El 19 de noviembre último, en
la Universidad Católica, en Quito, tuve el honor de efectuar la presentación del
libro: COMERCIO EXTERIOR ENTRE ECUADOR Y LOS MERCADOS DE PAÍSES DE EUROPA DEL
ESTE, escrito por mi ex – alumno, colega y amigo Aníbal Robayo, junto con las
profesoras Halina Liko Marczak y María Belén Wong.
Con esa oportunidad, hice
conocer algunas reflexiones que constan a continuación, sobre la necesidad de
que el Ecuador invierta y produzca más, diversifique y especialice la
producción, mejore sus condiciones de competitividad, diversifique los
destinos, para elevar en forma significativa su participación en el mercado
mundial, que es apenas del 1 por mil.
La globalización de todas las
actividades económicas está avanzando a una velocidad vertiginosa en todo el
planeta y en ella deben participar todos los países. Más todavía el Ecuador
que, teniendo poca población de bajos ingresos frente al promedio
internacional, necesita ampliar sus horizontes comerciales y acceder con más y
mejores productos al mercado mundial, para obtener las divisas que exige su
desarrollo.
Lamentablemente, en la década
2007 - 2017, en vez de optar por invertir los inmensos recursos financieros
logrados por la exportación del petróleo, en producir más y mejor, ganar
competitividad y diversificar las exportaciones por productos, destinos y
niveles tecnológicos, se prefirió gastar el dinero como lo hace un nuevo rico
y, como se comprueba todos los días, robarlo en cantidades astronómicas en las
más altas esferas del gobierno.
El momento actual de la
economía del Ecuador es muy grave y la proyección para los próximos 10 años no
es mejor, por el peso de la enorme deuda pública, que supera los 60 mil
millones de dólares y, según la Cámara de Comercio de Quito, puede llegar a los 90 mil millones.
Se requiere, entonces, que el
gobierno adopte las políticas y tome las medidas más urgentes y drásticas, para
cambiar la ruta de la prepotencia presidencial y el estatismo, dispendio y
robo, seguida en los años anteriores, por la del diálogo, el impulso de la
actividad privada, la apertura al mercado internacional, y el manejo honrado y
austero de los fondos públicos.
Con respecto al diálogo, el
presidente de la República lo está practicando; pero, los gobernantes no solo
tienen que dialogar y tratar de contentar a todos con palabras, deben tomar las
decisiones prioritarias en el momento oportuno, y ahora se necesita decisiones
prontas y eficaces, de carácter económico e internacional, que den un mensaje
de visión de largo plazo y seguridad jurídica.
Para que haya seguridad
jurídica en el largo plazo es necesario cambiar la Constitución 2008 por otra
que no sea estatista y presidencialista. Si no, no habrá grandes inversiones,
ni producción, ni el empleo que requiere la mitad de la población
económicamente activa, ahora sin trabajo digno y bien remunerado.
Para dar impulso a la
actividad privada, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, el Estado
necesita revertir la estructura del gasto estatal. Hay que reducir y focalizar
los subsidios, achicar drásticamente la burocracia, sobre todo la de sueldos
elevados y escasas o innecesarias funciones, no dar bonos sino préstamos a las
personas que pueden trabajar y están en la indigencia. Si el Estado llega a
tener una mejor relación ingresos – gastos, tendrá posibilidades de dar crédito
en condiciones aceptables a quienes lo necesiten e impulsar el desarrollo
nacional con integración vertical y horizontal de todas las empresas.
Crédito sin capacitación no es
suficiente. Hay que enseñar a la gente a ganar competitividad, sea para
enfrentar a las importaciones potenciales, sea para llegar al mercado mundial y
ganar posiciones.
Y la competitividad se
sostiene en cuatro columnas: calidad excelente, cantidad suficiente, precio
igual o menor que el de la competencia y oportunidad de acceso al mercado.
Ustedes conocen que el país,
en muchos casos, cumple en calidad y precio, pero falla en las otras exigencias.
Excepto para el banano y algún otro producto, llegamos tarde por falta de rutas
y frecuencias de transporte o no tenemos suficiente cantidad.
