sábado, 1 de marzo de 2014

BOLETÍN 70 EL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE FORTALECIMIENTO Y OPTIMIZACIÓN DEL SECTOR SOCIETARIO Y BURSÁTIL



BOLETÍN 70
EL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE FORTALECIMIENTO Y OPTIMIZACIÓN DEL SECTOR SOCIETARIO Y BURSÁTIL
ECO. LUIS LUNA OSORIO MBA                     FEBRERO 26 de 2014
La actividad económica de los países del mundo se realiza por dos vías: la estatal y la privada. En unos pocos casos la estatal es la única o la que predomina; pero, en un número muy alto, es superior la actividad privada.
En este caso, las empresas micro y pequeñas constituyen el número mayor y también, las empresas de propiedad de un solo dueño o de corte familiar. En consecuencia, son proporcionalmente pocas las grandes empresas de cada país; pero, de manera inversa, son éstas las que aportan al Producto Interno Bruto con las cifras más abultadas. Por cierto, no todas acuden al mercado de valores, por diversas circunstancias; no obstante lo cual, el conjunto de las que actúan en él determina indicadores financieros y económicos fundamentales sobre hacia dónde va la economía nacional y marca comportamientos sociales considerables. 
Las Bolsas de Valores más grandes del mundo son: NYSE (New York Stock Exchange): Es la principal bolsa de valores del mundo, se ubica en New York y produce  indicadores de interés internacional, como el Dow Jones, que es para las industrias y el Nasdaq, que tiene que ver con el sector tecnológico; la Bolsa de Tokio, ubicada en la capital de Japón, que recoge el Nikkei 225, donde cotizan las 225 empresas con mayor liquidez de la economía japonesa; la Shanghái Stock Exchange, la bolsa de valores más grande de China, indexa a 860 empresas y tiene una capitalización de mercado por el orden de los 3 billones 950 mil millones de dólares; la Hong Kong Stock Exchange, una de las más importantes del mundo, su índice más valioso es el Hang Seng, que indexa a 33 de las compañías más importantes de esta  bolsa de valores; y, Bovespa, ubicada en Sao Paulo, Brasil, que es la segunda más grande del mundo por valor de mercado. 1_/

Con esos antecedentes y cifras, hay que decir que muchos países, entre ellos el Ecuador, buscan que su mercado de valores se robustezca y que el Estado y las empresas privadas acudan a él para financiar sus grandes proyectos.
Los títulos valores que se transan son de renta fija (si ganan una tasa de interés anual) y de renta variable (si se someten al riesgo de una inversión). 
Los títulos valores del sector privado ecuatoriano que se transan en el mercado de valores son: acciones, aceptaciones bancarias y pagarés, obligaciones, bonos de prenda, bonos de garantía, cédulas hipotecarias, certificados financieros, certificados de inversión, certificados de arrendamiento mercantil, pólizas de acumulación, unidades de fondos de inversión y contratos a futuro.
Los títulos valores del sector público nacional son: bonos del Estado, bonos de estabilización monetaria, bonos municipales, certificados de tesorería, obligaciones de la Corporación Financiera Nacional, bonos del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, bonos del Banco del Estado, bonos del Banco de Fomento, aceptaciones bancarias o pagarés, bonos hipotecarios, notas de crédito.
La Asamblea Nacional, interesada en que el mercado de valores del país se vuelva muy importante, aprobó el proyecto de Ley que se comenta aquí. Según sus proponentes, tiene varias características interesantes, que harían que muchos más ahorristas e inversionistas, entre ellos las empresas micro, pequeñas y medianas (MIPYMES) acudan al mercado de valores y efectúen transacciones que redunden en un incremento importante de la inversión privada en proyectos que contribuyan al desarrollo nacional, la producción empresarial y la diversificación de las exportaciones. 
El mercado de valores del Ecuador es básicamente de papeles del sector público y de renta fija. En diciembre de 2013, más del 60% de los títulos transados fueron de renta fija estatal. A su vez, la compra de obligaciones u otros papeles privados, significó poco menos del 38% y la venta de acciones (renta variable), representó solamente un poco más del DOS POR CIENTO (2%) de las transacciones totales.
Quien escribe en este Blog manifiesta su complacencia porque la Asamblea haya decidido fortalecer y optimizar al sector societario y bursátil. Sin embargo, expresa su preocupación por que algunos de los objetivos de la Ley no se podrán lograr ni siquiera en el largo plazo, debido básicamente a varios factores: la falta de cultura bursátil de la población, la reserva para el Estado de la inversión productiva en los sectores estratégicos, la coyuntura actual de inseguridad jurídica para la inversión extranjera, la inexistencia de importantes acuerdos comerciales que garanticen a los exportadores el acceso a mercados mundiales importantes para el país; y, la real incapacidad financiera de la gran mayoría de las empresas nacionales de participar del mercado de valores, por su tamaño, capital o propiedad.  
Al respecto, es necesario leer con cuidado y analizar algunas cifras: Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las empresas con fines de lucro existentes en el país sumaban en el año 2009 alrededor de medio millón. 
De acuerdo con los tipos de establecimiento, la inmensa mayoría de los 500.217 establecimientos económicos censados del país, era de empresas de propiedad individual (91,1 %), mientras que solo se registraba un 2,3% de establecimientos matrices y un 6,6% de sucursales. 
Si se analiza la información INEC, por número de propietarios (personas naturales o jurídicas), se ve que cerca del 95% de los establecimientos son de propiedad de una sola persona o de familias,  y que los montos de capital de que disponen, en promedio, son limitados a unos pocos cientos o miles de dólares (empresas son, por ejemplo, la tienda de la esquina, la zapatería del barrio y el salón de belleza). En consecuencia, esas empresas, por su pequeña dimensión, no tienen capacidad individual de acceso al mercado de valores, donde se requiere que las empresas sean sociedades de capital y cumplan ciertos requisitos mínimos evidentes de capital y otros indicadores financieros. 
La Superintendencia de Compañías registra para el año 2012 un total de 46.758 sociedades de capital (el 10% de todas las empresas censadas por el INEC), cuyos datos financieros globales más importantes son los siguientes: 
ECUADOR: INDICADORES FINANCIEROS DE LAS COMPAÑÍAS – año 2012
INDICADORES FINANCIEROS
DÓLARES CORRIENTES
DÓLARES / COMPAÑÍA



