martes, 11 de agosto de 2020

 BOLETÍN 222.     ECUADOR, EXPORTACIONES POR BLOQUES Y PAÍSES 2019

Algo que debo reiterar en todos mis artículos sobre el comercio exterior del Ecuador es que el mercado interno del país es muy limitado en número de habitantes y monto del ingreso nacional y que ese ingreso está muy mal repartido, lo que hace que solo un porcentaje pequeño de la población signifique demanda efectiva para productos que no sean alimentos y vestido. En consecuencia, el país necesita del mercado externo para poder vender su producción agropecuaria, industrial y de servicios, y esas ventas deben ser cada vez mejores y mayores, porque esta es la forma más aconsejable de lograr las divisas que necesita para su desarrollo.

Como anoté en mi boletín anterior, son muy pocos los productos que exportamos en valores significativos. No más de diez productos significan el 90 por ciento de las exportaciones totales y solo tres de ellos representan las dos terceras partes de la cifra total de 2019. Por otro lado, el Ecuador apenas significa alrededor del uno por mil de las exportaciones mundiales, lo que hace que sus intereses y propuestas en el ámbito de los organismos internacionales que regulan el comercio internacional no sean tomados en cuenta y las reglas que debe cumplir para su intercambio sean las acordadas en la OMC y vigentes entre los grandes actores del comercio mundial, básicamente Estados Unidos, China y la Unión Europea.

Para que los problemas ecuatorianos sean mayores, Correa y el gobierno 2007 – 2017 se empeñaron en poner toda clase de cortapisas a las relaciones políticas y económicas entre el país y sus principales mercados, argumentando que defendían la soberanía del país y crearon vínculos con países socialistas que en unos casos aprovecharon la ingenuidad o el afán de recibir coimas de los “soberanistas” para crear condiciones de dominio de la economía nacional de las cuales será difícil desembarcarse; en otros casos les ofrecieron cooperación para desarrollar megaproyectos que nunca se ejecutaron (el caso más grave fue el de Venezuela y la refinería del Pacífico), y en muchos otros, gobiernos extranjeros solo sirvieron para hacer coro a malos cantantes dizque revolucionarios, pero no aportaron nada para el país ni en lo político ni en lo económico, aunque se sospecha que son “cajas fuertes” de dineros mal habidos.

A la fecha y desde que el Ecuador es república, los países y bloques económicos a los que llega la producción nacional son muy pocos. Incluso, cuando nos invitaron a ser parte de negociaciones previas a suscribir algunos acuerdos comerciales, Correa y su rebaño se dieron el “lujo soberano” (soberanamente torpe) de decir que no, para luego, en el caso de la Unión Europea, estar obligados a recibir el visto bueno de Colombia y Perú para poder firmar nuestro acuerdo en los mismos términos que esos países (con algunas variantes necesarias), so pena de quedarnos sin las preferencias arancelarias vigentes por muchos años para varios de los productos de exportación más importantes.

En este Boletín haré un análisis de las exportaciones 2015 - 2019, sobre la base de las cifras del Banco Central. Las conclusiones son pesimistas, más aún cuando el COVID 19 dejará al mundo con una economía en grave retroceso, lo que afectará la demanda de los países desarrollados y mucho más de los países en desarrollo este año y muy posiblemente el próximo o hasta cuando gobiernos y empresas encuentren la forma de reactivar los aparatos productivos y generar inversión, producción, empleo y comercio internacional.

Las exportaciones totales de 2015 sumaron 18.330 millones de dólares y las de 2019 llegaron a 22.329 millones, con un incremento muy importante del 21,8%. La participación de las ventas de productos primarios fue de 14.506 millones en 2015 y de 17.823 millones en 2019, con un aumento significativo del 22,9%. La diferencia fue una contribución de los productos industrializados, cuyo valor de exportación fue de 3.825 millones en 2015 y de 4.506 millones en 2019, con un incremento del 17,8%, menor que el registrado por los productos primarios.

La estructura de las exportaciones totales por productos que registra la estadística oficial no ha cambiado mucho a lo largo de los años, pues los productos primarios aportan con alrededor del 80% y los industrializados con el 20% restante, poco más poco menos. Resalto sin embargo, que las exportaciones de banano no se realizan “con culebra incorporada” y en racimos como muchos creen y se efectúan en cajas y contenedores refrigerados y por tanto incorporan valor agregado nacional incluso mayor que algunos productos que se catalogan como industrializados (autos ensamblados, por ejemplo); que el camarón no se pesca en el mar y exige para su cultivo piscinas, alimentos, nutrientes y toda una tecnología importante de conservación en frío para llegar al mercado internacional, lo que también supone valor agregado nacional interesante y que las rosas que se exportan no florecen en los jardines de las casas, sino que  se desarrollan en invernaderos con mucha tecnología de por medio y sistemas de control de abonos, plagas, riego, luz y otros aspectos, con programación hasta para la hora del corte, junto con formas de embalaje especiales, que implican valor agregado nacional valioso.

