El 8 de los
corrientes, en la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), se efectuó la
primera y solemne reunión, convocada por la presidenta de la Asamblea Nacional,
con el objetivo de llegar a un necesario e importante Acuerdo Nacional por la
Gobernabilidad.
Acuerdo es un arreglo expreso
o tácito, formal o informal, escrito, verbal o expresado de cualquier modo,
entre dos partes, tendiente a obtener beneficios mutuos, recíprocos o de
cualquier forma entre ellos convenida.
La gobernabilidad se refiere a la coordinación, colaboración y entendimiento entre los
actores de las organizaciones políticas y la sociedad civil, que en
conjunto posibilitan las acciones de un gobierno. Por tanto, la condición de gobernabilidad
depende del equilibro y la capacidad de respuesta eficaz que tenga el sistema
político sobre las demandas sociales. No obstante, la gobernabilidad también
depende de varios factores como: la aceptación y legitimación del gobierno y
sus representantes por parte de la sociedad; la situación económica del país, la
postura y toma de acciones de las organizaciones privadas ante el gobierno y la
sociedad y contar con un sistema político responsable, en el cual se tomen en
cuenta las acciones que toman los sectores opositores, entre otros. [1]
El llamado se
hace, en consecuencia, para que el Estado y la sociedad civil del Ecuador, en
conjunto, decidan el futuro nacional en forma armoniosa, cediendo cada uno
parte de sus aspiraciones y trazando una ruta segura, en la cual los ciudadanos
puedan trabajar en paz para lograr sus objetivos de desarrollo económico,
social, cultural y tecnológico.
En la
convocatoria, la presidenta de la Asamblea, economista Elizabeth Cabezas, dice
que el Ecuador vive una etapa de transición y reconstrucción institucional,
cuya dinámica democrática y de gobernabilidad nos compete a todos. Construir un
Estado plenamente democrático y productivo involucra necesariamente a todas las
voces de la sociedad que tengan la voluntad de llevar adelante y hacer que se
cumplan acuerdos de gobernabilidad y progreso… Lo dije el 24 de mayo de 2018,
frente a millones de ecuatorianos y me reafirmo en ello: hoy el país urge,
demanda, necesita un acuerdo social de gobernabilidad, requisito fundamental
para que el ciudadano cree, produzca, ame, construya su felicidad y prospere…
La
inauguración del evento estuvo a cargo del rector de la UASB, doctor César
Montaño, una víctima de los mayores atropellos del gobierno anterior, quien
señaló la importancia de la reunión y la conveniencia de que se llegue a este Acuerdo
y se lo ponga en práctica.
Habló luego
la presidenta de la Asamblea, para reiterar lo ya transcrito, con un sentido
llamado para que el gobierno, todas las instituciones del Estado, las cámaras
empresariales, los gremios de trabajadores, las universidades, contribuyan,
cada uno desde su lugar de trabajo, a este acuerdo, necesario, urgente, dejando
de lado los sectarismos y arrimando el hombro.
En la misma
tónica se manifestó la vicepresidenta de la República, afirmando que el
gobierno actual es el gobierno de todos, que busca la unidad, y que esta
iniciativa es digna de felicitación, porque da ejemplo y orientación hacia la
protección de los ciudadanos por el Estado durante toda una vida. Evidentemente,
ofreció su apoyo a la idea.
Inmediatamente
se pidió al doctor Polibio Córdova, presidente ejecutivo de CEDATOS, que haga
un análisis de la situación actual. El expositor saludó la presencia del actual
Rector de la UASB, indicó que actos como el que se estaba realizando eran
imposibles en el gobierno de Correa, mencionó la preocupación de la población
por diversos aspectos de la vida nacional, señalando que la impresión mayoritaria
es de que el Ecuador va por mal camino, razón por la cual hay un marcado
pesimismo en cerca del 70% de los habitantes, señaló que más del 25% de los
ciudadanos creen que el principal problema nacional es el económico y que otra
cifra similar es la de quienes creen que el desempleo y el subempleo son
problemas graves nacionales. Dijo Córdova que la gente clama porque se genere
empleo en el país y se solucionen los problemas de pobreza, como temas
especiales y luego se combata la corrupción, la inseguridad, las drogas.
