BOLETÍN 127: LA BALANZA COMERCIAL 2008 – 2016 (JUNIO)
ECO. LUIS LUNA OSORIO
MBA AGOSTO 26 DE 2016
El
país se encuentra en una grave crisis económica y para salir de ella es
necesario que el gobierno decida en forma oportuna y atinada, porque de no hacerlo,
el problema se agravará hasta situaciones insospechables. Oportuna significa
ahora, porque mañana puede ser demasiado tarde; atinada, consiste en dar la
vuelta en 180 grados a su política económica, reconocer la equivocación y
facilitar el camino al próximo gobierno, sobre todo en lo relacionado con la
política comercial, en la que han sobrado trabas a los empresarios.
Esto
es particularmente importante, si se toma en cuenta que la economía ecuatoriana
recibe desde 2015 los efectos de la difícil situación económica mundial, entre
ellos la caída del precio del petróleo, la apreciación del dólar, el poco
dinamismo de las economías de los Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia; que
los gobiernos de los países vecinos efectúan devaluaciones; y que, como el
Ecuador está dolarizado, sus autoridades no pueden utilizar todas las
herramientas disponibles para los países que tienen moneda propia.
Uno
de los elementos claves para encontrar algunos problemas que afectan al país es
la balanza comercial, tomando en cuenta que la dolarización necesita disponer
de una corriente creciente de divisas para mantenerse viva y trasladar
tranquilidad a todos los ciudadanos, divisas que deben provenir de fuentes propias
o muy convenientes, una de las cuales es la exportación de bienes, siendo otras
la venta de servicios y la recepción de remesas.
La
balanza comercial se la puede analizar considerando los flujos comerciales de
bienes y servicios o solamente la corriente de bienes, pero en este caso,
teniendo en cuenta exportaciones FOB e importaciones CIF, o los dos rubros en
valores FOB.
En
las páginas que siguen se analizará la situación de la balanza comercial en
términos FOB, lo que significa que no se tomará en cuenta, para las importaciones,
los costos que representa el transporte desde los países de procedencia de las
mercaderías hasta el Ecuador, ni los seguros.
En
todo caso, para que el lector tenga una referencia: las importaciones CIF totales
del año 2015 sumaron 21.518 millones de dólares y las importaciones FOB
registraron 20.460 millones, con lo cual, la diferencia entre CIF y FOB es de
1.058 millones, que equivalen al 5,2 por ciento sobre el FOB.
Al
final se tomará en cuenta un elemento actualmente muy importante, que es la
internación al país de productos, en unos casos autorizada y en otras no, que
impacta fuertemente en las cifras reales del intercambio, que antes, para
efecto de la Balanza de Pagos y de la balanza comercial, se consideraba muy marginalmente,
pero que ahora suma varios cientos de millones de dólares.
Las exportaciones FOB sumaron 18.818
millones de dólares en el año 2008, se redujeron a 13.863 millones en el 2009
por la crisis financiera mundial y crecieron rápidamente desde el año 2010,
para llegar en el mejor año (2014) a 25.724 millones de dólares. Las tasas anuales
de crecimiento fueron espectaculares, principalmente la del año 2008, la mayor
de todas, y las de los años 2010 y 2011, superiores al 26%.
Lamentablemente,
en el año 2015, la exportación total cayó en 7.400 millones de dólares y la
tasa de crecimiento anual se volvió negativa en casi 29%. Pero, el 2016 no
augura nada mejor, porque en el primer semestre las exportaciones totales solamente sumaron
7.925 millones, cerca de 2 mil millones menos que en igual semestre de 2015.
Obviamente,
lo sucedido es consecuencia básicamente de la caída del precio del petróleo,
que en el año 2012 se llegó a vender, en promedio anual, a 98,14 dólares el
barril, en el 2015 se exportó a 41,88 dólares promedio y en el 2016, hasta mayo,
tuvo un precio promedio de solo 28,73.
Las
exportaciones petroleras, que sumaron 11.721 millones de dólares en el año
2008, en el 2015 solo llegaron a 6.660 millones, habiendo tenido su cima en el
2013, con 14.017 millones.