Con ese preámbulo, paso a mencionar que los mercados más importantes de las exportaciones ecuatorianas en 2015 fueron Estados Unidos (39,4%), la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) (22,8%), Europa (20,1%) y Asia (14,8%). En Europa, la Unión Europea fue la mayor demandante de productos nacionales, con el 15,1%. Dentro de la ALALC, los países de mayor demanda fueron Chile (6,2%), Perú (5,1%) y Colombia (4,3%). En Asia, para el 2015 las exportaciones ecuatorianas tuvieron un registro muy diversificado, de manera que el país que más compró fue China con apenas el 3,9% y Japón con el 1,8% del total de las exportaciones nacionales, mientras los otros países asiáticos del registro no llegaron al 1%.

En 2019 Estados Unidos continuó siendo el mercado principal de las exportaciones nacionales, con el 30,2% del total. Sus compras disminuyeron de 7.226 millones de dólares a 6.631 millones y su importancia relativa descendió. La ALALC aumentó sus compras de 4.185 millones de dólares a 5.736 millones y elevó su importancia relativa de 22,8% a 25,7%. Asia superó en 2019 a Europa como destino de las exportaciones, registrando en 2015 un total de 2.708 millones de dólares y en 2019 cerca de 4.834 millones, lo que determinó que su contribución al registro de las exportaciones totales pase de 14,8% en el primer año analizado a 21,6% en 2019.

En la ALALC, Panamá pasó a tener la cifra mayor de exportaciones nacionales del 2019 con 1.918 millones de dólares y el 8,6% de las exportaciones totales, cuando en 2015 apenas había registrado 442 millones y el 2,4%. Le siguió Chile, con 1.485 millones (6,7%), cifra mayor en 347 millones a la del año 2015. Perú tuvo valores absolutos de 934 millones de dólares en 2015 y 952 millones en 2019 y su participación relativa en las cifras totales bajó del 5,1% al 4,3%. La exportación a Colombia, a pesar de registrar en 2019 poco más de 855 millones de dólares, 71 millones más que en 2015, descendió en su participación relativa del 4,3% al 3,8%.

En Asia hubo un cambio muy significativo en la participación de China en las exportaciones nacionales, pues mientras en 2015 sumaron 723 millones de dólares, en 2019 se acercaron a los 2.900 millones, con una casi duplicación entre 2018 y el año siguiente. Como es obvio, la participación relativa china pasó en las exportaciones totales del país de 3,9% a 13%, ubicándose como país en el segundo lugar de los compradores, después de Estados Unidos, y considerando los bloques, como el tercero, tras de la ALALC (25,7%) y la Unión Europea (13,9%), que le supera con menos del 1%.

Se anota que gran parte de las exportaciones nacionales de productos no petroleros recibe tratamiento arancelario favorable en Estados Unidos, la Unión Europea y la ALALC. En el primer caso por decisión unilateral de los Estados Unidos, cuyo gobierno actual ha manifestado varias veces su predisposición a negociar un acuerdo comercial con el Ecuador; en el caso de la Unión Europea como consecuencia de la vigencia del acuerdo comercial y en la ALALC como resultado de la vigencia del Tratado de Montevideo y del Acuerdo de Cartagena, que para los casos de Chile, Colombia y el Perú determinan libre comercio de casi todas las mercaderías originarias y procedentes del Ecuador. En todos los casos sobre la base de normas que permiten acumulación de origen de diversos países y en ciertos productos condiciones especiales.

Es necesario comentar que entre el 2015 y el 2019 hubo incrementos relativos en las exportaciones hacia China en el 9% y hacia Panamá en el 6,2%; pero que se anotó reducción de las exportaciones hacia la mayoría de los países, siendo las bajas más notables las de Estados Unidos en el 9,3%, los otros países de Asia en el 1,8%, Venezuela en el 1,7%, la Comunidad Andina en el 1,3%, la Unión Europea en el 1,2%.

El año 2020 será de reducción notable en las exportaciones, por el efecto mundial del COVID 19 que en todas partes restringirá notablemente la demanda de todo tipo de productos, pero en especial de petróleo y de aquellos que no son indispensables o son de lujo. En el caso del petróleo, los brotes y los rebrotes del virus han obligado y siguen obligando a inmovilizar los vehículos de todo tipo en todos los países del mundo, con lo que la demanda internacional de combustibles está frenada en alto grado. Obviamente, eso incide en el volumen y el precio del crudo nacional, que en 2019 tuvo un precio promedio de 64,40 dólares por barril y que entre enero y mayo de 2020 solamente registra 38,95. El camarón tiene sin solución todavía un problema importante en el mercado chino, derivado de que las autoridades sanitarias del país respectivo dicen que han encontrado algún signo de COVID 19 en las exportaciones de dos o tres empresas ecuatorianas. Eso indudablemente va a afectar las ventas a China en un porcentaje importante. Las flores no son indispensables y pueden verse afectadas en su demanda en Rusia y otros países clientes, por lo que sus exportaciones también se reducirán.

