martes, 2 de noviembre de 2021

 BOLETÍN 242: SIMÓN BOLÍVAR Y LA EDUCACIÓN. (26-05-2021)

Todos los estudiantes del Ecuador, antes de la década perdida, aprendíamos desde muy pequeños los aspectos más importantes de la vida del Libertador. Pero, casi todos ellos se referían a sus hazañas como guerrero y gobernante, con casi ninguna referencia a su interés permanente porque todos los niños y jóvenes tengan educación y esta sea de calidad. A lo más, se hacía referencia a su amor por Manuela Sáenz y el Delirio sobre el Chimborazo.

 

La escala de prioridades de Bolívar iniciaba con la lucha diaria por la independencia de España de las futuras naciones sudamericanas, su deseo de que los habitantes de estas regiones gocen de libertad, su aspiración de que hayan gobiernos visionarios, su preocupación por la educación masiva, porque estaba convencido de que naciones independientes, pueblos libres, gobernantes demócratas con ideas modernas y ciudadanos educados harían posible un mejoramiento sostenido de las condiciones generales de vida, que permitan una economía fuerte y una robusta presencia en el continente y en el mundo.

 

En sus proclamas, decretos, discursos y cartas se nota que esas eran sus preocupaciones fundamentales y para constatarlo basta con leer algunos de los más importantes textos con los cuales demostró su notable valía y su vocación de prolífico escritor.

 

Tomando como base el Tomo I de la Biblioteca de la Independencia, de la Academia Nacional de Historia, enumero lo que esa entidad menciona como Conclusión principal de su capítulo sobre el Libertador: sus aportes a la independencia, la educación y la literatura: “la plena vigencia del pensamiento de Simón Bolívar en el desarrollo actual de la educación en América Latina”

 

Además, incluyo algunas de las 32 conclusiones específicas de ese estudio:

 

1.        Eliminar el analfabetismo;

2.        Escolarizar a todos los niños en edad escolar;

3.        Desarrollar y amplia servicios educativos para los adultos;

4.        Mejorar la calidad y la eficiencia de los sistemas educativos a través de    reformas indispensables;

5.        Por intermedio de la educación, rescatar o revalorizar nuestras raíces culturales aborígenes.

6.        Investigar, establecer y difundir la identidad de Latinoamérica, elemento fundamental para evitar la agresión extranjera que nos despersonaliza en forma de neocolonialismo cultural;

7.        Elevar a los grupos poblacionales afectados por la pobreza;

8.        Evitar la incomunicación lingüística de ciertos grupos indígenas;

9.        Con la propensión a un nivel educativo básico para todos, detener el desempleo y el subempleo que no cumplen papel laboral de significación en el proceso productivo;

10.      Sobre la base de la educación, combatir las grandes grietas de la sociedad latinoamericana, haciéndola más justa y con oportunidades ciertas que posibiliten un nivel de ida compatible con la dignidad humana, especialmente en nutrición, vivienda, vestuario, medicina;

11.      Es imprescindible evitar la costumbre de copiar sistemas o procedimientos del exterior, analizar los mismos y adaptarlos a nuestra realidad;

13.      Elaborar y aplicar una metodología latinoamericana, que no se aparte de las realidades y problemas del mundo, con sentido crítico y de participación y solidaridad sociales.

14.      Urge promover el patriotismo y la ética;

15.      No se debe dejar de inculcar la valoración exacta del patrimonio espiritual y material de las naciones;

16.      Las ciencias y la tecnología, en el contexto del humanismo, están llamadas a ocupar el primer lugar de la atención;

21.      Se requiere capacitar eficientemente a los maestros, a objeto de que la mística y la motivación nunca les abandonen, partiendo de un mejor nivel de sueldos y salarios;

23.      Que el ser y no el tener debe constituir el principal parámetro de la enseñanza;

24.      Un país no puede avanzar más que lo alcanzado por su educación, por sus recursos humanos;

25.      Falta investigación en las ciencias pedagógicas;

28.      Intercambio de profesionales y estudiantes, ciencias y técnicas, entre los países del área, en miras a su más efectiva integración;

32.      El más eficiente vínculo de cohesión en Latinoamérica es, precisamente, el de la educación, para, por intermedio de él, buscar y alcanzar los objetivos permanentes, que respondan a orígenes y destinos comunes.”

