martes, 25 de febrero de 2020

Boletín 211 EL FUTURO A LARGO PLAZO Y LA BUROCRACIA


Los países con éxito en su desarrollo se preocupan por el futuro y proyectan muy bien lo que deben hacer en los próximos días, meses, años y hasta décadas. En muchas ocasiones no lo hacen los gobiernos sino las universidades o los centros de investigación conformados por futurólogos que analizan el conjunto de los elementos políticos, económicos, sociales, científicos y tecnológicos del mundo y trazan derroteros posibles, probables, potenciales.

Desde luego, cuentan con gobernantes que (como alguien decía) no piensan en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones, y más allá. Y esos gobernantes reciben oportunamente y con satisfacción las alternativas que resultan de las investigaciones, escogen aquellas que les parecen convenientes y factibles, y sientan bases firmes para el derrotero de sus países en las décadas siguientes, seguros de que nadie las demolerá.  

En algunos casos muy importantes actualmente, las ideologías hasta entonces prevalecientes quedan relegadas frente a las necesidades de dar a la población un nuevo rumbo positivo y se opta por practicar aquello que se esperaba y proyectaba sacaría de la miseria o de la pobreza a millones de personas. Por cierto, hay seguridad jurídica por décadas, libertad para trabajar en el marco de normas que incentivan emprendimiento, inversión, empleo, constante preocupación oficial por ampliar los mercados, efectuar investigación científica y tecnológica pública y privada.

En China, país que hasta ahora se dice comunista, por ejemplo, Den Xiao Ping, el líder que ha marcado el destino de esa nación por décadas, dijo en 1978 que no importa el color del gato si caza ratones y marcó el rumbo de un país que practica una ideología (la socialista) y dos economías, la socialista y la liberal capitalista, con el éxito que le ha permitido por muchos años incrementar su PIB a más del 10% por año, sacar de la pobreza a millones de personas y llegar a niveles tecnológicos de primer nivel, lo que no ha podido hacer ningún otro país del mundo, y en los últimos tiempos ha reducido su velocidad de crecimiento, pero no ha perdido marcas superiores al 6% anual, que ya quisieran tener países desarrollados que no superan el 3%.

Lamentablemente, en América Latina y específicamente en el Ecuador, la inestabilidad política; la ley del péndulo y el “borra y va de nuevo” de  cada gobierno; la falta de visión de líderes populistas de masas sin educación y con muchas necesidades; los cambios frecuentes de los responsables de planificar, ejecutar y evaluar las políticas de desarrollo; y, en la década 2007 – 2017 la egolatría, el mesianismo y la corrupción,  han hecho que no exista una visión, ni siquiera de corto o mediano plazo, porque nadie sabe lo que puede suceder el día o el mes siguiente.

Sin embargo, quienes pensamos en un país diferente, en el que toda la gente pueda tener buena salud, vivienda propia, educación siglo XXI, trabajo satisfactorio y remunerativo, buenos servicios públicos e ingresos satisfactorios (entre esa gente nuestros hijos, nietos, bisnietos y más descendientes) exigimos líderes honrados, preparados y visionarios y un cambio sustancial de la práctica politiquera y terriblemente corrupta, para que en el futuro el Ecuador tenga sus propios gatos que cacen muchos ratones y logre éxitos similares a los de China. 

La práctica de la política y no de la politiquería debe expresarse en una nueva Constitución alejada de la del 2008 en lo fundamental y en tres funciones del Estado (no en cinco como ahora), donde no quepa la “insuficiencia de las leyes” para lo que nos les conviene a los ladrones de cuello blanco, especialmente a los de manos ardientes; los caciques de pueblo intocables, los malos empresarios, los hijitos de papá, los pipones de turno, etc.

