BOLETÍN 152: YACHAY, PROYECTO MAL CONCEBIDO
Eco. Luis Luna
Osorio MBA SEPTIEMBRE 13
de 2017
En estos
días se ha vuelto a hablar sobre Yachay, donde Rafael Correa pensaba crear una
universidad de primera a nivel mundial (escuela de genios) y una ciudad del
conocimiento que no envidiara a Silicon Valley de Estados Unidos.
La idea, por
cierto, era excelente y mucha gente la apoyó, para que por fin salgamos, según
se decía, del tercermundismo y de la exportación primaria, para ponernos en la
cima de la tecnología y exportar servicios de punta.
Lamentablemente,
como en la mayoría de las ideas de Correa, los resultados logrados hasta ahora
no son los esperados y, para ampliar la epidemia del país, se están
descubriendo irregularidades graves.
Unas ya se
conocían de antes; por ejemplo, que había altos funcionarios y docentes que “trabajaban”
desde el exterior, cobraban tres veces más que el presidente de la República y
viajaban al Ecuador de vez en cuando para cambiar de aires y seguramente cobrar
los adicionales a que tenían derecho y no habían llegado a tiempo.
Otras se
están descubriendo ahora, porque según le han manifestado las actuales
autoridades al presidente Moreno, se ve que hay demasiados gerentes, asesores y
funcionarios para pocos estudiantes; los edificios están construidos con sobreprecios
significativos y no hay laboratorios; faltan infraestructura y servicios para
la enseñanza, la actividad docente y la vida de los estudiantes.
Qué ha
pasado?
Lo primero,
una errada planificación del proyecto. Cómo se pudo asignar una enorme cantidad
de recursos, de miles de millones de dólares, a una universidad y una empresa que recién se
iban a crear, cuando universidades estatales importantes, con trayectoria, docencia
e investigación probadas, carecían de fondos para efectuar sus propias
actividades y podían aceptar el reto de formar a los profesionales que el gobierno
quería que estén disponibles en corto tiempo para el desarrollo nacional?
Luego, cómo
se pudo pensar en establecer la universidad y la empresa en un lugar en el cual
se carecía de todos los elementos de infraestructura necesarios y había que
empezar de cero?
Construir la
universidad, pase como idea, porque permitiría contar con un campus enorme y
facilidades de espacio para desarrollar el proyecto académico, aunque a un
costo muy grande. Pero, la ciudad del conocimiento no podía generarse en ese
lugar, porque está alejado de dos elementos claves para su optimización, si se
quería exportar desde allí productos al mundo: aeropuerto y puerto. Las
empresas de grandes inversiones no pueden ubicarse en sitios desde los cuales
les va a costar mucho más la importación de bienes de capital y materias primas
y la exportación de sus productos, cuando hay otras localizaciones mejores disponibles
en el mundo. Peor, cuando los dos proyectos debían ser complementarios. Si no
funciona el uno, el otro pierde valor.
De otro
lado, si se pensaba en que los docentes tendrían que ser genios traídos desde
los países desarrollados, lo que había que suponer es que ninguno vendría a
vivir en condiciones inferiores a las que tienen en sus lugares de residencia y
que tendrían que ser pagados con valores superiores a los vigentes para ellos
en sus centros de trabajo.
Por eso, las
altas remuneraciones que algunos docentes han cobrado no deben llamar la
atención; pero, lo que sí cabía exigir es que vengan a residir temporalmente en
Ibarra o sus alrededores, con las comodidades a las que están acostumbrados;
pero, no aceptar que sean poco menos que turistas y que enseñen muy poco y generalmente
a distancia.
Otro error
ha sido pensar que los científicos tienen aptitudes gerenciales. Por lo
general, ellos están acostumbrados a la investigación, que lleva mucho tiempo
para dar resultados y no son propensos a las labores que exigen efectos
inmediatos, como la construcción de obras, su equipamiento u otras. Eso
prefieren dejarlo a los ejecutivos. En este caso, parece que se quiso convertir
a científicos en gerentes y así no funcionan las cosas en la vida real.
