sábado, 12 de enero de 2019

BOLETÍN 184: POR UN ECUADOR COMPETITIVO


La productividad nacional es la suma de la competitividad de las empresas y la efectividad del Estado en todo lo que se refiere a la construcción de infraestructura (no necesariamente con sus recursos financieros) y la dotación de los servicios modernos.

En este artículo me referiré solamente a la competitividad y dentro de ella a la competitividad empresarial internacional. 

La competitividad, según la RAE, es la capacidad de competir.

La competitividad empresarial es la capacidad de las empresas para mantenerse en el mercado, competir y lograr una posición principal y eventualmente el liderazgo en el sector de actividad, sobre la base de la diferenciación de sus productos.

La competitividad empresarial en el mercado internacional es la capacidad de una empresa de posicionarse en uno o más mercados foráneos sobre cuatro columnas: calidad, precio, cantidad y oportunidad de acceso al mercado. 

Leo todos los días artículos de diversos expertos y también de neófitos en el tema, en los que sus autores cuando más consideran tres de esos elementos necesarios para que un producto tenga competitividad y se olvidan del más importante de todos. En efecto, hablan de calidad, precio y cuando más de cantidad; pero, no se refieren a la oportunidad de acceso al mercado.

Piden al gobierno seguridad jurídica, incentivos tributarios a largo plazo para la inversión, remuneraciones para los trabajadores similares a las de otros países que pagan menos por salarios, aranceles y restricciones cero a las importaciones. Pero se olvidan o ignoran que la parte mayor del queso está en el conjunto de costos que hacen posible acceder al mercado exterior, entre ellos los fletes y seguros, las tasas portuarias o aeroportuarias, los costos de desestiba en los puertos y aeropuertos de llegada, los aranceles y restricciones de importación, el transporte interno en el mercado de destino, las utilidades de los importadores, los mayoristas y los minoristas.

Veamos los costos internos, tomando como referencia a la FAO. Esos costos se dividen en fijos y variables. Los primeros valen igual si producimos una unidad o un millón. Los variables cambian según la cantidad de productos que estemos en capacidad de producir.
Para efecto de este análisis lo que importa es que ellos suman el costo FAS (libre al costado de buque o del avión) de una exportación y que, en relación con el precio al consumidor suman en su conjunto no más de un 25% a 30%, porque el resto es costo externo.

1. COSTOS VARIABLES (directos):
1.1. Materia prima: Todo bien cuya finalidad sea su transformación durante un proceso de producción hasta convertirse en un bien de consumo
1.2. Mano de obra directa: trabajo aplicado efectivamente a la producción de un bien.
1.3. Supervisión: Control de la producción, para que no haya defectos.
1.4. Mantenimiento: revisión periódica de las maquinarias para que funcionen bien.
1.5. Servicios: productos intangibles necesarios a la producción, como agua y energía.
1.6. Suministros: abastecimientos oportunos de materia prima y servicios.
1.7. Regalías y patentes: pagos por propiedad intelectual a sus poseedores.
1.8. Envases: objetos que permiten almacenar cantidades de ciertos productos.
2. COSTOS FIJOS
2.1. Costos Indirectos
2.1.1. Costos de inversión:
2.1.1.1. Depreciación. Valor equivalente al desgaste anual de una máquina.
2.1.1.2. Impuestos. Pagos al Estado para financiar sus actividades.
2.1.1.3. Seguros. Pagos que cubren eventuales pérdidas de bienes.
2.1.1.4. Financiación. Pagos por créditos obtenidos para producir.
2.1.1.5. Otros gravámenes. Pagos prediales, tasas, otros.
2.1.2. Gastos generales:
2.1.2.1. Investigación y desarrollo. Inversión destinada a mejorar la producción.
2.1.2.2. Relaciones públicas. Gastos en publicidad y promoción de la producción.
2.1.2.3. Contaduría y auditoría. Gastos destinados a llevar registro y control de ingresos y gastos y determinar utilidades o pérdidas.
2.1.2.4. Asesoramiento legal y patentes. Gastos en abogados y temas jurídicos.
2.2. Costos de Dirección y Administración: Gastos en personal directivo y administrativo.
2.3. Costos de Ventas y Distribución: Gastos de venta y entrega de las mercaderías. [1]_/