En mayo de 2018, en su Informe a la Nación luego del primer año de gobierno, el presidente Moreno dijo, entre otras cosas:

Hago la formal entrega del proyecto de Ley Orgánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal. Planteamos, el no pago del impuesto a la renta por ocho años, para todos aquellos empresarios que inviertan en Quito y Guayaquil y para quienes lo hagan en el resto del país, el no pago será de 10 años. La eliminación del impuesto mínimo del anticipo al impuesto a la renta, a partir del próximo año, la reducción gradual del impuesto a la salida de divisas, a partir del 2019, sujeta al desempeño de nuestra economía. Exoneración total del impuesto a la renta, por tres años, para las nuevas microempresas y las que inviertan en el país …

– Este segundo año debe ser debe ser el de la reactivación productiva, el del trabajo fecundo y conjunto y articulado entre todos los sectores para generar, más y más empleo ...

– No descansaremos como país, hasta que todos -sin excepción-, sean atendidos en sus necesidades y en su potencial. No descansaremos hasta que ningún niño muera por enfermedades que pueden prevenirse. No descansaremos hasta que todas nuestras mujeres vivan en paz, seguras y empoderadas. No descansaremos hasta que todas las chacras estén sembradas, y las redes de los pescadores, repletas. No descansaremos hasta que todas las familias tengan un techo propio. Hasta que todo artista viva de su creatividad, hasta que todo joven tenga trabajo y sea feliz. No descansaremos hasta que se haya devuelto todo lo robado.

… juntos lo hemos hecho este año; juntos lo vamos a seguir haciendo. Porque el futuro no se detiene y ese futuro nos encontrará en el camino correcto …

En febrero del año 2019 muchas voces reclamaban al gobierno una señal que permita conocer hacia dónde iba el país, una vez que parecía que el socialismo del siglo XXI había sido abandonado y se buscaba un nuevo derrotero. Esas voces surgían de los partidarios del gobierno preocupados porque la nave no tenía rumbo; los opositores que destrozaron la economía del país durante una década, pero reclamaban airadamente por inversión pública social y en infraestructura; los periodistas que investigaban y no encontraban bases firmes del desarrollo nacional; empresarios que sentían la inseguridad jurídica y leían las cifras macro y microeconómicas, preocupados por la falta de demanda; desempleados angustiados por haber perdido o no encontrar empleo en el sector público y tampoco conseguirlo en el sector privado.

Escuché entonces al jefe de una organización internacional decir que en esos días el presidente había convocado a los ministros para pedirles sugerencias sobre la mejor forma de atender esos reclamos.  A su turno, cada ministro sugirió acciones de corto plazo, entre ellas las del alza de los combustibles que llevó a los problemas de octubre de 2019 y algunas acciones con posibles resultados de mediano o largo plazo, como las de insistir en los viajes y los contactos presidenciales y de nivel ministerial para conseguir que los inversionistas internacionales pongan sus ojos y sus billetes en el Ecuador, acelerar las negociaciones de varios acuerdos comerciales, modernizar el Código del Trabajo.

Uno de los ministros propuso que, con el auxilio financiero de una organización internacional se realice una propuesta de desarrollo industrial de largo plazo, eventualmente 2020 – 2030, que le facilite al presidente y al gobierno señalar el rumbo de ese sector, porque es el que más aporta al desarrollo tecnológico y tiene un efecto multiplicador en otros sectores.

La idea fue acogida al más alto nivel y se ordenó buscar el apoyo de esa organización para el estudio, seleccionar quiénes lo harían y tener la propuesta para julio 2020. Con el documento en la mano, se respondería a quienes argumentaban que el país estaba a la deriva, que no había capitán de la nave y que no se sabía a qué puerto llegaría el Ecuador en 2030.

El ministro que propuso la idea renunció poco después y, aun cuando dejó financiado el estudio por la organización internacional, seleccionados los encargados del estudio y definido el responsable de impulsar el trabajo en el ministerio respectivo, se frenó el posible avance.