Está por verse y ojalá en el 2021 la situación mejore para las exportaciones totales y para las destinadas a algunos países y bloques que son demandantes importantes de productos ecuatorianos o que pueden llegar a serlo, entre ellos Estados Unidos, China, la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y el Reino Unido. Es de esperar que la demanda no satisfecha en los meses de la pandemia presione y libere el resorte en el comercio mundial de algunos productos y que eso repercuta en bien del país.

Hay dos clientes potenciales que pueden expandir sus compras desde el Ecuador como resultado de la vigencia de sendos acuerdos comerciales que están aptos para dar resultados desde los próximos meses y que además pueden producir sinergias con el acuerdo comercial vigente con la Unión Europea, pues los dos actúan sobre el continente europeo. El uno es el Acuerdo Comercial con el Reino Unido. Sus términos son los acordados con la Unión Europea en lo esencial, pues ese reino era parte de la UE y al separarse de ella lo que hizo es renovar compromisos comerciales ya adquiridos en la Unión. El otro es el Acuerdo Comercial suscrito con la EFTA, formado por países europeos de poca población, pero de alto nivel de ingresos, que puede ampliar su demanda notablemente.

El Reino Unido está situado en el norte de Europa, tiene una superficie de 243.610 Km2. Su población es de 66.7 millones de personas. Es un país muy poblado, con una densidad de 274 habitantes por Km2. Su capital es Londres y su moneda es la Libra esterlina. Es una de las 10 economías más importantes del mundo por volumen de PIB. Su deuda pública en 2018 fue de 2.054.922 millones de euros, (86% del PIB). Su deuda per cápita es de 30.833€ euros por habitante. El PIB per cápita en 2018 fue de 36.410€ euros, puesto 23 entre 196. Su población tiene un buen nivel de vida. En cuanto al  Índice de Desarrollo Humano, los británicos se encuentran entre los que mejor calidad de vida tienen. Además, el Reino Unido está en el 9º puesto de los 190 del ranking Doing Business, relativo a la facilidad que ofrecen los países para hacer negocios. [1]_/ Las exportaciones ecuatorianas a ese destino de 2015 fueron de 166 millones de dólares y las de 2019 fueron iguales, pasando por casi 200 millones en 2017.

La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) es un bloque comercial creado el 4 de enero de 1960 por la Convención de Estocolmo, como alternativa a la Comunidad Económica Europea y está integrada por Noruega, Suiza, Irlanda y Liechtenstein. Su superficie es de 468.239 km². Su sede es Ginebra. La población suma 14,3 millones (2019) Las monedas que circulan son: corona islandesa, corona noruega (ISO 4217) y franco suizo. Se caracteriza por su alto nivel de desarrollo humano, con un PIB de 1 billón de dólares y un ingreso per cápita promedio cercano a 35 mil dólares anuales. Las exportaciones ecuatorianas a ese destino fueron de 27 millones de dólares en 2018 y de 36 millones en 2019.

Para que dichos acuerdos comerciales surtan efecto positivo e importante, se necesita ampliar la oferta exportable, lo que quiere decir que hay que invertir más, producir en términos competitivos, generar empleo y aprovechar las ventajas comparativas que resultan de que el Ecuador está ubicado en la zona tropical y puede producir todo el año, mientras Europa está en la zona templada y tiene cuatro estaciones. Obviamente, es muy importante contar con ventajas competitivas que deben surgir de la productividad nacional, entendida como la competitividad de las empresas y la efectividad del Estado para dotar a las empresas de la infraestructura y los servicios indispensables.

Leo y oigo muchas declaraciones de funcionarios y dirigentes gremiales sobre que la competitividad se consigue con acciones internas del país como la reducción del costo laboral; la realidad es que se necesita actualizar las normas que regulan el trabajo y sobre todo sus nuevas formas, pero hay que crear condiciones mucho mejores de competitividad hacia y en el exterior, con base en el aumento de aeropuertos internacionales, el más fácil acceso vial a los puertos de Manta y Posorja, la firma de acuerdos comerciales, el aumento de rutas y frecuencias marítimas y aéreas hacia Europa y Asia, exitosa diplomacia política y comercial, misiones empresariales, asistencia a ferias y otras acciones fundamentales. Entre el productor nacional y el consumidor extranjero el mayor costo a reducir está fuera y no dentro del país.

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