Desde 1973 hasta la fecha no
se ha cambiado la estructura de las exportaciones. Seis productos significan el
90% de las exportaciones. Cinco o seis mercados significan el 90% de los
destinos. La tecnología es obsoleta, o casi.
Hay que buscar otros
derroteros y llegar a ellos con competitividad. Es necesario negociar un
acuerdo comercial con los Estados Unidos e ingresar a la Alianza del Pacífico,
pero también es importante sentar otras bases, investigando nuevos mercados,
como los de los países de Europa del Este, para encontrar nichos de mercado
aprovechables.
Felicito a los autores del
libro, porque ellos hacen un análisis cuidadoso, primero del comportamiento del
comercio exterior del Ecuador en el periodo 2007 – 2016, luego del comercio
internacional de los países de Europa del Este miembros de la Unión Europea y
después del comercio exterior entre el Ecuador y los países de Europa del Este,
país por país, y se refieren a dos puntos de enorme importancia para su
análisis: el Sistema General de Preferencias de la Unión Europea y los acuerdos
comerciales entre Ecuador y la Unión Europea y sus perspectivas, que en lo que
va desde la suscripción, se ven muy positivos.
Los análisis se refieren a
Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Polonia y Rumania. Es notable
el detalle con el que se ha elaborado el libro y la fuente de información
utilizada, en cuanto a estadísticas y análisis sobre cada uno de los países,
para que el lector tenga una visión adecuada de las características de cada
mercado y su comercio exterior, por grupos de productos de exportación e
importación y por destinos u orígenes de las mercancías.
Cuando se analiza el comercio
de Ecuador con cada uno de esos países, escaso ahora pero posible de aumentar
considerablemente, se llega a revisar las exportaciones por productos, las
importaciones por grupos de productos y las balanzas comerciales. No se han
detenido los escritores en dar solamente la información cuantitativa, sino que
comentan detalladamente las cifras e incorporan gráficos muy bien elaborados, en
donde se hacen visibles los resultados positivos o negativos del intercambio.
Las exportaciones a Polonia
del año 2016 suman 36,5 millones de dólares y han crecido desde 24,2 millones
en el 2007, llegando en el año 2013 a casi 91 millones, para luego descender.
Las importaciones, que en 2007 superaron los 6 millones de dólares, en 2016
llegaron a 16,8 millones. La balanza comercial 2007 – 2016 es positiva en casi 430
millones.
El comercio Ecuador – Polonia
es el más importante dentro de la región de los países de Europa del Este y hay
que buscar fórmula de cultivarlo, como ejemplo para los otros países del Este.
Las exportaciones a Bulgaria del año 2016 suman 11,5 millones de dólares y han crecido
desde 3 millones en el 2007. Las importaciones fueron de 480 mil dólares en el
año 2007 y en el 2016 registran cerca de 3,3 millones. La balanza comercial
2007 – 2016 es positiva en casi 50 millones.
Las ventas a República Checa
del año 2016 suman cerca de 9,3 millones de dólares y han crecido desde 575 mil
dólares en el 2007. Como las importaciones pasaron de 3,8 millones de dólares
en el 2007 a 13,8 millones en el 2016, en el periodo 2007 – 2016 suman el
triple que las exportaciones del periodo, y la balanza comercial de ese periodo
es negativa en 73,6 millones.
Las exportaciones a Rumania
del año 2016 suman cerca de 7 millones de dólares y han crecido desde medio
millón en el 2007. Las importaciones fueron de 867 mil dólares en el año 2007 y
llegaron a 9,4 millones en el 2016, con un notable ascenso. La balanza comercial
2007 – 2016 es negativa en poco más de 150 millones.
Las ventas a Eslovaquia del
año 2016 suman poco más de 1,3 millones de dólares y se han reducido desde 3,3
millones en el 2007. Las importaciones, que en el 2007 solo sumaron 173 mil
dólares, subieron a 2,8 millones en el 2016. La balanza comercial 2007 – 2016
es negativa en poco más de 6 millones.
Las ventas a Hungría son
insignificantes. En el año 2016 suman 661
mil dólares, pero han crecido desde 47 mil dólares en el 2007. Las
importaciones, en cambio, crecieron desde1,1 millones en el año 2007 a 10,8
millones en el 2016, con cifras incluso superiores en los años 2014 y 2015.,
con lo que se han vuelto muy significativas. Por ello, la balanza comercial
2007 – 2016 es negativa en cerca de 52,5 millones.