El nuevo ministro, los nuevos viceministros, los nuevos subsecretarios, los nuevos …  no tenían idea del asunto y, como es usual en este país, tenían otras ideas y acciones que llevar adelante, de manera que encargaron supervisar el asunto a un funcionario de tercer nivel que, sin la autoridad suficiente y con viajes y ausencias frecuentes de por medio, hacía lo posible por coordinar reuniones institucionales e interinstitucionales para apoyar la realización del estudio, sin el respaldo oficial, suficiente y necesario de sus autoridades.

El alto funcionario de la organización internacional que aportaba plata y expertos decía que estaba cansado de repetir sus argumentos y propuestas de iniciar cuanto antes el estudio a varios funcionarios, pues tan pronto como le explicaba a uno el origen y la razón del trabajo y éste conocía y reaccionaba a la idea, lo removían o se iba y el tema volvía a fojas uno. 

El documento, que debía estar listo en julio de 2019, apenas empezó a elaborarse en ese mes y se terminó en septiembre, pero no funcionaron correctamente los canales de comunicación del ministerio con la entidad que financiaba el estudio y los consultores contratados, de manera que recién por diciembre, cinco meses más tarde, se fue aclarando el panorama, cuando ya habían sucedido los problemas de octubre y la nación tomó un rumbo político diferente.

Estamos a fines de febrero de 2020 y al parecer el estudio no ha sido conocido oficialmente por las autoridades que debían y deben tomar medidas en función de lo recomendado por los consultores, cuya propuesta fue considerada válida por representantes de la entidad que financió el estudio y el funcionario coordinador del tema en el ministerio. 

Dicha propuesta no se limita a sugerir acciones para el sector industrial; tiene un diagnóstico detallado y dice que lo que el país necesita es un proceso de industrialización para la exportación y que, siendo así, lo que se requiere es formular una estrategia nacional de desarrollo en la cual el núcleo sea el desarrollo industrial en el marco de la globalización.
En el documento se advierte que, cuando se utiliza el término “desarrollo” no se está hablando solamente de crecimiento económico, sino de lograr que un crecimiento económico importante y creciente sirva de base para un cambio social sustancial. De otro lado, se parte del reconocimiento de que el Ecuador es un país que, por las limitaciones de su mercado interno, tanto de población como del ingreso nacional y su distribución, no podrá mejorar sus condiciones económicas y sociales si no amplía considerable y dinámicamente su mercado externo, diversificando producción, exportadores y países importadores.

En breve resumen, el presidente no contó oportunamente con el estudio que necesitaba para calmar los ánimos de quienes exigían conocer un derrotero nacional hasta el 2030, el ministro actual responsable del tema parecería que no conoce el documento o los documentos fruto de la consultoría o no les da la debida importancia, la burocracia demoró y dificultó la resolución de problemas relativamente simples dentro de un solo ministerio y hasta ahora posiblemente no capta la importancia del texto del documento, se perdió la oportunidad y se malgastaron los recursos humanos y financieros utilizados en formular la propuesta.

Con esos antecedentes, me admira profundamente el optimismo del ministro Michelena, que cree que las comunicaciones electrónicas darán un gran dinamismo a las actividades del gobierno y considera que ya no serán muy necesarios escuelas y hospitales, porque se enseñará por Internet e igual se hará al momento de recetar. En la vida práctica, varios de los correos electrónicos y de los documentos enviados con respecto al estudio a que se hace referencia en este boletín durmieron el sueño de los justos en los computadores de algunos funcionarios y los interesados tuvieron que concurrir personalmente con frecuencia a avisar que habían mandado sus correos electrónicos y a pedir que se los copie de una memoria flash, lo cual parece increíble y risible que suceda en Quito, pero seguramente sería peor en provincias.

Al gobierno actual se le terminó el tiempo de proponer una estrategia de desarrollo hacia el 2030 o más allá. El país está entrando en un proceso electoral y hubiese sido muy importante que, con tiempo adecuado, se suministre a todos los ciudadanos una propuesta en ese sentido, que se la pueda discutir ampliamente, pero que evite que los demagogos se lancen a ofrecer puentes donde no hay ríos, piscinas donde no hay agua potable para el pueblo, universidades cantonales y no universidades de primera, casas regaladas, “buen vivir” a costilla del Estado.

