El Gobierno dice que quiere transformar la matriz
productiva. Para el bien
del país y su gente, lo ideal es que lo consiga en el menor tiempo y al menor
costo; pero, no podrá hacerlo si es que se limita a buscar el famoso
“desarrollo endógeno” y el sumak kawsay, sin contar con el mercado
internacional y sobre todo, ignorando a los grandes mercados del mundo. Y para
contar con ellos necesita de aeropuertos modernos, eficientes, seguros, muy bien conectados con
otros del mundo las 24 horas de todos los días; y, de servicios de transporte
aéreo muy competitivos, que permitan traer y llevar toda clase de mercaderías factibles
de carga aérea, a costo razonable y en forma segura y rápida.
En este boletín se va a hacer una reflexión rápida sobre lo
que sucede con los aeropuertos del país y las necesidades que hay de mejorar su
infraestructura y servicios.
El país cuenta con dos aeropuertos internacionales reconocidos como tales: Mariscal Sucre
de Quito y José Joaquín de Olmedo (antes Simón Bolívar) de Guayaquil. A ellos
se suman los de Manta y Latacunga, con calidad para ser declarados
internacionales si se les realizan construcciones no muy costosas para dar
comodidad a los pasajeros; y, decenas de aeropuertos para el servicio interno.
Con base en la Ley de Aviación Civil, el Gobierno autorizó
en el año 2001, a
los Municipios de Quito y Guayaquil, para que administren los aeropuertos
internacionales. Ambos municipios constituyeron entidades autónomas para ese
objeto: en Quito, la Corporación para los Aeropuertos; y, en Guayaquil, la Fundación
Autoridad Aeroportuaria.
El Gobierno, además, el 25 de enero del 2002, traspasó de la
Dirección de Aviación Civil (DAC) a los Municipios de Guayaquil y Quito el
dominio de las terminales aéreas entonces en funciones y sus muebles e
inmuebles.
Aeropuerto Internacional de Quito.- La capital del Ecuador acaba de estrenar su aeropuerto,
ubicado a 25
kilómetros de Quito, al este, en Puembo.
El Aeropuerto será operado por el consorcio privado
Quiport, bajo la modalidad de concesión. Su construcción tuvo un costo superior
a los USD 600 millones, financiados con
créditos del gobierno de Canadá, Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
inversionistas y fondos estatales.
Su infraestructura permitirá operar a
aeronaves de gran capacidad y realizar
vuelos directos hacia Europa, lo cual facilitará todo tipo de actividades
comerciales y productivas. La empresa
española Iberia utilizará el Airbus 340 – 600 considerado el avión más grande
del mundo, con capacidad para 380 pasajeros y KLM operará con un Boeing 777 –
300 y abrirá una frecuencia sin escalas entre Quito y Ámsterdam.
Según datos de la concesionaria, entre las
características de este nuevo aeropuerto se destacan: Categoría B, de iguales
características de los aeropuertos de Buenos Aires, Sao Paulo y Nueva
York. El terminal de pasajeros tiene 38
mil metros cuadrados de construcción. La
pista de aterrizaje es de 4.100 metros de largo y su ubicación está 400 metros
más baja que la del aeropuerto antiguo. La torre de control tiene 41 metros de
altura y es la más alta del país. El equipamiento para el control de tráfico
aéreo se efectuó con tecnología de última generación. Tiene 41 mil metros
cuadrados de construcción exclusivos para área de carga, con facilidades para
realizar el paso inmediato de los camiones a los cuartos fríos y de allí a las
aeronaves que transportarán los productos al mundo.
El rango de cobertura de vuelos permitirá
llegar a destinos más lejanos como Madrid, Ámsterdam, Canadá, Berlín, entre
otros de América del Norte, Europa y África. [1]_/
El problema mayor hasta la fecha (junio 24 de 2013) es que no se
construyeron a tiempo las vías de acceso desde Quito al Aeropuerto y que recién
el próximo año se irán incorporando varias de las autopistas previstas para
servir a esa obra, lo que ha generado rechazo interno, incredulidad de los
pasajeros extranjeros y molestia para todos los usuarios y las compañías aéreas.