 

Para entender la magnitud de la obra de Bolívar en lo que se refiere a la cultura y la educación, conviene mencionar que fue miembro de una de las familias con mayor riqueza e importancia de Venezuela y que eso le permitió viajar tres veces por Europa en sus años de juventud, lo que era muy raro en ese tiempo, conociendo la realidad de España y Francia especialmente, país este último en el que tuvo la oportunidad de mirar de cerca la instalación de Napoleón Bonaparte como emperador, con todo el despliegue de fuerza, protocolo y majestuosidad. También conoció Italia, Bélgica, Alemania, Holanda.

 

Obviamente, en esos viajes, aprendió a valorar la cultura de esas naciones y a saber, al regreso a tierras americanas, la enorme distancia que existía ya en ese tiempo, entre naciones con culturas avanzadas y las de América del Sur, especialmente las andinas. La historia de Roma y sus monumentos le inspiraron de tal manera, que allí fue donde hizo el juramento del Monte Sacro, de que hará todos los esfuerzos por independizar América del Sur de los españoles, al costo personal que sea, que fue muy grande, porque dedicó toda su vida al objetivo propuesto y sacrificó toda su fortuna. 

 

Admirado de lo que sucedía en las naciones que conoció, escribe: “… ellas vuelan, si esta vuela (se refiere a la educación); retrogradan, si retrograda; se precipitan y hunden en la obscuridad, si se corrompe, o absolutamente se abandona”.

 

También considera necesario un cuarto poder para el gobierno de los países: “… el poder moral: legislativo, ejecutivo, judicial y el nuevo, educación e instrucción para el pueblo.” [1]_/

 

Por otra parte, tuvo como maestros a personajes de enorme talla, especialmente Simón Rodríguez y Andrés Bello, que no solo le cultivaron en los conocimientos de las ciencias, sino que influyeron en él para que sea un lector infatigable, que se volvió experto en el conocimiento de las obras de los clásicos griegos y romanos.

 

Muchos de sus escritos hacen referencia a autores de la antigüedad, para con ello comprobar sus asertos o documentar acciones de gran importancia. Léase, para constatarlo, las muy interesantes cartas a José Joaquín Olmedo, a propósito de su poesía “La Victoria de Junín - Canto a Bolívar.”

 

A su retorno de Europa a América del Sur, visitó Estados Unidos, donde permaneció cuatro meses, en los años en que en ese país se iba consolidando en el que más tarde sería el país más poderoso del mundo y donde admiró los avances logrados con la libertad de Gran Bretaña y el dinamismo y expectativas producidos en materia científica y tecnológica.

 

Los valores liberales y federales que impulsaron la independencia de Estados Unidos tuvieron un efecto inspirador en los criollos latinoamericanos, prontos para rebelarse ante el Imperio Español. Sin embargo, las ideas que crecían entre los estadounidenses también provocaron preocupación en el sur. [2]_/

 

Esas ideas no le eran ajenas a Bolívar que, en muchas ocasiones, propuso crear los Estados Unidos de América del Sur, que permitieran hacer frente al poder de Norteamérica y desarrollar la educación, la ciencia y la cultura como sucedía en esa región.

 

En la Carta de Jamaica, del 6 de septiembre de 1815, según comenta la doctora Raquel Moreno, una estudiosa de la vida de Bolívar: “Su bosquejo de futuro es formar una gran nación, para que los delegados de las repúblicas confederadas, reunidos, den las soluciones del caso, partiendo de una elevada moral pública, que se sustente en el respeto recíproco y, por cierto, en la cultura; y, como parte de ella, en la educación.

 

Su mente, de una extraordinaria inteligencia, captó lo más relevante de sus viajes, maestros y lecturas y resumió hábilmente para contrastar las realidades de los dos continentes y mirar la enorme distancia que había que recorrer para lograr, no solo la independencia de los pueblos americanos de España, sino su unión, porque estaba convencido de que, distantes físicamente, separados políticamente, llenos de habitantes ignorantes, serían presa fácil, para su dominio, de naciones más adelantadas.