Los exportadores potenciales
tendrán en esta fuente, valiosos datos útiles para decidir a dónde dirigirse e
investigar más profundamente y con la actualidad necesaria sobre la demanda de
cada país de Europa del Este.
Una síntesis de las conclusiones es la
siguiente:
1, La producción exportable
del Ecuador, en su mayor porcentaje, está constituida por productos del sector
primario. Para superar esa situación se necesita fuerte inversión privada y
desarrollo tecnológico del personal de las empresas y de sus maquinarias y
equipos. El cambio de la matriz productiva es necesario, pero no sobre la base
de proyectos estatales (cuyo fracaso fue un distintivo del gobierno anterior),
sino de empresas privadas de exportación.
2. Las partidas arancelarias
más representativas son solo 27 y muy pocas de ellas superan los primeros
procesos de desarrollo industrial, razón por la cual no aportan
significativamente al valor agregado del país.
3. Ecuador exporta a cerca de
190 países, pero la concentración es muy alta en menos de 10. Los mercados más
importantes son Estados Unidos, Chile, Perú, Panamá, España.
4. El primer socio comercial
es Estados Unidos. Dada su importancia, el conocimiento que hay de él y la
logística vigente por muchos años, cada vez mejor, conviene ampliar los
negocios con él y exportar en mejores condiciones.
5. Dentro del continente
europeo, la Unión Europea es el mayor destino.
6. Ecuador y los países de
Europa del Este son complementarios.
7. Las relaciones comerciales
del Ecuador con los países del Este europeo son incipientes, pero tienen
potencial.
8. Hay algunos productos que
el Ecuador exporta hacia esos destinos que pueden ser considerados
tecnológicos.
9. Productos de exportación a
Europa del Este son: aceites crudos de petróleo, chicle, madera aserrada,
productos textiles, vajillas y artículos de uso doméstico, cerámica, pañales
para bebe. Las cantidades son poco significativas, pero pueden y deben ampliarse.
10. Es conveniente aprovechar
el Acuerdo comercial con la Unión Europea, en plena vigencia desde el 1 de
enero de 2017.Asimismo, precautelar las buenas relaciones comerciales que
Ecuador mantiene con los países occidentales de la Unión Europea.
11. Se debería gestionar
convenios comerciales bilaterales complementarios con esos países del Este,
incluso considerando posibilidades de inversión aquí.
Los autores del libro permiten
recordar que, para los países de Europa del Este, bajo el régimen socialista,
las actividades de exportación no eran consideradas prioritarias, salvo
aquellas que se efectuaban con la Unión Soviética.
Naturalmente, esa era la
respuesta al socialismo, en el cual la óptica del comercio exterior es
diferente a la de los países de economía liberal.
En primer lugar, era el Estado
el que centralizaba todas las actividades de comercio exterior. Por tanto, él
decidía la oferta externa en el mercado, que se orientaba solo a productos de
consumo masivo originados en un solo proveedor.
En segundo lugar, las
exportaciones y las importaciones se hacían a precios diferentes a los de
mercado, porque respondían al principio de solidaridad que determina que el
país que tiene mejor situación económica debe reconocer por los productos que
importa un precio mayor que el de mercado y por los que exporta, un precio menor.
Hay que recordar que Cuba vendía su azúcar a la URSS a excelentes precios y
compraba maquinarias y equipos a precios bajos.
El monopolio estatal de los
mercados hacía que los gobernantes socialistas se despreocuparan del desarrollo
tecnológico de las producciones y que, cada vez más, la diferencia entre la
calidad de los productos de occidente y del Este se agrande.
En tercer lugar, el comercio
con los países occidentales solo se realizaba si de esa acción podían surgir
elementos favorables para el desarrollo tecnológico y en lo posible por medio
del trueque, que significaba: te vendo una cantidad igual a la que me compras.
Hagamos que esta
investigación se difunda y que las inversiones lleguen, para exportar a los
países de Este europeo, más de lo que nos venden.
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