Otro problema, ya resuelto, es que los aviones solo podían operar en la pista
en un sentido, limitando sus actividades; un tercero, es la fuerte acción de
los vientos sobre la pista en verano y su efecto sobre los aviones.
El país gana con esta obra
un aeropuerto internacional nuevo, sin inversión estatal ni riesgo
financiero u operacional; se estimula el crecimiento de la economía y la
generación de empleo; hay transferencia
de costos y riesgos del sector público al sector privado; los costos operativos
están incluidos dentro del costo del proyecto; hay una optimización de recursos
que pueden ser destinados a necesidades más apremiantes.
Aeropuerto
Internacional de Guayaquil.- Su
construcción (en realidad, la ampliación del Aeropuerto existente, con algunas
construcciones nuevas, como la torre de control y la terminal de pasajeros), terminó
hace tres o cuatro años; cuenta con 50
mil metros cuadrados de construcción y ha modernizado las instalaciones de
atención a las naves, a los pasajeros y a la carga; además, no tiene las
dificultades de acceso de Quito, porque opera casi al nivel del mar. Cuenta con
todas las facilidades para laborar, de acuerdo a la Categoría I, las 24
horas de todos los días. Su costo de construcción o modernización fue mucho
menor que en Quito, por obvias razones. En este año se proyecta ampliar la zona
de atención a pasajeros.
Actualmente realiza 60 mil operaciones al año, y la Autoridad
aeroportuaria estima que después de 12 a 14 años se llegue a 180 mil.
La idea que prevalece desde hace años es que el aeropuerto
actual debe ser remplazado por otro, de clase internacional y con la más alta
tecnología. Para ello se ha escogido una zona en Daular, con una terminal aérea que al año soporte un flujo de
787.305 operaciones (con un promedio de 2.157 vuelos diarios).
Esto, luego de que el Centro para el Desarrollo
de Sistemas Avanzados de Aviación, de la organización estadounidense Mitre,
entregara los estudios definitivos que garantizan la aeronavegabilidad del
sitio donde se prevé que funcione la terminal aérea.
Según los diseños, el área tendrá 2.020 hectáreas de longitud y estará ubicada entre las comunas de Daular y San Pedro de Chongón, a 45 minutos de Guayaquil, Además, contará con tres pistas paralelas de aterrizaje simultáneo, dice el directivo de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG).
Entre las ventajas del lugar, según el funcionario, constan: la baja velocidad del viento del área y el tipo de suelo, de roca, que soporta unas 21 toneladas (TM) por metro cuadrado; y, que el sitio no está rodeado por obra urbanística, a diferencia del actual aeropuerto. [2]_/
Según los diseños, el área tendrá 2.020 hectáreas de longitud y estará ubicada entre las comunas de Daular y San Pedro de Chongón, a 45 minutos de Guayaquil, Además, contará con tres pistas paralelas de aterrizaje simultáneo, dice el directivo de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG).
Entre las ventajas del lugar, según el funcionario, constan: la baja velocidad del viento del área y el tipo de suelo, de roca, que soporta unas 21 toneladas (TM) por metro cuadrado; y, que el sitio no está rodeado por obra urbanística, a diferencia del actual aeropuerto. [2]_/
Aeropuertos
Nacionales.- Además
de esos aeropuertos internacionales, hay varias decenas de aeropuertos para
servicio nacional. Algunos de ellos son de pequeña magnitud. Los de mayor
actividad son Cuenca, Manta, Lago Agrio, San Cristóbal.
La lista alfabética es: Ambato,
Bahía de Caraquez, Coca, Cuenca, Esmeraldas,
Galápagos (Baltra y San Cristóbal), Jipijapa, Lago Agrio, Loja, Macará, Macas,
Méndez, Pastaza, Portoviejo, Putumayo,
Salinas, Santa Rosa, Sucúa, Taisha, Tarapoa, Tena, Tiputini y Tulcán. Algunos
de estos aeropuertos registran solo uno o dos vuelos por semana, pero son
importantes para atender emergencias de salud, por ejemplo.
La
flota aérea.- Las compañías que prestan
servicio de transporte interno en el Ecuador son: LAN ECUADOR, TAME, AEROGAL.