Si las utilidades de cada mayorista y minorista fuesen modestamente del 10% sobre el costo para cada uno, el arancel el 5%, el flete marítimo el 10% y el seguro el 3%, tenemos que, a partir del precio FAS (al costado del buque) los valores externos suben así: 100% del FAS más 3% seguro = 103 más 10% de flete = 113,3 más 10% de arancel = 124,63 más 5% de desestiba = 130,86 más 5% transporte interno =  137,40 más 10% utilidad importador = 151,14 más 10% mayorista = 166,25 más 10% minorista = 182,88.

Con esas consideraciones, volvamos a que la competitividad requiere de calidad, cantidad, precio y oportunidad de acceso al mercado.

La calidad, por supuesto, debe ser igual o mejor que la de los competidores. En lo posible debe tener signos notables de diferenciación, que hagan que el producto sea más atractivo para el consumidor.  Si se trata de bienes alimenticios como frutas, no tener ninguna enfermedad o demostración de deterioro, estar bien envasados o empacados y durar sin problemas los días necesarios hasta su consumo final. Si se trata de bienes durables, como electrodomésticos o autos, son básicos el crédito a mediano o largo plazo según el producto, el servicio posventa para varios años, la disponibilidad en ese tiempo de repuestos del modelo adquirido y la cercanía de los proveedores.

No hay que olvidar que en el mercado internacional es de gran importancia lograr el mejor abastecimiento de materias primas de calidad para los productos a exportar, de manera que conseguir precios bajos CIF de esas materias primas es esencial. Para ello hay varias posibilidades: pago anticipado, compras voluminosas, contratos de abastecimiento a largo plazo con descuentos interesantes, canje de materias primas por productos terminados, trueque de servicios, fletes baratos, llegada oportuna.

El precio debe ser el más conveniente de acuerdo con la calidad. No se puede comparar la calidad de un auto Mercedes Benz con un escarabajo Volkswagen en función del precio, pero sí se lo puede hacer entre un Mercedes y un BMW o un Volvo de la más alta gama.

La cantidad es esencial para participar en el mercado internacional.  Para empezar, hay que definir un lote mínimo exportable que por lo menos cubra los costos. Si el lote mínimo es de 10 toneladas de un producto o 20 cajas de 48 unidades, no se puede hacer un contrato por menos de eso, porque la operación va a generar pérdida. Además, hay que considerar que mientras un lote llega al demandante, otro debe estar en camino o en bodega y un tercero en fabricación. Los capitales necesarios para eso tienen un costo financiero que hay que considerar.

La oportunidad de acceso al mercado es la diferencia entre el FAS y el precio de venta al público en el mercado extranjero. Entonces, engloba el flete marítimo, el seguro, los impuestos y tasas de importación, los costos de transporte interno, los costos y utilidades de los importadores, distribuidores, vendedores al detal, según el tipo de producto.

Y aquí está el meollo del asunto. Generalmente los costos internos de los productos de exportación representan un 25% a un 30% del precio para el consumidor y los costos externos (precio al consumidor menos el FAS) entre el 75% y el 70%. En consecuencia, lo que se haga al interior del país por bajar el costo del dinero para las inversiones, los salarios, los impuestos, es importante pero solo incide sobre el 25% y hasta el 30% del precio al consumidor y aporta poco a la competitividad.

Es fundamental actuar sobre los costos externos. ¿Cómo hacerlo?

Con respecto a la logística, mejorando las capacidades y facilidades de los puertos y aeropuertos internacionales del país, para que los barcos y aviones lleguen, descarguen y carguen en tiempos óptimos y cobren fletes reducidos; las travesías sean seguras y directas a los sitios de destino, reduciendo costos tales como los de hacer escalas y trasbordos, generar pérdidas por mala manipulación y bodegaje, cambios de operadores y otros; logrando que las mercaderías lleguen en condiciones óptimas, lo que favorece la recepción de más pedidos.

