jueves, 25 de octubre de 2018

ESTATUA DE GERMÁNICO SALGADO EN LA UNASUR





En el número 178 de este blog hice referencia a la Estrategia Subregional de Desarrollo Andino, que se publicó en 1972.

El doctor Alejandro Ponce Martínez, miembro ilustre de la Confraternidad Bolivariana de América, al leer el artículo ha recordado que ese año (desde 1969 hasta 1976) el doctor Germánico Salgado Peñaherrera, el mayor exponente de los economistas ecuatorianos, era uno de los tres miembros de la Junta del Acuerdo de Cartagena, entidad con capacidad de propuesta para la integración andina y que era un hombre y un profesional excepcional.

Con esos antecedentes, me ha escrito un correo electrónico en el que dice que, desde hace algún tiempo, tenía la idea de proponer que el edificio de la UNASUR tenga una estatua del doctor Salgado y no la de Kirchner, que denigra el sitio donde está.

Aplaudo la idea, la comparto y la propongo con el mayor entusiasmo al presidente de la República, al Canciller, a todos los ecuatorianos y me atrevo a decir a todos los ciudadanos andinos y de los países de América del Sur, porque si ese edificio sigue siendo sede de la UNASUR, sería un honor para la entidad tener la estatua de un sudamericano como Germánico Salgado allí; si se pone a funcionar una universidad, ese ilustre ciudadano fue un maestro de juventudes en todo el significado de la palabra; y, si se quiere hacer un homenaje a un ecuatoriano de valores morales indiscutibles (cada día en menor número), él fue la humildad andando, la bondad en persona, la honradez en su máximo grado, la capacidad profesional mostrada en muchos organismos internacionales, el amor total a su familia, su país y Latinoamérica, por cuya integración bregó muchos años. 

De él tengo recuerdos inolvidables, porque fue Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central cuando yo era estudiante; fue por tres veces mi jefe, en la Junta Nacional de Planificación a donde me llevó a iniciarme en la profesión, en la Junta del Acuerdo de Cartagena, en un grupo Asesor de la Presidencia de la República en el gobierno del doctor Rodrigo Borja; y siempre, mi familia y yo fuimos bien recibidos en su casa, en Lima y Quito.

Para recuperar la memoria de quienes lo conocieron y para que los jóvenes, especialmente los jóvenes profesionales economistas sepan lo fructífera que fue su vida, hago un recuento, con los datos que me facilita amablemente el colega y amigo Francisco Pareja, coordinador de la Cátedra Germánico Salgado de la Universidad Andina Simón Bolívar:

Fue Miembro del Club de Roma, organización no gubernamental fundada en Roma en 1968, por un pequeño grupo de científicos y políticos de varios países, preocupados por mejorar el futuro del mundo a largo plazo, de manera interdisciplinaria y holística.  Ese Club, en 1972 publicó el informe “Los límites del crecimiento”, de mucha trascendencia internacional.

Participó como miembro a título personal en la Asociación Internacional para el Desarrollo y en la Asociación Económica Internacional.

Una tarea suya de mucha responsabilidad continental fue la dirección de la División de Economía de la OEA, en donde se desempeñó brillantemente, buscando mejores condiciones de vida para los latinoamericanos.

Salgado, junto con otros destacados economistas nacionales, como Oswaldo Dávila, Jaime Moncayo, Marcelo Ávila, José Moncada, Galo Salvador, Washington Herrera, Luis Salazar Jaramillo, Milton Cevallos Rodríguez, el ingeniero Galo Montaño, formaron parte de los grupos de estudio de la conveniencia de que el Ecuador integre el Grupo Andino.

Entre sus argumentos con respecto a Ecuador, está el siguiente: “Por último, si prima un auténtico sentido de prioridades, si se eligen con acierto especializaciones y se aglutinan especialmente las actividades en complejos integrados, aun los países menos ricos pueden construir con cierta rapidez la infraestructura necesaria y preparar el personal calificado requerido. Ello exige, por cierto, un apoyo activo de los órganos de integración para la preparación de proyectos, la promoción y el financiamiento de los mismos. Para consolidar realmente el mercado común no basta que dichos órganos se limiten a presentar la opción al país más débil. Es su responsabilidad apoyarlo en cuanto esté a su alcance para que aproveche las oportunidades, lo que no significa negar que la responsabilidad última la tenga el gobierno y la empresa privada de éste.” [1]_/

Fue el primer Director Técnico de la Junta Nacional de Planificación (JUNAPLA) y dirigió la elaboración del Plan de Desarrollo 1964 - 1973 del país, posiblemente el primero con ese alcance en América Latina. Formó un excelente grupo de funcionarios de muchas profesiones y, por primera vez, desnudó las pobrezas reales y estadísticas del país, junto con las capacidades que tenía para desarrollarse. Su mensaje, optimista como era él, decía que el Ecuador es un país que tiene gente y recursos físicos para avanzar, pero que requiere capitales que deben ser obtenidos en el país y afuera para invertir en proyectos necesarios para integrar al país y generar sinergias entre sus regiones.