Con esos antecedentes, me parece necesario proponer que una de las universidades de posgrado de mayor prestigio del país coordine la formulación de esa estrategia hasta antes de mayo de 2021, con el auxilio de las demás universidades, para decirle al Ecuador cuáles son sus fortalezas y debilidades, cuáles son las oportunidades y amenazas externas y qué vía de desarrollo debería seguir en el corto, mediano y largo plazo, mediante grupos de trabajo de delegados de las universidades, el gobierno, los empresarios y los trabajadores. La ventaja principal que tendría esa acción sería que la propuesta contaría con los avales científicos y tecnológicos necesarios y no tendría sesgos partidistas, sino recomendaciones concretas sobre las políticas a ejecutar por los gobiernos del futuro y las responsabilidades de la sociedad.

Temas de profunda trascendencia que se deberían tratar serían: el respeto al medio ambiente, la atención de las necesidades de salud preventiva y curativa de los 20 millones de habitantes que habrá en 2030, la educación siglo XXI, la reforma  constitucional que dé base a la economía social de mercado, la práctica de la democracia, la vigencia de seguridad e igualdad jurídica para todos y un marco legal cada vez menos intrincado, lograr que el PIB crezca al menos al 5% anual sobre la base de un proceso de aumento de la productividad nacional, el aprovechamiento racional de los recursos naturales, incrementar y desarrollar tecnológicamente la industria y la construcción, mejorar sustancialmente los servicios y las condiciones de vida de la población, gestar procedimientos ágiles vía un eficiente gobierno electrónico, mantener excelentes relaciones exteriores; aumentar y diversificar las exportaciones por productos,  destinos y exportadores; eliminar la corrupción y frenar la delincuencia de toda clase.

NOTA. El autor de estos boletines, escritor de 30 libros sobre temas económicos y profesor de posgrado por 25 años en varias universidades, ofrece sus servicios para dar conferencias, efectuar seminarios, asesorar empresas, en Macroeconomía, Desarrollo Económico, políticas de Comercio Internacional y Comercio Exterior, a partir de abril. Teléfono: 0999 726954 Correo: llunao@uio.satnet.net

lunes, 10 de febrero de 2020

Boletín 210: EL NUEVO CORONA VIRUS Y SUS EFECTOS ECONÓMICOS


ATENCIÓN ESTIMADOS LECTORES: Mis boletines 01 al 70 fueron publicados en el libro que se titula: Lecturas de Macroeconomía, Desarrollo y Comercio Internacional. Los boletines 71 al 140 fueron publicados en el libro: ECUADOR: Visión de la crisis 2014 – 2017. Los dos tuvieron amplia difusión.

El autor de estos boletines, del 141 al 210 (el último está usted leyendo), desea publicar su tercer libro de este tipo. Para hacerlo es fundamental su apoyo, que puede darse de diversas formas, como ya sucedió para la impresión del libro anterior: con publicidad a todo color en papel cuché, de media página (USD 180), de una página (USD 300), o de la contraportada (USD 400), cuyo costo se devolvería en 25, 50 o 75 ejemplares; o, con aportes voluntarios de dinero que, por cada 8 dólares, recibiría un libro de 500 páginas más o menos. La publicación se decidiría hasta el 23 de marzo de 2020 y se tendría el libro impreso hasta el 11 de abril, fecha en que se festejarán nueve años de trabajar en estos boletines. A las universidades en las que fui docente, entidades, empresas, amigos y otros lectores que colaboren se les agradece de antemano y se publicará el monto de su aporte. Para la publicidad se requiere los diseños. Contactos al 0999 726954 o por llunao@uio.satnet.net  
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CHINA. País de Asia, con 9.6 millones de kilómetros cuadrados, tuvo 1.400 millones de habitantes en 2019. En las últimas décadas ha manejado con éxito su política de desarrollo de "dos economías" (socialista y capitalista), en la que grandes empresas transnacionales trabajan dentro del sistema capitalista, en asocio del gobierno socialista, en decenas de zonas del país.

