BOLETÍN 242: SIMÓN BOLÍVAR Y LA EDUCACIÓN. (26-05-2021)
Todos
los estudiantes del Ecuador, antes de la década perdida, aprendíamos desde muy
pequeños los aspectos más importantes de la vida del Libertador. Pero, casi
todos ellos se referían a sus hazañas como guerrero y gobernante, con casi
ninguna referencia a su interés permanente porque todos los niños y jóvenes
tengan educación y esta sea de calidad. A lo más, se hacía referencia a su amor
por Manuela Sáenz y el Delirio sobre el Chimborazo.
La
escala de prioridades de Bolívar iniciaba con la lucha diaria por la
independencia de España de las futuras naciones sudamericanas, su deseo de que
los habitantes de estas regiones gocen de libertad, su aspiración de que hayan
gobiernos visionarios, su preocupación por la educación masiva, porque estaba
convencido de que naciones independientes, pueblos libres, gobernantes
demócratas con ideas modernas y ciudadanos educados harían posible un
mejoramiento sostenido de las condiciones generales de vida, que permitan una economía
fuerte y una robusta presencia en el continente y en el mundo.
En sus
proclamas, decretos, discursos y cartas se nota que esas eran sus
preocupaciones fundamentales y para constatarlo basta con leer algunos de los
más importantes textos con los cuales demostró su notable valía y su vocación
de prolífico escritor.
Tomando
como base el Tomo I de la Biblioteca de la Independencia, de la Academia
Nacional de Historia, enumero lo que esa entidad menciona como Conclusión
principal de su capítulo sobre el Libertador: sus aportes a la independencia,
la educación y la literatura: “la plena vigencia del pensamiento de Simón
Bolívar en el desarrollo actual de la educación en América Latina”
Además,
incluyo algunas de las 32 conclusiones específicas de ese estudio:
1. Eliminar el analfabetismo;
2. Escolarizar a todos los niños en edad
escolar;
3. Desarrollar y amplia servicios educativos
para los adultos;
4. Mejorar la calidad y la eficiencia de los
sistemas educativos a través de reformas
indispensables;
5. Por intermedio de la educación, rescatar
o revalorizar nuestras raíces culturales aborígenes.
6. Investigar, establecer y difundir la
identidad de Latinoamérica, elemento fundamental para evitar la agresión
extranjera que nos despersonaliza en forma de neocolonialismo cultural;
7. Elevar a los grupos poblacionales
afectados por la pobreza;
8. Evitar la incomunicación lingüística de
ciertos grupos indígenas;
9. Con la propensión a un nivel educativo
básico para todos, detener el desempleo y el subempleo que no cumplen papel
laboral de significación en el proceso productivo;
10. Sobre la base de la educación, combatir las
grandes grietas de la sociedad latinoamericana, haciéndola más justa y con
oportunidades ciertas que posibiliten un nivel de ida compatible con la
dignidad humana, especialmente en nutrición, vivienda, vestuario, medicina;
11. Es imprescindible evitar la costumbre de
copiar sistemas o procedimientos del exterior, analizar los mismos y adaptarlos
a nuestra realidad;
13. Elaborar y aplicar una metodología
latinoamericana, que no se aparte de las realidades y problemas del mundo, con
sentido crítico y de participación y solidaridad sociales.
14. Urge promover el patriotismo y la ética;
15. No se debe dejar de inculcar la valoración
exacta del patrimonio espiritual y material de las naciones;
16. Las ciencias y la tecnología, en el
contexto del humanismo, están llamadas a ocupar el primer lugar de la atención;
21. Se requiere capacitar eficientemente a los
maestros, a objeto de que la mística y la motivación nunca les abandonen,
partiendo de un mejor nivel de sueldos y salarios;
23. Que el ser y no el tener debe constituir
el principal parámetro de la enseñanza;
24. Un país no puede avanzar más que lo
alcanzado por su educación, por sus recursos humanos;
25. Falta investigación en las ciencias
pedagógicas;
28. Intercambio de profesionales y estudiantes,
ciencias y técnicas, entre los países del área, en miras a su más efectiva
integración;
32. El más eficiente vínculo de cohesión en
Latinoamérica es, precisamente, el de la educación, para, por intermedio de él,
buscar y alcanzar los objetivos permanentes, que respondan a orígenes y destinos
comunes.”