Las
exportaciones no petroleras, con excepción del año 2009, tuvieron crecimiento
constante entre el 2008 y el 2015, elevándose desde 7.098 dólares hasta 11.671
millones, pero sin cambiar de manera importante su estructura, pues siguieron dependiendo
absolutamente de los productos tradicionales, varios de los cuales tuvieron demanda importante, como el camarón,
el banano, el cacao y las flores.
Las importaciones FOB totales, que sumaron
17.737 millones de dólares en el año 2008, se redujeron en el 2009 de forma
similar a las exportaciones; luego crecieron siempre hasta llegar a 26.448
millones en el 2014, pero cayeron en el
2015 a 20.460 millones.
Las
importaciones petroleras subieron de 3.358 millones en el 2008 a 6.359 millones
en el 2014 y cayeron a solo 3.903 millones en el 2015. Las importaciones no
petroleras, que en el año 2008 significaron 14.379 millones de dólares,
alcanzaron el máximo de 20.089 millones en el 2014 y bajaron a 16.557 millones
en el 2015.
La balanza comercial FOB
de bienes,
como consecuencia, en casi todos los años, menos el 2008, ha sido negativa al
Ecuador, en valores que van de 234 millones de dólares en 2009 a 2.130 millones
en el 2015. La mayor proporción ha aportado la balanza no petrolera, cuya
cifras negativas fueron siempre mayores a los 4.860 millones de dólares, pero
en el año 2013 superaron los 9.300 millones.
El índice de cobertura, o sea la capacidad de
las exportaciones para pagar las importaciones, excepto en el año 2008, se
mantuvo por debajo del 100%, lo que significa que hubo que buscar divisas de
otros orígenes, por ejemplo endeudamiento, para poder pagar el saldo negativo.
En el caso de los
términos de intercambio, las exportaciones nacionales tuvieron una mejor situación
que las importaciones en la mayor parte del periodo 2008 – 2016. Solo en los
años 2009 y 2015 y en lo que va del 2016 hasta junio, ha habido un deterioro de
los términos del intercambio, que es posible que se mantenga en el próximo
futuro, en perjuicio nacional.
Hasta
aquí, el análisis se refiere a las cifras del Banco Central. CUADRO 3.2.2
BALANZA COMERCIAL (1) de la Información Estadística Mensual de Julio de
2016.
La actitud del
gobierno.- Frente
a esas realidades, en diversos momentos, el gobierno ha querido frenar la
salida de divisas y reducir el saldo negativo de la balanza, mediante diversas
medidas, como la elevación fuerte de impuestos ad valorem a la importación, la
aplicación de impuestos específicos regresivos y antitécnicos, la vigencia de
salvaguardias para Colombia y Perú inicialmente y luego generales, la creación
del impuesto a la salida de divisas, el aumento desmesurado del IVA y el ICE
para ciertos productos y otras medidas. Varias de las frecuentes reformas
tributarias han ido en la dirección de controlar las compras externas,
especialmente de bienes de consumo.
Muchas
de las decisiones fueron erradas, como las salvaguardias, porque estuvieron mal
diseñadas, por ejemplo al gravar materias primas y bienes de capital; se
levantaron apenas aprobadas, como las que recaían sobre las llantas; y, en
general, no cumplieron su objetivo, por lo ya expresado y porque encarecieron
los productos para el consumidor, provocaron grandes flujos autorizados o no
por las fronteras y pusieron al país en mal predicamento frente a la Comunidad
Andina, cuya Secretaría pidió levantar las salvaguardias contra Colombia y
Perú; ante la OMC, por estar caminando en el filo de la navaja en cuanto al cumplimiento
de las normas del Acuerdo respectivo; y, ante los países afectados, que
pusieron trabas o amenazaron con reciprocar los obstáculos al comercio
existentes en el Ecuador.
También
es errado el impuesto a la salida de divisas, porque realmente no recae sobre
la salida sino sobre el ingreso de divisas. Para explicarlo hay que señalar que
en los países desarrollados, que es de donde pueden llegar cantidades
importantes de divisas al país, los márgenes de utilidad promedio anual no son
altos y prever que a la salida de sus capitales del país deberán pagar el 5%,
les significa un castigo importante.