Su labor más importante a nivel sudamericano fue integrar por seis años la Junta del Acuerdo de Cartagena (1969 – 1976) junto con el abogado colombiano Felipe Salazar Santos y el ingeniero Salvador Lluch de Chile. En esos años, la dinámica de la Junta era excepcional, porque los objetivos del Acuerdo de Cartagena eran ambiciosos y la Junta quería ir hacia ellos a la mayor velocidad posible. En esa tarea, una parte fundamental era la relacionada con llegar a determinadas metas en el campo económico y el responsable de que se den resultados prontos y excelentes era el doctor Germánico Salgado.

Cuánta pasión por la integración latinoamericana y andina había en sus escritos y acciones. No descansaba y no dejaba descansar, pero motivaba con el ejemplo y todos los involucrados en cada proyecto buscábamos la forma de acelerar el paso. Un día, en su casa, había una reunión social y él no salía de su sala de estudio a estar con los invitados, hasta que ya por la media noche, las señoras hicieron un coro para cantarle “el tiempo que te quede libre, si te es posible dedícalo a mí”, con lo que abandonó su escritorio, salió a explicar que tenía problemas por resolver, estuvo un rato con los invitados y volvió a su trabajo.

Durante 11 años enseñó Desarrollo Económico y Economía Internacional en la Universidad Central del Ecuador, durante cuatro lo hizo en la Universidad Complutense de Madrid, en la que había obtenido su título de doctor en Ciencias Económicas, y durante otros cuatro compartió su pasión y sus conocimientos sobre la integración económica, con sus estudiantes de posgrado de la Universidad Andina Simón Bolívar… Como docente universitario, Germánico Salgado, en palabras de Francisco Febres Cordero, era “la sabiduría expresada con simpleza (que) sabía convertir lo difícil en fácil”. [2]_/

En una oportunidad fue elegido diputado. Duró muy pocos días en esa función y renunció. No le gustó el ambiente político y las negociaciones “por debajo de la mesa” que se hacen en los parlamentos para favorecer abierta o soterradamente los intereses de alguien o para algo.

Escribió mucho sobre el desarrollo mundial, latinoamericano y andino. Francisco Pareja dice que Salgado se dio tiempo para escribir, entre artículos y libros, más de 140 trabajos, la mayor parte de los cuales son de difícil acceso y algunos permanecen inéditos.

Muestras de los libros de su autoría son: Ecuador y la integración económica de América Latina (1970). INTAL-BID; Del desarrollo al espejismo: el tránsito de la economía ecuatoriana en los años 60 y 70 (1995). Corporación Editora Nacional-UASB; Integración: nuevos desafíos y alternativas (1987). URSHSLAC-UNESCO, Caracas; El Ecuador de mañana: una ruta con problemas (1991) con Gastón Acosta; El Grupo Andino de hoy: eslabón hacia la integración de Sudamérica (1998). CEN-UASB; La ruta de la gobernabilidad (1999). CORDES. Publicación póstuma

La Universidad Andina Simón Bolívar y la Corporación Editora Nacional se han propuesto editar la mayor cantidad de obras de Germánico Salgado. Hasta ahora tienen publicados tres volúmenes y en avanzada preparación los volúmenes 4 a 6.

Volumen 1: Integración económica y desarrollo en América Latina (2017). Estudio introductorio: Francisco Pareja Cucalón
Volumen 2: Integración y cooperación regional en América Latina (2017). Estudio introductorio: Eduardo Santos Alvite.
Volumen 3: Visiones del desarrollo del Ecuador y de América Latina (2018: en prensa). Estudio introductorio: Gonzalo Ortiz Crespo.
Volumen 4 (La función emisión de la banca central),
Volumen 5 (Política económica)
Volumen 6 (Economía internacional, relaciones Norte-Sur y gobernanza global).

