La UE está formada por 27 países, los principales de los cuales son Alemania, Francia, Italia y España. su economía, mirada en conjunto, es la más poderosa del mundo y, en los hechos, ya no es la suma de sus miembros, sino una sola entidad económica, en la cual los factores de la producción circulan libremente, con algunas excepciones lógicas.
Desde 1957 la UE es el proceso de integración que más ha avanzado. Pasó por las etapas de zona de libre comercio, unión aduanera, comunidad económica y ahora, para 15 países, es una unión monetaria. Cuenta con una Constitución aprobada y en vigencia, autoridades comunitarias para las funciones ejecutiva, legislativa y judicial, e incluso autoridades únicas para las relaciones internacionales, la defensa y las políticas financiera y cambiaria.
El 20 de diciembre de 2008, más de 400 millones de europeos empezaron a compartir el llamado “Espacio Schengen”, eliminando los controles fronterizos terrestres y marítimos entre 24 países. A fines de 2009 se juntaron a este espacio Chipre y Suiza (no es parte de la UE), pero de él no forman parte el Reino Unido e Irlanda. El 30 de marzo de 2008 se levantaron las exigencias de control migratorio intraeuropeo en el transporte aéreo.
La UE otorga importantes subsidios a sus productores y exportadores agropecuarios. Con respecto a la idea de eliminar esos subsidios, tema clave para las economías latinoamericanas, nueve países (Francia, Italia, España, Bélgica, Irlanda, Finlandia, Luxemburgo, Austria y Portugal) se oponen a la reforma; y, cuatro: Gran Bretaña, Alemania, Dinamarca, Holanda, la apoyan. Esto no obstante, en el seno de la OMC se llegó a un acuerdo por el cual los subsidios deben desaparecer en los países desarrollados, la UE incluida, en el 2013; aunque en las reuniones de 2008 de la Ronda Doha , eso no quedó suficientemente claro y explícito.
La UE otorga preferencias de diversa magnitud tanto a los países ACP (sus colonias de África, Caribe y Pacífico hasta el siglo XX) cuanto a los países andinos. Por supuesto, las ventajas de los países ACP son mucho mayores que las dadas a los países andinos.
El SGP Andino de la UE, que ha sido renovado varias veces, debía fenecer el 31 de diciembre del 2004, con lo cual la oportunidad de acceso libre al mercado europeo quedaba seriamente comprometida. Pero, el Consejo de Ministros de la Unión Europea decidió prorrogar estas preferencias hasta diciembre del 2011, con la idea de que antes de esa fecha estaría firmado un tratado de asociación UE – Comunidad Andina (CAN). No obstante, es preocupante observar que Europa, como mercado de destino de las exportaciones andinas, pasó de significar el 20% del total en 1990 a tan solo el 12% en la actualidad.
2. LAS RELACIONES DE LA UE CON EL ECUADOR
Estas relaciones son excelentes y no se refieren exclusivamente al comercio, sino que abarcan inversión, cooperación financiera y técnica, turismo; y, desde inicios de siglo, masiva emigración ecuatoriana hacia algunos de los países europeos, en especial España e Italia.
Las exportaciones, desde el 2000 hasta el 2010 más que se han triplicado, al pasar de 631 millones de dólares a 2.265 millones (360%). Las importaciones han crecido a un ritmo un poco mayor (386%), pero desde una base inferior, al subir de cerca de 400 millones de dólares en el 2000 a 1.545 millones en el 2010.
BALANZA COMERCIAL ECUADOR – UNIÓN EUROPEA
- millones de dólares -
FUENTE: Banco Central del Ecuador. Información Estadística marzo del 2011.
ELABORACIÓN: LLOEl incremento de las exportaciones a Europa se debe en parte al “mercado de la nostalgia” de los cientos de miles de ecuatorianos que ahora viven en la UE. Las importaciones ecuatorianas corresponden más a productos industriales. La balanza comercial es siempre positiva para el Ecuador, excepto en el 2002 y tuvo su mejor año en el 2007.
Las exportaciones de productos tradicionales a la UE del año 2009 (70% de las totales) registraron banano en poco más del 50%; camarón y sus elaborados en el 22%, atún y elaborados en el 11%, cacao y elaborados en el 10% y otros productos en el 4%. Las exportaciones no tradicionales del año 2009 a la UE (30% de las totales), fueron en el 31% de productos de la pesca, en el 25% de flores, en el 16% de jugos y conservas de frutas y en el 28% de otras frutas, vegetales y productos de toda clase.
Según el Banco Central, en el año 2000 había 857 empresas exportadoras a Europa, para 618 productos; en el 2009 había 1.236 empresas, para 926 productos.
Con respecto a las inversiones, poco más de 3 mil accionistas de la UE de diversas nacionalidades, pero especialmente españoles, alemanes e italianos, aportaron en el 2009 alrededor de 700 millones de dólares de capital a las empresas nacionales, según la Superintendecia de Compañías; 266 millones de dólares a la Industria (38%); 190 millones a Transporte y comunicaciones (27%); 184 millones al Comercio (26%).
La tecnología más importante de la UE que viene al Ecuador es la que se refiere a maquinaria pesada y vehículos automóviles; maquinaria para industrias químicas, especialmente farmacéuticas; procesadoras de harina, imprentas.
El grueso de la cooperación técnica se orientó en el 2009 a infraestructura social y de servicios (71%), sectores productivos (13%), ayuda humanitaria (6%) y proyectos multisectoriales y transversales (6%).
El turismo crece permanentemente, tanto de ida como de vuelta. En el caso del turismo receptivo, lo importante es que busca lugares especiales para el ecoturismo y eso permite el desarrollo de hotelería y transporte no solo hacia o en las grandes ciudades, sino hacia Galápagos, la Amazonía y el Austro.