La primera es parte de LAN Chile, la segunda es estatal y la tercera firmó en
marzo de 2010 una fusión con AVIANCA de Colombia. Estas empresas cuentan con
aviones de diversa capacidad y procedencia para sus vuelos, siendo los de LAN y
TAME los más nuevos. La
importación de aeronaves civiles para pasajeros (y sus partes y piezas) no paga
aranceles. Las rutas mejor servidas son la Quito –
Guayaquil – Quito y la Quito - Cuenca – Quito, que tienen numerosas frecuencias
diarias, incluso en fines de semana. Muchas rutas que cubre TAME están
subsidiadas por el Estado y también la movilización de los habitantes de
Galápagos hacia y desde las islas.
La asociación de las
aerolíneas nacionales con las internacionales ha facilitado el incremento de
rutas y frecuencias a favor de los pasajeros desde y hacia el Ecuador. También
la asociación ha repercutido en tarifas más bajas y en mejor servicio.
La flota aérea nacional actual se compondría de menos de 30
aviones, 12 de AEROGAL, 10 de TAME, 6 de
Lan Ecuador y otros. Compañías internacionales que llegan al país son: American Airlines, Aces, Aerocontinente,
Avianca, Continental Airlines, Copa, Iberia, KLM, Lan Chile, Servivensa y Taca.
Compañías internacionales de carga llegan a Quito, Guayaquil, Latacunga y Manta. Los aeropuertos militares de Salinas en la
Costa y de Latacunga en la Sierra, sirven como alternos de los aeropuertos
internacionales, cuando éstos se cierran temporalmente.
Según las aerolíneas
nacionales, solo hay un 70% de ocupación de asientos en el servicio aéreo
doméstico. El hecho afecta especialmente a rutas como Quito-Cuenca y
Quito-Guayaquil. Solo Galápagos tiene un poco más de demanda en temporadas
alta, en abril y diciembre.
El
número de pasajeros servidos pasó de 2,6 millones en 2006 a poco más de 3,2
millones en 2009; la carga transportada se mantuvo en alrededor de 12 mil
toneladas anuales en el periodo 2006 – 2009, mientras que el número de vuelos
se redujo, de 44.333 en 2006
a 41.176 en el 2009, porque los nuevos aviones tienen
más capacidad de carga que los anteriores.
Según cifras de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), en
Ecuador, el año 2012 el flujo de viajeros transportados por las compañías se
redujo 6,06% en relación al año previo. Es decir, mientras en el 2011 se
transportaron 4 millones de personas, el año pasado fueron 3,7 millones. La
causa principal de este hecho tiene que ver con la eliminación del subsidio al
combustible jet fuel, que empezó a regir desde enero del 2012.
Guillermo Bernal, presidente de la Asociación de Aerolíneas Nacionales
(Adena) dijo que la eliminación de este subsidio obligó a las aerolíneas a
ajustar el tamaño de sus operaciones en el país, lo cual implicó una reducción
en el número de frecuencias o la suspensión de rutas. Al final, la oferta de asientos
en los aviones bajó. “Como industria teníamos claro que íbamos a decrecer”,
aseguró Bernal. Desde inicios del año pasado las aerolíneas locales asumieron
el valor real del combustible, que supera los USD 3 por galón. Antes pagaban
USD 1,25. El efecto inmediato de esta medida fue el alza de precios en los
boletos aéreos.
El Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad
calculó que las tarifas del transporte aéreo subieron entre un 15 y 20%. Estos
ajustes de precios estuvieron acompañados de una restructuración administrativa
en las aerolíneas, que redujeron personal, rutas y frecuencias. En el último
trimestre del 2011 se produjo la quiebra de dos aerolíneas (Ícaro y Air Cuenca)
y el cierre de operación de VIP. A esto se suma el retiro de Saereo, que volaba
a Santa Rosa, Loja y Latacunga.
El gobierno ha buscado que China y Rusia se
interesen en que sus líneas aéreas lleguen al Ecuador, lo que apoyaría mucho
las exportaciones de flores y de otros productos que necesitan transporte aéreo
hacia Moscú y Beijing y desde allí hacia destinos internos chinos y rusos, pero
hasta la fecha no ha habido respuesta favorable. Es muy importante que el nuevo
aeropuerto de Quito genere esas y otras rutas intercontinentales.
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