Desde el año 2007 la economía china pierde fuerza, pues de marcar un crecimiento de casi el 15% en ese año, en el 2019 se calcula que no superó el 6%. Por otra parte, la distribución del ingreso es muy desigual, aunque ha disminuido la pobreza en forma extraordinaria. En 2017 el PIB de China fue de 12,2 billones de dólares y su PIB per cápita fue de 16.800 dólares.

China es la mayor economía de exportación en el mundo y la 33º economía más compleja de acuerdo con el Índice de Complejidad Económica (ECI). En 2017, China exportó 2,41 billones de dólares e importó 1,54 billones, dando como resultado un saldo comercial positivo de 873 mil millones. *_/ Diccionario de Economía Internacional, Luis Luna Osorio. Ecuador. 2019.

Para el 2020 tenía una expectativa de crecimiento económico del 6% y hasta un poco más, pero los cálculos tendrán que revisarse a la baja luego de los graves problemas actuales.

EL NUEVO CORONA VIRUS. A fines de diciembre  de 2019 China anunció que había aparecido el nuevo Corona Virus, para el cual no se conocía y no se conoce todavía la forma de eliminarlo.

Según la Organización Mundial de la Salud, los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.

Los coronavirus se pueden contagiar de los animales a las personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios exhaustivos al respecto, sabemos que el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano y que se ha producido transmisión del MERS-CoV del dromedario al ser humano. Además, se sabe que hay otros coronavirus circulando entre animales, que todavía no han infectado al ser humano y ojalá nunca lo hagan. Esas infecciones suelen cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte en poco tiempo.

Las recomendaciones habituales para no propagar la infección son la buena higiene de manos y respiratoria (cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar) y la cocción completa de la carne y los huevos. Asimismo, se debe evitar el contacto estrecho con cualquier persona que presente signos de afección respiratoria, como tos o estornudos. https://www.who.int/es/health-topics/coronavirus

El problema actual se origina en la ciudad llamada Wuhan. Quizás no es una megalópolis tan conocida como Pekín o Shanghái, pero Wuhan, la ciudad china donde estalló el brote de un nuevo coronavirus y puesta en cuarentena por las autoridades, es una de las metrópolis más conectadas de China, porque se encuentra en el centro del país y se conecta por tierra y aire con el resto del país y el resto del mundo.

Su particular ubicación ha hecho que también se convierta en un centro industrial y comercial pujante, que incluso ha llevado a que se la llame “Chicago” de China. Wuhan tiene una población de más de once millones de habitantes. Hay aproximadamente un millón de personas inscritas en escuelas de la ciudad, de acuerdo con las cifras del gobierno. Las temperaturas durante el verano pueden llegar a los 37,7 grados Celsius, con mucha humedad.

Unos dicen que la enfermedad se origina en una “sopa de murciélago” y otros no especifican el producto, pero señalan a un mercado como el canal de la infección. Evidentemente, a los americanos nos llama la atención esa clase de consumo. Sin embargo, no hay que olvidar que China es un país al que periódicamente le afectan grandes inundaciones y fuertes sequías, por lo que en las inundaciones se come en el campo todo lo que flota en el agua y en las sequías las raíces de lo que haya y lo que se mueva alrededor de esas raíces. Además, como decía en NotiHoy un entrevistado, en los miles de años de civilización que tiene China se ha experimentado con todo tipo de productos para conocer sus cualidades gastronómicas y el resultado es que su gama alimenticia es increíblemente amplia.

Los efectos del corona virus en el mundo ya son y van a ser de varios tipos: sanitarios, económicos, sociales, internacionales, y sus costos van a ser muy altos (ya lo son) especialmente en China y sobre todo en la zona actualmente en emergencia.