En cuanto a los aranceles y las restricciones no arancelarias, lo deseable es que no existan o sean poco significativos. Por ello, son fundamentales los acuerdos comerciales, que garantizan en el largo plazo normas estables para el comercio, tendiendo o logrando cero aranceles y solo restricciones imposibles de evitar como las normas sanitarias o las de calidad industrial.

Las restricciones cuantitativas han desaparecido o se han reducido para la gran mayoría de los productos de comercio internacional, pero lamentablemente, se han multiplicado las restricciones cualitativas, que hacen que sea más difícil penetrar en ciertos países o bloques.

Para el Ecuador es fundamental abaratar los costos externos y en función de ello es bueno que se avance a paso acelerado en la construcción del puerto de aguas profundas de Posorja, en el mejoramiento del calado de los otros puertos, en el dragado del puerto de Guayaquil, porque todo ello va a contribuir a que lleguen al país barcos de mayor capacidad de carga, incluso los post Panamá, con la consecuente rebaja en los fletes y ya que en Posorja se instalarán grúas y equipos muy modernos, los tiempos de carga y descarga serán más rápidos y con mayores garantías para los importadores y exportadores.

También sería importante que los aeropuertos de Manta y Cuenca se vuelvan internacionales, para que ellos y los de Quito y Guayaquil operen con muchas rutas y frecuencias en forma creciente, de manera que las mercaderías no tengan que ser transferidas en escalas en varios aeropuertos, lo que produce pérdidas, maltrato y trámites demorados, con lo cual quienes llegan primero a los lugares de destino son los competidores y no los productos nacionales.

Hace falta y lo hemos señalado varias veces, que se construya en su totalidad la autopista Quito – Guayaquil. Con ello se pondría en funcionamiento la columna vertebral del sistema de transporte terrestre ecuatoriano y sería menor el costo del transporte interno entre los principales centros de producción y comercialización de productos. Incluso podrían circular vehículos de mayor capacidad de carga y a mayor velocidad con seguridad.

Finalmente, para alcanzar competitividad, es bueno recordar a los productores y a quienes quieren incorporarse a la exportación de productos, que deben siempre formular un proyecto exportador, cuyas pautas básicas son las siguientes:

Definición de la capacidad instalada y oferta exportable; determinación del mercado potencial, selección del mercado meta, determinación de un programa de ventas, determinación del lote mínimo exportable, valorización del lote mínimo exportable como módulo de costos, estimación del tipo de cambio como factor de costo, estimación de las tasas de interés y de las tasas de inflación, determinación del costo variable y una fórmula de eventual reajuste de precio, selección de índices internacionales para referir los elementos del costo variable, valorización del programa de ventas, valor presente de los flujos monetarios, descuentos de costos posibles como tributos internos y otros, calcular la utilidad del proyecto, determinar el punto de equilibrio del proyecto, evaluar económica y financieramente el proyecto, efectuar una evaluación social y ambiental del proyecto. [2]_/

Es natural que no todos los productores de productos de exportación puedan llegar a ser exportadores ni tengan los conocimientos y la capacidad económica para adquirir esa capacidad empresarial; pero, en esos casos, si su producto es competitivo en precio y calidad, lo que les conviene es iniciarse acudiendo a exportadores reconocidos para que sean ellos los que exporten, aliarse en consorcios de exportación con otros productores, buscar asesoramiento del gobierno o de los organismos de exportadores para tener clara la posibilidad de vender en uno u otro país su mercadería y así superar las barreras relativas al lote mínimo exportable y a la oportunidad de acceso al mercado internacional.

AVISO. Muy pronto, por Radio Sensación 800 AM, estaremos transmitiendo información diaria procedente de estos boletines y también términos del diccionario económico que elaboramos, para que los amables lectores y los radioescuchas tengan mayores elementos de juicio sobre la realidad de la economía nacional.


[2] _/ NARBONA HERNÁN: Los Secretos del Negocio. Editorial CONOSUR. Chile

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