Para
entender la magnitud de la obra de Bolívar en lo que se refiere a la cultura y
la educación, conviene mencionar que fue miembro de una de las familias con
mayor riqueza e importancia de Venezuela y que eso le permitió viajar tres veces
por Europa en sus años de juventud, lo que era muy raro en ese tiempo, conociendo
la realidad de España y Francia especialmente, país este último en el que tuvo
la oportunidad de mirar de cerca la instalación de Napoleón Bonaparte como
emperador, con todo el despliegue de fuerza, protocolo y majestuosidad. También
conoció Italia, Bélgica, Alemania, Holanda.
Obviamente,
en esos viajes, aprendió a valorar la cultura de esas naciones y a saber, al
regreso a tierras americanas, la enorme distancia que existía ya en ese tiempo,
entre naciones con culturas avanzadas y las de América del Sur, especialmente
las andinas. La historia de Roma y sus monumentos le inspiraron de tal manera,
que allí fue donde hizo el juramento del Monte Sacro, de que hará todos los
esfuerzos por independizar América del Sur de los españoles, al costo personal
que sea, que fue muy grande, porque dedicó toda su vida al objetivo propuesto y
sacrificó toda su fortuna.
Admirado
de lo que sucedía en las naciones que conoció, escribe: “… ellas vuelan, si
esta vuela (se refiere a la educación); retrogradan, si retrograda; se
precipitan y hunden en la obscuridad, si se corrompe, o absolutamente se
abandona”.
También
considera necesario un cuarto poder para el gobierno de los países: “… el poder
moral: legislativo, ejecutivo, judicial y el nuevo, educación e instrucción
para el pueblo.” [1]_/
Por
otra parte, tuvo como maestros a personajes de enorme talla, especialmente
Simón Rodríguez y Andrés Bello, que no solo le cultivaron en los conocimientos
de las ciencias, sino que influyeron en él para que sea un lector infatigable,
que se volvió experto en el conocimiento de las obras de los clásicos griegos y
romanos.
Muchos
de sus escritos hacen referencia a autores de la antigüedad, para con ello
comprobar sus asertos o documentar acciones de gran importancia. Léase, para
constatarlo, las muy interesantes cartas a José Joaquín Olmedo, a propósito de
su poesía “La Victoria de Junín - Canto a Bolívar.”
A su
retorno de Europa a América del Sur, visitó Estados Unidos, donde permaneció
cuatro meses, en los años en que en ese país se iba consolidando en el que más
tarde sería el país más poderoso del mundo y donde admiró los avances logrados con
la libertad de Gran Bretaña y el dinamismo y expectativas producidos en materia
científica y tecnológica.
Los valores liberales y federales que impulsaron
la independencia de Estados Unidos tuvieron un efecto
inspirador en los criollos latinoamericanos, prontos para rebelarse ante el
Imperio Español. Sin embargo, las ideas que crecían entre los estadounidenses
también provocaron preocupación en el sur. [2]_/
Esas
ideas no le eran ajenas a Bolívar que, en muchas ocasiones, propuso crear los
Estados Unidos de América del Sur, que permitieran hacer frente al poder de
Norteamérica y desarrollar la educación, la ciencia y la cultura como sucedía
en esa región.
