viernes, 10 de abril de 2020

BOLETÍN 214: BUSQUEMOS LUZ AL FINAL DEL GRAN TÚNEL


SIENTO MUCHO QUE EL MUNDO SE HALLE DE DUELO Y SIN SALIDA FÁCIL. Sin embargo, más pronto que tarde espero que encuentre la luz al final del gran túnel.

Celebro NUEVE AÑOS de escribir quincenalmente este boletín. Son 214 documentos, generalmente de 4 páginas, en los que he tratado de analizar y dar sugerencias sobre los problemas económicos y sociales del Ecuador y del mundo. Calculo que un poco más de dos millones de lectores los han recibido y muchas veces leído. Alguna vez constaté que se los revisaba en las llamadas “altas esferas” y muchas veces me han dicho que sirven en las aulas para considerar algún aspecto. Los seguiré publicando mientras pueda pensar y escribir. Mi propósito es solamente volcar en el papel mis conocimientos, experiencia y lecturas diarias.

Dedico este Boletín al doctor Oswaldo Dávila Andrade, a quien el 26 de marzo le iban a rendir un muy merecido homenaje en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), por ser el primer Doctor en Economía salido de sus aulas. Ese homenaje no pudo llevarse a cabo, por las razones que todos conocemos; pero, supongo que, cuando ya sean posibles los eventos públicos, uno de los primeros de la PUCE será el pendiente aquí mencionado.

El doctor Dávila es uno de los ecuatorianos y de los economistas de los cuales todos los ciudadanos de este país debemos estar orgullosos. Profesional de primer nivel, trabajador incansable, economista experto en Econometría, planificador visionario, funcionario nacional e internacional honrado (lo que no debería ser un mérito sino una obligación), duro crítico de los “mesías”, todavía aporta al país con sus comentarios en el Observatorio de la Política Fiscal.

Oswaldo fue mi profesor, más tarde mi guía y compañero de trabajo en Lima, después jefe en el CONADE y luego mi asesor en el MICIP; en fin, nuestras vidas han estado ligadas por una gran amistad que me honra y se mantiene por más de medio siglo; y, por el trabajo fecundo y honrado de los dos por varias décadas. Nos ha preocupado siempre el futuro nacional.
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En este boletín pretendo analizar la situación actual del Ecuador y dar algunas sugerencias para que el país llegue al punto de inflexión y empiece a avanzar con dinamismo, sobre la base de la unidad nacional y una nueva manera de ver el mundo y los factores nacionales de desarrollo.

El diagnóstico es uno impensado hace pocos meses. La población mundial acorralada por un virus, muchos países casi paralizados, los gobiernos de muchas naciones sin capacidad de atender las urgencias médicas y la falta de dinero, las ciudades desiertas, toda la gente pensando en la muerte, los noticieros copados de datos macabros, los ricos constatando que su plata no vale para comprar salud en esta situación y los pobres sabiendo que cada día son más pobres y que, si se contagian, difícilmente recibirán atención oportuna y gratuita.

Los economistas de aquí y de todas partes proyectando un futuro sombrío en el corto y en el mediano plazo, porque la economía mundial entró en recesión, el comercio mundial se frenó, las inversiones esperarán mejores días, las personas recelarán de movilizarse con la libertad con la que lo hacían antes, el turismo se moverá con mucha dificultad y los países como el Ecuador verán que la demanda de sus productos caerá en volumen y precios, porque no habrá la demanda necesaria en los países importadores y hasta se producirá un cambio notable en las prioridades de gasto. El mundo y el Ecuador del siglo XXI tendrán que ser ambiental, económica y socialmente muy diferentes a los del siglo XX o no se habrá aprendido la lección.

Para que el Ecuador se oriente correctamente y adquiera el dinamismo que debió tener desde inicios de siglo, requiere nuevos líderes; analizar profundamente sus endebles bases actuales y el entorno actual y futuro dentro del cual tendrá que trabajar; los factores de producción con los que cuenta; y, planificar bien los pasos que deberá dar en el corto, mediano y largo plazo.