Como
referencia, baste el siguiente dato relativo a las 300 empresas mayores de
Estado Unidos y Europa:
“De
media, la relación entre las ganancias operativas y las ventas dentro del grupo
estadounidenses se incrementó un 3% (hasta el 12,8%), mientras que en Europa se
redujeron los márgenes de ganancia en todos los países. Reino Unido, Francia y
Alemania agrupan casi la mitad de las 300 mayores empresas europeas. Con un
margen de ganancia medio de 7,7% (Alemania), un 8,2% (Francia) y un 11,5% (Gran
Bretaña), el trío se sitúa claramente por detrás de sus competidores
estadounidenses. [1]_/
Qué pasa en el país desde el año 2015? Que miles de ecuatorianos se desplazan por las fronteras cada
fin de semana a comprar, más en Colombia que en el Perú, productos de todo
tipo. Que muchos de los viajeros nacionales por avión que retornan al país, adquieren en
los Duty Free productos cuyos precios en el Ecuador se han puesto prohibitivos.
Que seguramente el mar es, ahora más que antes, una vía abierta del contrabando
de llegada de productos extranjeros para su venta en el país.
El diario El Tiempo de Bogotá, el 11
de agosto de 2015, hace un año, decía en una crónica: “Hasta Ipiales, cada fin
de semana, llegan aproximadamente unos 16.000 ecuatorianos, según la Cámara de
Comercio de Ipiales, cuya presencia masiva en calles, restaurantes, hoteles y
centros comerciales está dejando grandes dividendos para los negocios colombianos.”
De
entonces acá, la situación no ha cambiado. Al contrario, en diciembre y hace
poco, el 10 de agosto, la situación ha sido mucho más compleja. Al punto que
las autoridades ipialeñas tuvieron que poner en algún momento pico y placa para
los visitantes ecuatorianos, dada la avalancha de vehículos. Se calcula que son
4 mil vehículos en día ordinario y muchos más en feriados.
Cuál
es el resultado? Asumamos que cruzan la frontera solo 2 mil vehículos diarios
por 360 días al año. Pensemos que nadie hace el viaje solo y para ir a comprar
100 dólares o 200 dólares, cuando la gasolina del viaje de 550 kilómetros entre
ida y vuelta desde Quito, los peajes y la comida del día (asumiendo que va en
la mañana y regresa en la tarde), le
cuestan alrededor de 100 dólares. Entonces, lo lógico es que compre por lo
menos 500 dólares.
El
cálculo resulta en 500 dólares x 360 días x 2000 autos y eso da 360.000.000 de dólares
al año, que no es poco. Si a esto sumamos las compras en el Perú y lo que puede
ingresar por el mar, la cifra nacional podría duplicarse y más.
Si
se tomara en cuenta los datos que aquí se enuncian, la situación sería aún más
compleja para el gobierno, que tiene que tomar decisiones prontas y acertadas
para reducir los problemas de la balanza comercial.
La
conclusión es que el gobierno no solo debe mirar las cifras oficiales del Banco
Central, sino considerar que una gran cantidad de divisas se va por fuera de
los trámites normales de importación, que antes significaban un pequeño porcentaje
“de ajuste” a las cifras de la Balanza de Pagos, pero que ahora representan
valores muy superiores a lo que vale el comercio con algunos países.
Por
si acaso, la solución va por mejorar las condiciones para la producción de
consumo interno reduciendo la carga tributaria y para la exportación no petrolera,
dándole incentivos reales y seguridad jurídica, no en cerrar las fronteras.
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AVISO:
EN OCTUBRE CIRCULARÁN EN ECUADOR Y
COLOMBIA
LAS
RELACIONES ECONÓMICAS DEL ECUADOR Y COLOMBIA, publicado por la Universidad
Andina Simón Bolívar, de autoría de Luis Luna Osorio.
ECONOMÍA INTERNACIONAL
SIGLO XXI, de autoría de Luis Luna Osorio, de Ecuador y Claudia Marcela
Bastidas, de Colombia. Informes: 0999 726954 --------------------------------------------------------------------------------------------------------POR
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