.

En 2019 Estados Unidos continuó siendo el mercado principal de las exportaciones nacionales, con el 30,2% del total. Sus compras disminuyeron de 7.226 millones de dólares a 6.631 millones y su importancia relativa descendió. La ALALC aumentó sus compras de 4.185 millones de dólares a 5.736 millones y elevó su importancia relativa de 22,8% a 25,7%. Asia superó en 2019 a Europa como destino de las exportaciones, registrando en 2015 un total de 2.708 millones de dólares y en 2019 cerca de 4.834 millones, lo que determinó que su contribución al registro de las exportaciones totales pase de 14,8% en el primer año analizado a 21,6% en 2019.

En la ALALC, Panamá pasó a tener la cifra mayor de exportaciones nacionales del 2019 con 1.918 millones de dólares y el 8,6% de las exportaciones totales, cuando en 2015 apenas había registrado 442 millones y el 2,4%. Le siguió Chile, con 1.485 millones (6,7%), cifra mayor en 347 millones a la del año 2015. Perú tuvo valores absolutos de 934 millones de dólares en 2015 y 952 millones en 2019 y su participación relativa en las cifras totales bajó del 5,1% al 4,3%. La exportación a Colombia, a pesar de registrar en 2019 poco más de 855 millones de dólares, 71 millones más que en 2015, descendió en su participación relativa del 4,3% al 3,8%.

En Asia hubo un cambio muy significativo en la participación de China en las exportaciones nacionales, pues mientras en 2015 sumaron 723 millones de dólares, en 2019 se acercaron a los 2.900 millones, con una casi duplicación entre 2018 y el año siguiente. Como es obvio, la participación relativa china pasó en las exportaciones totales del país de 3,9% a 13%, ubicándose como país en el segundo lugar de los compradores, después de Estados Unidos, y considerando los bloques, como el tercero, tras de la ALALC (25,7%) y la Unión Europea (13,9%), que le supera con menos del 1%.

Se anota que gran parte de las exportaciones nacionales de productos no petroleros recibe tratamiento arancelario favorable en Estados Unidos, la Unión Europea y la ALALC. En el primer caso por decisión unilateral de los Estados Unidos, cuyo gobierno actual ha manifestado varias veces su predisposición a negociar un acuerdo comercial con el Ecuador; en el caso de la Unión Europea como consecuencia de la vigencia del acuerdo comercial y en la ALALC como resultado de la vigencia del Tratado de Montevideo y del Acuerdo de Cartagena, que para los casos de Chile, Colombia y el Perú determinan libre comercio de casi todas las mercaderías originarias y procedentes del Ecuador. En todos los casos sobre la base de normas que permiten acumulación de origen de diversos países y en ciertos productos condiciones especiales.

Es necesario comentar que entre el 2015 y el 2019 hubo incrementos relativos en las exportaciones hacia China en el 9% y hacia Panamá en el 6,2%; pero que se anotó reducción de las exportaciones hacia la mayoría de los países, siendo las bajas más notables las de Estados Unidos en el 9,3%, los otros países de Asia en el 1,8%, Venezuela en el 1,7%, la Comunidad Andina en el 1,3%, la Unión Europea en el 1,2%.

El año 2020 será de reducción notable en las exportaciones, por el efecto mundial del COVID 19 que en todas partes restringirá notablemente la demanda de todo tipo de productos, pero en especial de petróleo y de aquellos que no son indispensables o son de lujo. En el caso del petróleo, los brotes y los rebrotes del virus han obligado y siguen obligando a inmovilizar los vehículos de todo tipo en todos los países del mundo, con lo que la demanda internacional de combustibles está frenada en alto grado. Obviamente, eso incide en el volumen y el precio del crudo nacional, que en 2019 tuvo un precio promedio de 64,40 dólares por barril y que entre enero y mayo de 2020 solamente registra 38,95. El camarón tiene sin solución todavía un problema importante en el mercado chino, derivado de que las autoridades sanitarias del país respectivo dicen que han encontrado algún signo de COVID 19 en las exportaciones de dos o tres empresas ecuatorianas. Eso indudablemente va a afectar las ventas a China en un porcentaje importante. Las flores no son indispensables y pueden verse afectadas en su demanda en Rusia y otros países clientes, por lo que sus exportaciones también se reducirán.