Lo urgente es lograr la unidad nacional. Para ello, se necesita una reunión convocada por el presidente Moreno, de los líderes reconocidos del país no manchados por actos delictivos, que pretenden la presidencia de la república o que son claves para llegar a definir candidaturas, para determinar unas pautas de lo que debe hacerse ahora y después. Hay que saber que, quien quiera que llegue a la presidencia, va a encontrar un Ecuador enfermo con corona virus en terapia intensiva, al que hay que ponerle un respirador sanitario y un respirador financiero capaces de mantenerlo vivo y sin grandes desastres sociales en el 2021 y más allá.

De esa reunión, que espero se produzca, deberían salir varias posibles decisiones con efectos en el cortísimo, corto, mediano y largo plazos, que puedan tomar el actual gobierno y los siguientes, para enmendar los gravísimos errores de ética, dirección y visión de quienes ya han sido sancionados en primera instancia por la justicia, pero que merecen penas mucho mayores por el daño que le hicieron al país en la década más nefasta de la historia.

Entre las decisiones que deberían tomarse están las siguientes, algunas de las cuales ya han sido mencionadas por dirigentes gremiales y colegas:

Conseguir de los acreedores del Estado, especialmente de China, un diferimiento razonable en el pago de la deuda nacional, y obtener nuevos préstamos en condiciones favorables al país, lo que redundará en que los gobiernos, éste y los siguientes, puedan atender adecuadamente las necesidades nacionales de desarrollo. Para ello debería integrarse un grupo de expertos financieros reconocidos que acuda a los acreedores, les explique la necesidad nacional y obtenga lo propuesto en la forma más conveniente al país. 

Asignar a la salud recursos estatales suficientes para que atienda debidamente los problemas derivados del corona virus y de otras enfermedades catastróficas y ejecute un plan de desarrollo de acciones de salud preventiva (agua potable, alcantarillado y procesamiento de desechos), en forma urgente, en los sectores donde esos servicios no hay o son insatisfactorios.

Encargar a una de las universidades de posgrado la elaboración, hasta abril de 2021, de una estrategia de desarrollo 2021 - 2040, con el concurso del gobierno, las otras universidades, los empresarios y los trabajadores, para que el nuevo gobierno y los siguientes cuenten con una importante herramienta de trabajo consensuada que les permita, independientemente de su carácter ideológico, tener un solo objetivo nacional.

Revisar con urgencia todos los sistemas administrativos, tiempos, procedimientos y trámites estatales, para reducirlos en todo lo posible y trasladarlos al sistema electrónico, de manera que los usuarios tengan que acudir lo menos posible a las oficinas públicas. La transparencia de la información pública debe ser una constante, salvo en temas de seguridad nacional.

Focalizar en el menor plazo posible los subsidios a los combustibles y los otros, para que solo se beneficien de ellos los que de verdad los necesitan y el transporte público. Los bonos para ciertas personas deberían ser asignados como créditos a largo plazo, para que los receptores sepan que no es un regalo, sino una facilidad para que desarrollen alguna actividad. En esos casos no deberían ser entregados mensualmente, sino por año y cuando más por tres años, a una tasa de interés no mayor de la tasa pasiva de los bancos.

Dar seguridad jurídica por 10 años a todas las inversiones nuevas que se realicen en el país en los próximos 10 años, exonerándoles de aranceles a las importaciones de aquellas maquinarias e insumos que no se producen internamente y del pago del impuesto a la renta.

Reducir la diferencia entre las tasas activas y pasivas de interés, para que el crédito sea más barato y los emprendedores puedan acceder con mayor facilidad y velocidad a los recursos que necesiten. Flexibilizar el acceso al crédito estatal, pero sin dar posibilidad a condonaciones u otras formas de lograr regalos disfrazados del dinero de los contribuyentes.

Asignar crédito suficiente y en condiciones muy favorables para el sector agropecuario, con el fin de asegurar el desarrollo rápido de las exportaciones agrícolas y agroindustriales y el abastecimiento interno de alimentos en estado natural y procesados. El objetivo básico debe se aumentar la productividad nacional, entendida como la efectividad del Estado y la competitividad de las unidades productivas nacionales.

Aprobar las nuevas formas de relación laboral que ha creado la tecnología, entre ellas el trabajo desde la casa, el teletrabajo, el trabajo por horas; el reparto de la semana laboral de 40 horas en los 7 días de la semana sin recargos, pero con todos los derechos económicos prorrateados; el reparto de las 8 horas laborables diarias en diferentes horarios presenciales y desde casa.