 

Vicente Lecuna, un admirador de la obra del Libertador que, por encargo del gobierno de Venezuela, presidido por el general Eleazar López Contreras, compiló las “Proclamas y discursos del Libertador” en el año 1939 menciona: “Después de la libertad política, la educación era el sueño libertador de Bolívar; la educación para todos, principalmente para niños y jóvenes, sin distinción de sexos ni de clases sociales … “

 

Conste que en esa época las discriminaciones por sexo, clase social y raza eran normales en los países y que se veía mal a quienes proponían olvidarse de ellas. Las mujeres difícilmente tenían otra actividad que las de criar hijos y efectuar las actividades domésticas y los españoles que aún vivían en América se encargaban de mantener vigentes las clases sociales, discriminando incluso a los hijos de españoles que nacían en América. 

 

En uno de sus escritos Bolívar dice lo siguiente: “… un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la experiencia de hombres ajenos de todo conocimiento público, económico o civil: adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que instigado por el sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos.”

 

Cuánto de verdad hay en eso y el Ecuador lo ha comprobado, lamentablemente, no solo en tiempos del Libertador sino ahora, cuando el gran perdedor en las elecciones todavía tiene atrás un grupo importante de población crédula y de legisladores, después de 14 años de autoritarismo, robo y otras acciones contra la moral, que dejó un país en soletas.

 

Bolívar promueve la educación popular y gratuita, que llegue a la mayor parte de los niños y jóvenes; considera que es necesario seleccionar estudiantes para que vayan a estudiar y perfeccionarse en el exterior, porque sus andanzas por el Viejo continente y Estados Unidos le han hecho ver que es necesario conocer los avances científicos y tecnológicos que hay en esos lares, para luego estar en capacidad de aplicarlos en América del Sur. Estimula a los instructores para que perfeccionen los conocimientos de sus materias y los escriban en textos cuyo destino es multiplicar el dominio de las materias.  

 

El Libertador da importancia especial a la geografía y cosmografía, pero más a las ciencias exactas, cuya aprehensión partirá de lo conocido o lo desconocido, para raciocinar con lógica.  Para la época dice: “… abundan entre nosotros médicos y abogados, pero nos faltan buenos mecánicos y agricultores que son los que el país necesita para adelantar en prosperidad y bienestar.” [3]_/

 

Duda de los resultados de las elecciones porque “los votantes (de su tiempo) eran casi en su totalidad analfabetos, fáciles presas de los ambiciosos politiqueros.”; lo cual ha cambiado solamente en el sentido de que ahora no hay tantos analfabetos, pero hay pobres muy pobres a los cuales les venden ilusiones y les ofrecen pagar por los votos, sin cumplirles cuando pierden.

 

En suma, Bolívar es un guerrero que ama la libertad y considera que los pueblos no son libres si no abandonan la ignorancia, porque ella facilita que los engañen los politiqueros y los delincuentes, para esclavizarlos. Quiere que quienes eligen a sus gobernantes sean personas educadas, para evitar su propia destrucción. No hace diferencias de sexo, clases sociales o razas, porque conoce la valía de las pocas mujeres educadas que lucharon por la libertad; ha tenido junto a él en las batallas a miles de hombres europeos, americanos de origen europeo, mestizos, negros e indios; considera que frente al Estado todos somos iguales; no acepta que se mantenga la extrema pobreza de muchos frente a la riqueza de pocos; sabe que se necesita de la integración latinoamericana para enfrentar los retos internacionales y evitar el dominio de países ricos sobre países pobres; proclama que “un hombre sin estudios es un ser incompleto” [4]_/



[1] _/ RAQUEL MORENO DE ROJO: Los siete documentos principales del Libertador. Mencionada en: Biblioteca de la Independencia Tomo I, Academia Nacional de Historia. Quito, Ecuador. CCE 2020.

[3] _/ ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA: Biblioteca de la Independencia, Tomo I. CCE. 2020. Quito, Ecuador.

[4] _/ Ibid. Pág. 125

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