El primer efecto es el sanitario. En China, por ser la fuente del problema, pero además en todo el mundo, se han prendido las alertas y se ha decidido un conjunto de medidas para enfrentar el problema. Lo primero ha sido identificar los enfermos, aislarlos y tratar de evitar su muerte; lo segundo ha sido adoptar una serie de medidas sanitarias que en algunos casos han sido extremas, como la de China, de paralizar indefinida y totalmente las actividades de Wuhan y su área periférica, con cerca de 40 millones de habitantes, para evitar los contagios.

Lo segundo ha consistido en crear todo un sistema de control internacional para evitar la propagación del mal. En muchos países se prohibió la entrada o salida de chinos y se ha hecho esfuerzos por repatriar a los residentes de esos países en la zona más afectada. Llama la atención el número de muertos registrados hasta ahora (cerca de 1.000), la cantidad de contaminados (cerca de 50 mil), el aparecimiento de enfermos en diversos lugares del mundo (felizmente no en el Ecuador) y es notable la situación de los pasajeros de varios cruceros que salieron a vacacionar esperando tener tranquilidad sobre las olas y se encuentran ahora en una grave y seguramente prolongada crisis derivada del descubrimiento y luego incremento del número de los atacados por el virus dentro de los buques, con el riesgo de infectarse en cualquier momento y hasta morir.

El director de la OMS considera que hay que invertir en combatir el virus en el epicentro. “La propagación a otros países es mínima y va despacio”, dijo y lo que ocurre fuera “se puede controlar con facilidad”. “No hay razón para tomar medidas que interfieran innecesariamente con el comercio y los viajes internacionales”, añadió. “Pedimos a todos los países que tomen decisiones basadas en la ciencia y sean consistentes con ella. La OMS está lista para aconsejar a cualquier país que esté considerando qué medidas tomar”.

La regla de este juego es solidaridad, solidaridad y solidaridad. Según informaciones de prensa, Estados Unidos, Australia y Singapur no permiten la entrada a visitantes extranjeros que hayan estado recientemente en China. Otros países prohíben la entrada a los visitantes que hayan estado en la provincia de Hubei, el epicentro del brote, y algunos más han cerrado sus fronteras y suspendido varias decenas de miles de vuelos y de viajes por tierra. El Gobierno chino ha criticado la decisión de Estados Unidos de declarar una emergencia de salud pública y restringir las entradas porque considera que causa “pánico”.

Sin embargo, la psicosis llevará a que por varios meses y hasta años la población del mundo tenga recelo de tener contactos físicos con personas y productos de China, lo que será muy grave durante los primeros meses y determinará que el dinamismo de la economía china en el año 2020 se vea seriamente afectado. De hecho, que poblaciones de varios millones de personas no puedan funcionar porque sus habitantes están recluidos ya es un indicativo de que se reducirá el crecimiento del PIB chino y de la industria. Wuhan ha pasado de una ciudad de gran dinamismo a una urbe fantasmal. Además, el comercio internacional se verá afectado porque las exportaciones se reducirán ante el temor de los contagios, las marinas mercantes preferirán enviar sus barcos a otros destinos, las importaciones serán menores.

Ejemplos de la forma en que este problema afecta en alto grado a China son: la paralización por varios días de importantes ciudades y del transporte interior chino, la caída de la demanda y del precio del petróleo en el mercado internacional, los problemas de las bolsas de valores en varias partes porque hay en el mercado muchas acciones de empresas chinas que van a encontrar dificultades en sus actividades cuotidianas, la reducción del consumo.

China pensaba que su PIB crecería este año alrededor del 6%. El corona virus ha hecho que se piense en una reducción de ese porcentaje, que el gobierno aún no modifica, pero que los analistas consideran será significativo. Por lo menos, para el primer trimestre se piensa en que la tasa será solo del 4,5%.

Las intenciones anteriores del gobierno estaban orientadas a basar el crecimiento económico en una mayor atención al mercado interno, antes que al mercado exterior, pues con la cantidad de habitantes que hay, basta y sobra para impulsar mayor inversión, producción y empleo.