También hay
que anotar que, como en otros casos, el afán presidencial por mostrar resultados
inmediatos de algunos proyectos, llevó a construir obras sin los estudios
suficientes y ahora ya se nota fallas en algunos edificios.
Cómo puede
ser que, según ha dicho el gerente de la empresa pública Yachay y consta en el
diario El Comercio de esta fecha: “La empresa tenía 9 gerentes, 17 asesores de gerentes,
21 abogados y 14 comunicadores. La mayoría vivía en la capital”? Muchos
generales a distancia y pocos soldados en el frente.
Tampoco cabe
en la mente que la Universidad tenga solo 12 aulas y 4 laboratorios para
atender a 1.010 alumnos.
La suma de
todo ello es una muestra incontrastable de la pésima forma en que se manejaron
los dineros públicos en el gobierno anterior y la desproporción entre las
aspiraciones y las disponibilidades. Peor aún, cuando se conoce que se obtuvo
crédito chino por USD 233 millones para financiar una parte del proyecto y que
las obras están paralizadas desde el año 2015. Cuantiosos pagos de intereses y
encima, dinero que no produce resultados.
Por otra
parte, hay que recordar que el gobierno, en días de elecciones presidenciales,
para llevar el agua a su molino, anunció un gran proyecto en Yachay, que luego
se supo no tenía el respaldo de las empresas que supuestamente iban a invertir
más de 3.000 millones de dólares en un proyecto.
Así reflejaba
el momento el diario El Telégrafo de Guayaquil, el 14 de febrero de 2017: “La
Empresa Pública Yachay y Red Tech NikteslaCORP Cia. Ltda. firmaron este martes
un contrato para la instalación de la empresa en el parque industrial de la
Ciudad del Conocimiento, en la provincia de Imbabura. La megafábrica se
dedicará a la producción de autos eléctricos, motores y baterías de grafeno,
entre otros productos relacionados con la movilidad sostenible. René Ramírez,
secretario nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación,
resaltó la incorporación de Red Tech a esta zona especial de desarrollo
económico. Se trata de una inversión total de $ 3.000 millones, "la más
importante de la historia del Ecuador del sector privado". [1]_/
El 16 de
febrero de 2017, “4 Pelagatos” informaba: Tesla Motors, el fabricante de carros
eléctricos de California, negó tener cualquier relación con la empresa Red Tech
NikleslaCORP que el martes anunció que va montar una “mega factoría” de vehículos
eléctricos en Yachay.”
Las actuales
autoridades señalan que el proyecto será replanteado, pensando en los próximos
33 años, pero reduciendo las expectativas. Es lo menos que se puede hacer, pero
debería tenerse en cuenta que, según los adelantos programados para la
educación superior en el mundo desarrollado, las universidades del futuro ya no
tendrán enormes campus, muchos edificios y laboratorios, sino que operarán por la vía
electrónica, en casi todos los aspectos por educación a distancia; para que un
solo docente de mucho prestigio imparta conocimientos simultáneamente a miles
de estudiantes en todo el mundo, bajo sistemas que no imaginamos siquiera, pero
que hasta los años 30 serán de aplicación masiva, en función de los adelantos
científicos y técnicos.
El
replanteamiento se lo ha previsto en cuatro etapas: de dinamización, del 2017
al 2018; de maduración, del 2019 al 2024; de estabilización, del 2025 al 2029;
y, de consolidación, del 2030 al 2045.
Según
menciona el Diario El Comercio de esta fecha, Yachay tiene 4461 hectáreas, de
las cuales 1525 son zonas de conservación, cimas de montañas y quebradas y que
2936 son tierras fértiles, pero que de ellas un poco más de la mitad no están
usadas. Además, estaba previsto que se utilice 1345 hectáreas para la Ciudad
del Conocimiento, pero esa área se reducirá a 255 hectáreas.