Está por verse y ojalá en el 2021 la situación mejore para las exportaciones totales y para las destinadas a algunos países y bloques que son demandantes importantes de productos ecuatorianos o que pueden llegar a serlo, entre ellos Estados Unidos, China, la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y el Reino Unido. Es de esperar que la demanda no satisfecha en los meses de la pandemia presione y libere el resorte en el comercio mundial de algunos productos y que eso repercuta en bien del país.

Hay dos clientes potenciales que pueden expandir sus compras desde el Ecuador como resultado de la vigencia de sendos acuerdos comerciales que están aptos para dar resultados desde los próximos meses y que además pueden producir sinergias con el acuerdo comercial vigente con la Unión Europea, pues los dos actúan sobre el continente europeo. El uno es el Acuerdo Comercial con el Reino Unido. Sus términos son los acordados con la Unión Europea en lo esencial, pues ese reino era parte de la UE y al separarse de ella lo que hizo es renovar compromisos comerciales ya adquiridos en la Unión. El otro es el Acuerdo Comercial suscrito con la EFTA, formado por países europeos de poca población, pero de alto nivel de ingresos, que puede ampliar su demanda notablemente.

El Reino Unido está situado en el norte de Europa, tiene una superficie de 243.610 Km2. Su población es de 66.7 millones de personas. Es un país muy poblado, con una densidad de 274 habitantes por Km2. Su capital es Londres y su moneda es la Libra esterlina. Es una de las 10 economías más importantes del mundo por volumen de PIB. Su deuda pública en 2018 fue de 2.054.922 millones de euros, (86% del PIB). Su deuda per cápita es de 30.833€ euros por habitante. El PIB per cápita en 2018 fue de 36.410€ euros, puesto 23 entre 196. Su población tiene un buen nivel de vida. En cuanto al  Índice de Desarrollo Humano, los británicos se encuentran entre los que mejor calidad de vida tienen. Además, el Reino Unido está en el 9º puesto de los 190 del ranking Doing Business, relativo a la facilidad que ofrecen los países para hacer negocios. [1]_/ Las exportaciones ecuatorianas a ese destino de 2015 fueron de 166 millones de dólares y las de 2019 fueron iguales, pasando por casi 200 millones en 2017.

La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) es un bloque comercial creado el 4 de enero de 1960 por la Convención de Estocolmo, como alternativa a la Comunidad Económica Europea y está integrada por Noruega, Suiza, Irlanda y Liechtenstein. Su superficie es de 468.239 km². Su sede es Ginebra. La población suma 14,3 millones (2019) Las monedas que circulan son: corona islandesa, corona noruega (ISO 4217) y franco suizo. Se caracteriza por su alto nivel de desarrollo humano, con un PIB de 1 billón de dólares y un ingreso per cápita promedio cercano a 35 mil dólares anuales. Las exportaciones ecuatorianas a ese destino fueron de 27 millones de dólares en 2018 y de 36 millones en 2019.

Para que dichos acuerdos comerciales surtan efecto positivo e importante, se necesita ampliar la oferta exportable, lo que quiere decir que hay que invertir más, producir en términos competitivos, generar empleo y aprovechar las ventajas comparativas que resultan de que el Ecuador está ubicado en la zona tropical y puede producir todo el año, mientras Europa está en la zona templada y tiene cuatro estaciones. Obviamente, es muy importante contar con ventajas competitivas que deben surgir de la productividad nacional, entendida como la competitividad de las empresas y la efectividad del Estado para dotar a las empresas de la infraestructura y los servicios indispensables.

Leo y oigo muchas declaraciones de funcionarios y dirigentes gremiales sobre que la competitividad se consigue con acciones internas del país como la reducción del costo laboral; la realidad es que se necesita actualizar las normas que regulan el trabajo y sobre todo sus nuevas formas, pero hay que crear condiciones mucho mejores de competitividad hacia y en el exterior, con base en el aumento de aeropuertos internacionales, el más fácil acceso vial a los puertos de Manta y Posorja, la firma de acuerdos comerciales, el aumento de rutas y frecuencias marítimas y aéreas hacia Europa y Asia, exitosa diplomacia política y comercial, misiones empresariales, asistencia a ferias y otras acciones fundamentales. Entre el productor nacional y el consumidor extranjero el mayor costo a reducir está fuera y no dentro del país.