El 28 de septiembre de 2017, la Universidad Andina Simón Bolívar le rindió un homenaje, con la presentación de la colección “Obras de Germánico Salgado” y del primer volumen titulado “Integración económica y desarrollo en América Latina”, de su autoría.

Según Francisco Pareja, los artículos más relevantes, dignos de una lectura detenida son:
-        El desarrollo y la integración de América Latina (1970). Editorial Universitaria de Chile en el libro Integración política y económica: el proceso europeo y el problema latinoamericano, editado por Osvaldo Sunkel.
-        El Mercado Regional Latinoamericano: el proyecto y la realidad (1979). Revista de la CEPAL, No. 7
-        Integración latinoamericana y apertura externa (1990). No. 42 de Revista de la CEPAL
-        El Grupo Andino y la inversión extranjera (1973). Revista Comercio Exterior de México
-        Lo que fuimos y lo que somos (1978). Publicado en el libro colectivo “Ecuador Hoy”. Siglo XXI
-        Ecuador: crisis y políticas de ajuste. Su efecto en la agricultura (1987). Revista de la CEPAL.

Sus tesis se focalizaron en una integración que buscaba: i) desarrollo industrial y progreso técnico; ii) expansión del comercio y aprovechamiento de las capacidades productivas existentes; iii) aumento de la capacidad de negociación con terceros. Mejoramiento de las relaciones políticas entre Estados. Decía que eran los fines inmediatos de la integración. Pero precisaba que “en el trasfondo está la aspiración al progreso económico y social, con una serie de objetivos como el crecimiento del producto, el aumento del empleo, la erradicación de la pobreza y otros… La expansión del comercio –anotaba– supone en rigor una relación entre estos fenómenos y el desarrollo general de la sociedad” [3]_/

Transcribo breves fragmentos de su pensamiento, para motivar a los lectores a conocer mejor los escritos de Germánico Salgado. Sus ideas, en un continente que desde hace tiempo marcha en su propio terreno o retrocede, gobernado por corruptos populistas capos de mafias, deben trascender en todo el continente. Su estatua en la UNASUR ciertamente sería un honor para su familia, pero debería ser un merecido homenaje nacional a un ecuatoriano que en todas partes hizo conocer, con honradez y solvencia profesional, las razones por las cuales debe integrarse Sudamérica y diseñó una serie de herramientas para que gobiernos y pueblos la consigan.

“La integración debe constituir una nueva sociedad y el hecho social no puede limitarse exclusivamente al fenómeno económico. Esa sociedad no sustituye a las sociedades nacionales, pero las engloba y reúne para perseguir ciertos fines sociales que son comunes a los países miembros. La nueva sociedad que resulta de la integración – aparte de las vinculaciones económicas que entrañan una interdependencia creciente – reclama también la sujeción a normas de convivencia política más estrechas que las que ligan normalmente a una nación con otra, y un mínimo de acción común, lo cual crea, así mismo, una creciente interdependencia política. [4]_/

Nos inquietan, decía Salgado: “Las reformas que acaban de aprobarse en el VIII Consejo Presidencial Andino, congregado en la ciudad de Trujillo el 9 y 10 de marzo de 1996.  El Protocolo Modificatorio del Acuerdo de Integración Subregional Andino es un documento -ambicioso en apariencia- que, para comenzar, eleva la integración andina a la categoría de una Comunidad Andina y de un Sistema Andino de Integración. Sin embargo, no se modifican ni los objetivos ni los instrumentos de la integración, ni hay la intención de adaptar esas características a las tareas que ésta debe asumir en el próximo futuro. El énfasis del Protocolo Modificatorio es exclusivamente el de cambiar radicalmente la jerarquía y la calidad de las instituciones con las que el Acuerdo de Cartagena nació y con las que ha transitado durante 27 años, en algunos momentos con dinamismo y proyección de futuro y en otros con debilidades y ausencia de horizontes.” [5] _/

Concluyo pidiendo a los lectores que puedan hacerlo, que difundan este artículo y apoyen que la estatua de Germánico Salgado esté en el frontis del edificio de la UNASUR. Sería, reitero, un justo homenaje nacional a un latinoamericano y andino que dio honor al país toda su vida.


[1] _/ SALGADO GERMÁNICO – INTAL – BID: Ecuador y la Integración Económica.
[2] _/ PAREJA C. FRANCISCO – UASB: Integración Económica y Desarrollo en América Latina. Quito, Ecuador. 2017
[4] _/ GERMÁNICO SALGADO – INTAL – BID: Ecuador y la Integración Económica.

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