Hizo
referencia a los juicios que les siguió el gobierno anterior a CEDATOS y a él
como persona natural, en los cuales fueron declarados inocentes; y, reclamó que
hoy había altos funcionarios que querían seguir acosándolo. Anunció la pronta
presentación de su libro YO NO ME VENDO NI ME RINDO, que dará a conocer su
labor de 44 años y la historia económica del país, con el análisis de la
gestión y actitud de los presidentes desde 1979.
Para que los
amables lectores se formen un criterio de lo que piensa la población sobre la
gestión del gobierno, por sectores de actividad, incluyo el cuadro que recoge
los criterios.
Solamente en
dos de los 17 aspectos tratados, más de la mitad de la población está relativamente
satisfecha. Es en la atención a los discapacitados y el respeto a la libertad
de expresión. Lo primero es la reacción natural del presidente frente a un
problema de una gran parte de los ciudadanos, que no era considerado prioritario
hasta cuando él llegó a ser vicepresidente y puso mucho esfuerzo en resolverlo.
Lo segundo es una necesidad nacional, después de muchos años en los que la
única voz que se escuchaba era la del presidente, multiplicada con obediencia
digna de mejor destino por sus ovejunos colaboradores.
En tercer
lugar, cerca de la mitad de la población considera que es positiva la labor en
materia de salud y educación. Quizás pesa para ese punto de vista, el interés
del presidente por volver a las escuelas rurales de cada pueblo y recinto, sin dejar
de lado las escuelas del milenio, el interés por crear colegios técnicos en
muchos lugares, la intención de devolver al IESS parte de la asignación que
Correa le quitó y que ponía en serios aprietos financieros al Seguro Social.
En cuarto
lugar, pero con porcentaje bajo, está el tratamiento de las relaciones
exteriores, en las que se ha equivocado mucho el régimen por seguir la línea de
Correa, pero que felizmente está cambiando de rumbo. Assange, el control de la
guerrilla colombiana en la frontera norte y la gran inmigración venezolana son tres
serios problemas para el gobierno y la Cancillería.
Córdova hizo
referencia también a que la población, que en mayo de 2017 estaba optimista,
pensaba que la gestión del presidente iba a ser positiva y que su actitud era
plausible, poco a poco se ha ido desencantando, al punto que en octubre de
2018, la mayoría de los ecuatorianos se siente pesimista, ha calificado cada
vez peor la labor presidencial y rechaza la actitud de Moreno, muy lenta en la
toma de decisiones y hasta generadora de la idea de que varias de sus acciones
contradicen sus palabras, como en el caso del combate a la corrupción, el
cumplimiento de sus ofertas relativas al número de viviendas a construir, la
reducción de la burocracia, el aumento del empleo, la práctica de la austeridad
fiscal, la deuda pública.
En el tiempo
siguiente del evento, hasta las 12h30, se formaron tres mesas de trabajo, sobre
Economía y producción, Seguridad y desarrollo y Sociedad y democracia.
El autor de
este blog participó en la primera mesa. En ella, los participantes planteamos
una serie importante de acciones que deberían realizarse para propender a la
gobernabilidad, en el marco de un acuerdo nacional que haga posible ir hacia el
desarrollo nacional:
El cambio de
la Constitución vigente, estatista, presidencialista y finalmente correísta,
que no da seguridad jurídica a los inversores de dentro y fuera del país y que,
con otro presidente, puede permitir los mismos excesos de Correa y crear otro jefe
de Estado prepotente y abusivo.
La
modificación de varias leyes que tienen que ver con el sector de la
Construcción, que sigue paralizado porque ya no hay obra pública y no empieza a
dinamizarse la construcción privada. Entre esas leyes se mencionó la de
Contratación pública, el Código del Trabajo, la Ley de Inquilinato muy
favorable al inquilino, y algunas otras. También eliminar la posibilidad de que
las obras se contraten a dedo, sin concurso de precios o licitación.
Se dijo que
en el exterior hay muchos fondos no reembolsables utilizables para proyectos de
desarrollo económico y social (me consta que es así), pero que los
facilitadores de esos fondos no quieren que pasen por las manos oficiales, por
las malas experiencias del gobierno anterior, que recibía los recursos y los
asignaba a lo que quería.
En fin, hay
que apoyar el Acuerdo y sobre todo llevarlo a la práctica siempre. Es probable
que con ello se pueda lograr el dinamismo económico necesario para el bienestar
general.
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