Efectuar los cambios necesarios en la Constitución, diseñada por Correa y sus compinches de aquí y de afuera para marchar hacia el socialismo del siglo XXI y cubrir sus ilegalidades, para que la Ley suprema haga posible un cambio fundamental y positivo en la vida del país.

Reformar la estructura de la Asamblea para que haya dos cámaras y solo existan 24 senadores, uno por provincia, 3 diputados por cada provincia de las 4 de mayor número de habitantes; 2 por cada una de las 6 provincias intermedias; y, 1 por las menos habitadas, electos para cuatro años en la primera vuelta electoral, con posibilidad de reelección una vez. Todos profesionales de mínimo tercer nivel, hombres y mujeres que declaren su patrimonio familiar (propio, del cónyuge y de los hijos) al ingresar y cada año, que no puedan cambiarse de camiseta y que no tengan otra labor que la de la Asamblea.

Eliminar lo más pronto el Consejo de Participación Ciudadana, no mediatizarlo, para que se vuelvan a existir solo las tres funciones del Estado.

Crear un sistema de coordinación de las entidades de control del Estado, para que cada una cumpla su función, pero todas ellas logren sinergia en el aseguramiento del buen uso de los recursos del Estado.

Proveer de normas más estrictas, y más y mejores funciones y equipos al sistema de seguridad interna y endurecer las penas para los delincuentes, a los cuales hay que buscar se reintegren a la sociedad con educación y trabajo mientras están en las cárceles. Triplicar y hasta ser más severos en las sanciones previstas en las leyes actuales para los delincuentes, si se trata de perjuicios al Estado, sin posibilidad de rebajas ni de otras granjerías por edad u otras consideraciones. Esos delincuentes no roban a alguien, roban a toda la población del país.

Otorgar autonomía al Banco Central, para que no esté sujeto a la voluntad del presidente de la República en el manejo de los recursos del encaje bancario y de las reservas internacionales.

Hay que volver a tener el Consejo Nacional de Desarrollo, para que planifique el futuro nacional y se pronuncie previamente sobre los proyectos estratégicos y los acuerdos internacionales. Su accionar debe ser estrictamente técnico y atento al devenir del mundo y la Región, para lograr que el país se inserte de la mejor forma en el concierto internacional y dé bienestar a su población, para la cual debe buscarse siempre mayor equidad.

Un subsector al que hay que darle prioridad es el de la pesca, en las nuevas condiciones del extendido patrimonio marítimo nacional, fortaleciendo la flota nacional y el control por parte de la Marina. Otro subsector que requiere atención, por sus capacidades de mejoramiento ambiental, producción de madera y desarrollo industrial es el forestal, que ayudaría mucho al sector rural, porque el país tiene evidentes ventajas comparativas (en la velocidad de crecimiento de los árboles) y competitivas frente a los países madereros cercanos a los polos.

Acordar con empresas petroleras reconocidas la exploración y explotación de yacimientos, para elevar pronto el volumen a 700 mil barriles diarios y luego aumentar esa cantidad. Mediante alianza público – privada montar con urgencia la nueva refinería necesaria al país, dada la obsolescencia de la de Esmeraldas, para procesar combustibles de excelente calidad. Esto tiene que aparejarse con la revisión y focalización de los subsidios actuales.

Aprobar normas para el desarrollo de la minería legal que garanticen su trabajo y emitir disposiciones severas en contra de la minería ilegal y de las acciones contrarias a la minería legal. Al igual que en el caso del petróleo, lograr la industrialización nacional, en el grado posible, de los minerales extraídos, que tienen grandes reservas y pueden dar importantes beneficios. Contrarrestar por todos los medios posibles la minería ilegal, generadora de recursos para otras actividades ilegales y dañinas del medio ambiente.

Impulsar la industrialización, sobre la base del petróleo, los minerales y un desarrollo tecnológico acordado por el Estado, la industria y la academia, de manera que se eleve la productividad nacional y la capacidad de competir con ventaja en el mercado mundial. Hay que impulsar el establecimiento de grandes industrias, cuya producción genere empleo directo e indirecto importante y exportaciones que, a su vez, requieran el fortalecimiento de las MIPYMES.