El problema que ahora se les presenta a las autoridades es que ese mercado va a sentir el efecto del corona virus de manera muy importante y que la alternativa, una reorientación hacia la exportación, será muy difícil por los riesgos reales o magnificados que encontrarán los países importadores en los productos chinos. Se suma a ello la guerra comercial con los Estados Unidos, que ya afecta al comercio entre los dos países y que lo hará más si Estados Unidos pretexta o justifica razones sanitarias para cerrar su frontera a productos chinos.

Ahora bien, como China es el mercado más importante del mundo en términos actuales y potenciales, la reducción de su dinamismo afectará en alto grado al comercio mundial de bienes y al transporte marítimo, con impacto considerable sobre la producción de los países abastecedores de petróleo y alimentos.

No hay que olvidar que los productos industriales originarios de un país, en este mundo globalizado, tienen partes y piezas de varios otros, lo que se muestra especialmente en la industria automotriz, y que las fábricas chinas de autos o de maquinarias sufrirán por la reducción de la producción nacional, la ruptura de la cadena de suministro internacional o eventuales decisiones de dejar el país de algunas fábricas.

En lo que respecta al Ecuador, las relaciones económicas con China han venido creciendo desde el año 2007 en forma sostenida, luego de que Rafael Correa decidió que su gobierno no debía tener vínculos con los organismos financieros multilaterales, aduciendo que defendía la soberanía nacional y no permitía imposiciones de nadie. Sin embargo, la desmesura del gasto gubernamental le obligó a olvidarse de la soberanía y acudir a China para conseguir recursos financieros, la que actuó solícitamente para facilitarle préstamos con altas tasas de interés, plazos cortos, garantía con petróleo, condiciones especiales, entre ellas encargar la construcción de varios de sus megaproyectos estatales a empresas chinas, cláusulas secretas.

De otro lado, las exportaciones nacionales a China han crecido de 485 millones de dólares en 2014 a más de 2.800 millones en 2019, con un gran dinamismo. Los productos más importantes son petróleo, banano, camarón, cacao. Por su parte, las importaciones se han mantenido desde 2014 en alrededor de 3.500 millones de dólares y consisten en autos, maquinarias, juguetes.

Los problemas derivados del corona virus afectarán el comercio binacional. De hecho, varios de los exportadores consultados al respecto se han manifestado preocupados porque sus exportaciones pueden resentirse por reducción de la demanda, dificultades en el transporte marítimo, cierre de empresas chinas, otros problemas. Obviamente, las importaciones se verán reducidas, especialmente si en ellas hay productos alimenticios.

Lo deseable es que se encuentre pronto la fórmula que permita controlar y luego eliminar el virus, para evitar más muertes y mayor perjuicio a la economía china y a la economía mundial. El pueblo chino, como decía un profesor del IAEN de ese origen, es adicto al trabajo y si las condiciones lo permiten, muy pronto podrá recuperar su ritmo de producción y retomar metas de crecimiento económico más importantes que las previsibles.

Para el Ecuador es fundamental que siga creciendo la demanda china y diversificándose, pues hay muchas pequeñas y medianas empresas que han puesto sus expectativas en ese mercado y su desarrollo depende de la normalización de actividades en ese gran país. La mira está en rosas, madera, cacao en polvo, manteca y licor de cacao, chocolates, productos de la industria pesquera y de acuicultura, artesanías de lujo.

NOTA. El autor de estos boletines, escritor de 30 libros sobre temas económicos y profesor de posgrado por 25 años en varias universidades, ofrece sus servicios para dar conferencias, efectuar seminarios, asesorar empresas, en Macroeconomía, Desarrollo Económico, políticas de Comercio Internacional y Comercio Exterior, a partir de marzo. Enero y febrero ya tiene compromisos de trabajo. Teléfono: 0999 726954 Correo: llunao@uio.satnet.net