Lo antes
mencionado lleva a concluir en lo siguiente:
1)
La
planificación fue demasiado optimista. Se pensó que el flujo de los dólares del
petróleo iba a permitir que el país tenga su propio Silicon Valley, que le
permita saltar del tercer mundo al mundo “del buen vivir”.
2)
La ubicación
de los proyectos de universidad y ciudad del conocimiento fueron equivocados. Urcuquí
no tiene las bases suficientes de infraestructura y servicios para que los
proyectos se desarrollen en la forma necesaria y para que los docentes y
alumnos dispongan de las facilidades requeridas para trabajar con los
rendimientos esperados.
3)
El costo de
desarrollar proyectos públicos y privados en esa localización era y sigue
siendo mucho mayor que el de dotar de recursos a las universidades y
politécnicas ubicadas en sitios más cercanos a los puertos y aeropuertos,
núcleos de actividad del comercio exterior.
4)
La ejecución
de los proyectos hasta la fecha ha sido deficiente. Se han malgastado recursos
del Estado por valores muy importantes y las actuales autoridades dan cuenta de
fallas en muchos aspectos: institucionales, académicos, de docencia y remuneraciones,
de facilidades para profesores y alumnos, de utilización del espacio disponible,
y en varios otros aspectos, mencionando incluso sobreprecios en la construcción
de edificios.
5)
Aparentemente,
hay exceso de personal administrativo y su mayoría trabaja desde Quito, con
remuneraciones que significan 13,5 millones de dólares al año.
6)
En
consecuencia, las gerencias han sido deplorables y el Plan Maestro ha tenido
solo el título de tal.
Desde mi
punto de vista, hay otro aspecto importante a considerar.
El país va a
efectuar una enorme inversión en formas científicos y técnicos de primer nivel,
con exigencias altas en cuanto a la capacidad de los docentes, la aptitud de
los estudiantes para aprender y la tecnología de los equipos para efectuar investigaciones.
El resultado tendría que ser que quienes egresen de Yachay tengan conocimientos
suficientes y aptitudes para trabajar en cualquier empresa y parte del mundo,
dentro del área de su especialización.
Qué pasaría,
si como se conoce y pasa todos los días en Venezuela, la economía nacional no
crece (peor si decrece) y no ofrece a los nuevos profesionales lugares de
trabajo satisfactorios, públicos y privados, que les permitan laborar
aprovechando sus conocimientos? Sucedería lo lógico: que esos científicos y
técnicos se irían a otros países y a empresas multinacionales, con el doble
perjuicio para el país: gastó mucho dinero en formarlos y no puede aprovechar sus
capacidades, porque no hay sititos de trabajo adecuados.
Con esos
antecedentes, lo recomendable para el gobierno es dinamizar la economía del
país para generar nuevas e importantes plazas de trabajo en todos los sectores
de la economía y darle, como titula El Comercio de hoy en la página 8, un nuevo
enfoque al Proyecto Yachay, poniendo los pies en la tierra y corrigiendo los
errores de quien se acostumbró a ordenar la construcción de elefantes blancos,
sin los estudios suficientes sobre su factibilidad y proyección.
El
conocimiento mundial, las ciencias y las tecnologías se desarrollan a un ritmo
impresionante; y, hay que tener cuidado de no avanzar sin brújula y sin medir
las consecuencias de los actos, sobre todo ahora que el país necesita salir de
una profunda crisis y ponerse, lo más rápido posible, en el camino hacia el
progreso.
POR FAVOR, LEA EL LIBRO “ECONOMÍA
INTERNACIONAL Y DE AMÉRICA LATINA, de Luis Luna Osorio y Claudia Marcela Bastidas.
EN NAVIDAD REGALE UN LIBRO. Ese libro debería ser el que
saldrá en noviembre próximo, con los artículos 72 al 140 de este Blog. En
Quito, reserve sus ejemplares con nombre y dirección a este correo. Precio USD
10 c/u.
No hay comentarios:
Publicar un comentario