Es fundamental llegar a acuerdos estatales con las cámaras de la construcción para desarrollar urgentemente con medianas y pequeñas empresas proyectos de construcción de 100 mil viviendas de tipo social, en edificios de 4 pisos, con el objeto de que el costo de los servicios básicos y el uso del terreno sea menor que en la construcción de unidades familiares. Hay que completar la autopista Panamericana, con ramales de cuatro carriles hacia Posorja y Cuenca, de manera que se cree una columna vertebral para el transporte interno e internacional. Igualmente, se debe completar las facilidades operativas de los aeropuertos internacionales de Manta y Cuenca, con el fin de que haya muchas más rutas y frecuencias para el turismo y el comercio exterior del país. También, mejorar las condiciones del puerto que sirve en mayor magnitud al transporte fluvial hacia y desde el Amazonas, por la razón que expondré luego.   

Es vital diseñar un nuevo sistema de educación, que tenga una mayor participación de la teleeducación, de manera que los profesores puedan impartir sus clases elevando la productividad de sus enseñanzas, los estudiantes logren un gran acceso a la información más avanzada en cada campo y haya menor necesidad de permanencia en las aulas.

Otorgar a la ciencia y la tecnología la importancia que merecen. La famosa ciudad del conocimiento fue una buena idea, pero se la ubicó en sitio equivocado, lejos de las grandes industrias y de un puerto de primer orden. Hay que revivir ese proyecto cerca de Manta o de Posorja, que cuentan con universidades, puerto y aeropuerto cercanos y por tanto costos menores para la movilización internacional de gente y el comercio exterior. 

Las nuevas circunstancias derivadas de la crisis sanitaria actual requieren que se amplíen y masifiquen considerablemente los servicios de telecomunicaciones, de manera que la mayor parte de la población pueda operar con las nuevas tecnologías de comunicación para la teleeducación, el teletrabajo, el gobierno electrónico, los negocios on line, las transacciones financieras sin salir de casa, otras acciones. Cuidar la salud y ganar tiempo es ahora vital.

Acelerar los procesos de negociación con los países con los que ya se han avanzado conversaciones, para lograr acuerdos comerciales, en especial Estados Unidos y México. El primero es el principal socio comercial del país y el segundo es clave para poder participar en la Alianza del Pacífico. Generar dólares mediante negocios legales y muy bien dirigidos debe ser una obsesión nacional, para precautelar la vigencia de la dolarización.

Adelantar lo más posible la firma de convenios de protección recíproca de inversiones con otros países, incluso planteándoles que el Ecuador podría declarar renovados los 17 que ya existieron, si los otros países también los validan, para luego reformarlos en lo necesario.

Cerrar embajadas que no aportan nada al desarrollo nacional y, en todo caso, atender las relaciones con ciertas regiones con una sola embajada o con un embajador itinerante. Hay que terminar con los diplomáticos a la carrera y las “becas” para los hijos de papá y respetar a los diplomáticos de carrera, que deben ser formados en temas financieros y de comercio exterior con mucha intensidad. Los embajadores deben tener visto bueno de la Asamblea.

Explorar y aprovechar la ventaja competitiva que tiene el Ecuador frente a los proveedores de Colombia, Perú y Brasil, para abastecer a las poblaciones de esos países cercanas a la ruta Ecuador – Manaos. Ese mercado es, por su ingreso, equivalente al mercado nacional, y llegar a él en buenas condiciones de logística y precios puede ser muy importante. Se debe considerar que Bogotá, Cali, Lima y Sao Paulo, los actuales centros de aprovisionamiento, están muy lejos y que nuestras poblaciones están muy cerca.

Es hora de que Dios ilumine a los actuales y los futuros gobernantes del país y a los líderes políticos, académicos, empresariales y laborales, para que, después de esta terrible experiencia del encierro domiciliario y el temor a la muerte cercana de todos y cada uno de los habitantes de este mundo, tengan una nueva visión de su compromiso con el país, trabajen por su desarrollo, multipliquen las plazas de trabajo y reduzcan el número de pobres e indigentes.

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