ACTIVO
79.281.754.852
1.695.576
PATRIMONIO
30.639.925.488
  655.287
CAPITAL SOCIAL
9.700.087.572
207.453
INGRESOS
94.465.776.730
2.020.313
INGRESOS OPERACIONALES
93.342.537.837
1.996.290
INGRESOS NO OPERACIONALES
1.123.238.893
24.022
Número de Compañías
46.758
1

De las sociedades de capital registradas en el país en el año 2013, solamente 424, O SEA MENOS DEL UNO POR CIENTO (1%) están registradas en el mercado de valores para la compra y venta de acciones, obligaciones y otros títulos valores de carácter privado, pese a que las Bolsas de Valores de Quito y Guayaquil operan desde hace varias décadas.  
Por otra parte, el mercado de valores no funcionará en la forma necesaria para contribuir a la transformación de la matriz productiva, si el gobierno mantiene vigentes las líneas maestras dogmáticas de acción actuales, a saber: la exclusividad del Estado en la explotación de los sectores estratégicos, que no están definidos totalmente en la Constitución y a los cuales se puede añadir cualquiera que el gobierno considere de su interés; el predominio de la Función Ejecutiva sobre todas las otras funciones, lo que crea inseguridad jurídica; la denuncia de los convenios de garantía recíproca de inversiones con los países cuyos nacionales podrían eventualmente venir a invertir en el Ecuador; el aumento constante de los requisitos de funcionamiento de las empresas privadas y de los controles de cumplimiento de esos requisitos por el Estado; el impuesto a la salida de divisas, que determina realmente un impuesto a la entrada de divisas; la obligación de las empresas de sujetarse al Plan de Desarrollo cuatrianual, cuando su proyección de vida es de por lo menos 20 años; la falta de acuerdos comerciales con los principales mercados compradores de productos del país, lo que no garantiza en el largo plazo condiciones preferenciales o por lo menos similares a las que ya tienen otros países competidores, como los dos vecinos; los desconocimientos estatales unilaterales de contratos con empresas extranjeras; la falta de acceso al mercado financiero internacional y a sus principales bancos. 
Pretender que el mercado de valores sirva para impulsar a las MIPYMES es muy optimista; entre otros aspectos, por los datos dados. Además, hay varios requisitos estructurales necesarios para que se pueda emitir acciones u otros papeles, de los que las MIPYMES carecen: activos, patrimonio y capital de montos importantes; gerencia técnica y garantías financieras, aunque muchas de ellas sean responsables en sus negocios y cumplidas en sus pagos de obligaciones.  
Tampoco podrían cumplir (aunque algunas medianas empresas sí podrían hacerlo); por ejemplo, con poner sus libros contables y de otra índole, auditados por terceros, a la orden del público, simplemente porque no los tienen o sus dueños no tienen la cultura y la confianza necesaria en el prójimo para hacerle ver cómo maneja sus negocios.
Para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, en función de la transformación de la matriz productiva, lo que cabría es efectuar la transformación radical y urgente de la banca pública destinada a apoyar a esos grupos de empresas, como se está planteando en otras partes del mundo, para atender no solo a las unidades productoras de bienes, sino a las empresas generadoras de servicios; porque el país requiere un avance dinámico  de toda su economía y un apoyo crediticio fundamental para todo tipo de empresas y no solo para las agropecuarias e industriales. 
Para dar un ejemplo, el 28 de enero de 2014, el Presidente de los Estados Unidos, al presentar su Informe del Estado de la Unión, dijo: “… esta noche, propongo que apartemos 30.000 millones de dólares del dinero que han devuelto los bancos de Wall Street y lo utilicemos para ayudar a los bancos locales a ofrecer a las pequeñas empresas los créditos que necesitan para  mantenerse a flote. Propongo también un nuevo crédito fiscal para pequeñas empresas, destinado a más de un millón de pequeñas empresas siempre que contraten nuevos trabajadores o aumenten los salarios.
Y, ya que estamos en esto, vamos a eliminar también todos los impuestos sobre las ganancias de capital en las inversiones en pequeñas empresas y a ofrecer incentivos fiscales para todas las empresas, grandes o pequeñas, con el fin de que inviertan en nuevas plantas y nuevo equipamiento. 1_/

Hacia allá hay que ir, buscando que las microempresas se multipliquen, se consoliden, avancen y lleguen a ser pequeñas, que estas busquen ser medianas y que las de este grupo pasen a ser grandes en los términos nacionales; para que éstas, a su vez, de pequeñas a nivel internacional, pasen a ser medianas y luego grandes entre las verdaderamente importantes del mundo. Ese debe ser el objetivo del gobierno y de los empresarios, trabajando siempre en conjunto.

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1/ http://bolsasdevalores-erb-aoc.blogspot.com/ 

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