Con respecto a la migración, la UE es desde hace años el centro de actividad de cientos de miles de ecuatorianos que se fueron del Ecuador al no encontrar en su territorio fuentes honradas de trabajo productivo, determinando ciertamente un flujo anual muy importante de divisas, pero dejando en el país familias rotas, jóvenes y niños abandonados, miles de problemas sociales de diferente clase y preocupaciones graves para la UE y para el Ecuador.
LAS NEGOCIACIONES COMERCIALES UE – ECUADOR
Las negociaciones de la UE que involucran al Ecuador son de cuatro clases: directas; al interior de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la UE con América Latina y entre la UE y la CAN.
En el seno de la OMC, básicamente se trata temas de interés de los países desarrollados frente a los subdesarrollados, como son: la creación y la aplicación de las normas mundiales, los incumplimientos a esas normas y los subsidios agrícolas, el Sistema General de Preferencias, el funcionamiento de los mecanismos institucionales y otras.
La UE y Latinoamérica han negociado especialmente para definir acuerdos comerciales y de cooperación técnica y financiera de la UE con los diversos bloques americanos y para consensuar posiciones comunes frente a determinados problemas de carácter mundial.
Los acuerdos negociados entre la UE y la CAN desde 1969, pero en especial desde 1993 se han dado en función del interés europeo, sobre todo en los años 70, de apoyar al proceso integrador que se veía más prometedor entre países subdesarrollados y para crear condiciones favorables a que las empresas europeas puedan invertir en los países andinos con seguridad jurídica y rentabilidad satisfactoria, pero con base democrática y sentido social.
Las negociaciones entre la UE y el Ecuador han sido siempre cordiales, pero a veces muy conflictivas. En particular, en vista de que el Ecuador ha demandado reiteradamente a la UE en la OMC por la discriminación en el trato a las importaciones de banano de América Latina frente a las procedentes de los países ACP, que le han perjudicado gravemente. En otras ocasiones, para evitar sanciones a los exportadores pesqueros por fallas en las condiciones de trazabilidad; a veces, con respecto a problemas de respeto de la propiedad intelectual europea. En ocasiones, por la defensa nacional de los emigrados a Europa frente a las exigentes normas adoptadas en esos países o a la mala práctica de las mismas. Luego, para tratar de que se mantengan en el tiempo las preferencias arancelarias recibidas. Finalmente, para avanzar hacia la firma del Acuerdo de Asociación UE – Ecuador.
En general, los resultados de las negociaciones no han sido favorables al país. En el caso del banano, tras varios pronunciamientos de la OMC a favor del Ecuador se logró un resultado legalmente positivo, pero no práctico, que se neutralizará muy pronto con la vigencia de los acuerdos de asociación de Colombia y el Perú con la UE, que les dará mejor trato arancelario que al Ecuador para ese producto.
En la negociación del Acuerdo de Asociación UE – Ecuador, hasta ahora no hay resultados finales, aun cuando hay acuerdos iniciales y parciales, por la actitud ecuatoriana de avanzar y luego retroceder, decir y desdecirse, respecto a su interés de llegar a buen final.
Reconozco la capacidad negociadora del Viceministro de Comercio Exterior Francisco Rivadeneira y del grupo de expertos que representa al país; pero, así mismo, condeno la volubilidad de quienes dirigen la política internacional y comercial, que luego de hacer que el país intervenga en las negociaciones UE – Comunidad Andina, luego actúe como observador en las negociaciones de Colombia y el Perú, y más tarde organice sus propias negociaciones con la UE, está en este momento sin saber con claridad qué política aplicar.
CONCLUSIONES
- El Ecuador ha perdido tiempo valioso en la negociación con la UE.
- Las preferencias arancelarias se terminarán al final del año y no podrán ser renovadas, porque la UE ha decidido que en el futuro todos los países que las reciben, incluso los ACP, deben firmar acuerdos de asociación, para que las preferencias se transformen en una especie de “patrimonio histórico” y se vuelvan permanentes.
- El eventual acuerdo de asociación o como se lo quiera llamar, si llega a ser suscrito por la UE, tendrá como referentes muy importantes a los acuerdos suscritos en abril de 2011 por la UE con Colombia y el Perú, que establecerán una especie de camisa de fuerza.
- También serán una camisa de fuerza las normas de la Constitución del Ecuador, por más que se diga lo contrario al interior del país, pues ellas definen conductas “socialistas” del Gobierno y las otras instituciones nacionales, que no se podrá ignorar.
- En la mesa de negociaciones no habrá mayor opción de proponer ideas imaginativas a
favor del país porque, vistos los compromisos del mismo tipo adquiridos por la UE con muchos países en el mundo, su respuesta a los pedidos será: “lo toma o lo deja” al texto del acuerdo marco ya vigente para la UE.
- El país no solo pierde posibilidades de exportación favorables en mercados conocidos, también deja de contar con actitudes favorables de la UE en otros campos, como los de la cooperación técnica y la inversión, que se dirigirán a aquellos países cuyas políticas son más armónicas con las que rigen en la Unión.
- El efecto de la reducción o lento crecimiento de las exportaciones hacia ese destino impactará en el empleo agropecuario del país, golpeando más a los agricultores, los pescadores y los acuicultores de la Costa, y a los floricultores de la Sierra.
- El mercado de la Unión Europea para el Ecuador no es uno más de los existentes en el mundo; es el segundo y a veces el tercero de los más importantes. No lo podrá sustituir ni en el corto ni el mediano plazo otro mercado de los 190 o más que existen en el mapamundi, pero que no cuentan para las exportaciones nacionales ni siquiera como un potencial a largo plazo.
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