En la
Carta de Jamaica, del 6 de septiembre de 1815, según comenta la doctora Raquel
Moreno, una estudiosa de la vida de Bolívar: “Su bosquejo de futuro es formar
una gran nación, para que los delegados de las repúblicas confederadas,
reunidos, den las soluciones del caso, partiendo de una elevada moral pública,
que se sustente en el respeto recíproco y, por cierto, en la cultura; y, como
parte de ella, en la educación.
Su
mente, de una extraordinaria inteligencia, captó lo más relevante de sus
viajes, maestros y lecturas y resumió hábilmente para contrastar las realidades
de los dos continentes y mirar la enorme distancia que había que recorrer para
lograr, no solo la independencia de los pueblos americanos de España, sino su
unión, porque estaba convencido de que, distantes físicamente, separados
políticamente, llenos de habitantes ignorantes, serían presa fácil, para su
dominio, de naciones más adelantadas.
Vicente
Lecuna, un admirador de la obra del Libertador que, por encargo del gobierno de
Venezuela, presidido por el general Eleazar López Contreras, compiló las
“Proclamas y discursos del Libertador” en el año 1939 menciona:
“Después de la libertad política, la educación era el sueño libertador de
Bolívar; la educación para todos, principalmente para niños y jóvenes, sin
distinción de sexos ni de clases sociales … “
Conste
que en esa época las discriminaciones por sexo, clase social y raza eran
normales en los países y que se veía mal a quienes proponían olvidarse de
ellas. Las mujeres difícilmente tenían otra actividad que las de criar hijos y
efectuar las actividades domésticas y los españoles que aún vivían en América
se encargaban de mantener vigentes las clases sociales, discriminando incluso a
los hijos de españoles que nacían en América.
En uno
de sus escritos Bolívar dice lo siguiente: “… un pueblo ignorante es un
instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de
la credulidad y de la experiencia de hombres ajenos de todo conocimiento
público, económico o civil: adoptan como realidades las que son puras
ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo,
la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que instigado por el
sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y
dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos.”
Cuánto
de verdad hay en eso y el Ecuador lo ha comprobado, lamentablemente, no solo en
tiempos del Libertador sino ahora, cuando el gran perdedor en las elecciones
todavía tiene atrás un grupo importante de población crédula y de legisladores,
después de 14 años de autoritarismo, robo y otras acciones contra la moral, que
dejó un país en soletas.
Bolívar
promueve la educación popular y gratuita, que llegue a la mayor parte de los
niños y jóvenes; considera que es necesario seleccionar estudiantes para que
vayan a estudiar y perfeccionarse en el exterior, porque sus andanzas por el
Viejo continente y Estados Unidos le han hecho ver que es necesario conocer los
avances científicos y tecnológicos que hay en esos lares, para luego estar en
capacidad de aplicarlos en América del Sur. Estimula a los instructores para
que perfeccionen los conocimientos de sus materias y los escriban en textos
cuyo destino es multiplicar el dominio de las materias.
El
Libertador da importancia especial a la geografía y cosmografía, pero más a las
ciencias exactas, cuya aprehensión partirá de lo conocido o lo desconocido,
para raciocinar con lógica. Para la
época dice: “… abundan entre nosotros médicos y abogados, pero nos faltan
buenos mecánicos y agricultores que son los que el país necesita para adelantar
en prosperidad y bienestar.” [3]_/
Duda de
los resultados de las elecciones porque “los votantes (de su tiempo) eran casi
en su totalidad analfabetos, fáciles presas de los ambiciosos politiqueros.”;
lo cual ha cambiado solamente en el sentido de que ahora no hay tantos
analfabetos, pero hay pobres muy pobres a los cuales les venden ilusiones y les
ofrecen pagar por los votos, sin cumplirles cuando pierden.
En
suma, Bolívar es un guerrero que ama la libertad y considera que los pueblos no
son libres si no abandonan la ignorancia, porque ella facilita que los engañen
los politiqueros y los delincuentes, para esclavizarlos. Quiere que quienes
eligen a sus gobernantes sean personas educadas, para evitar su propia
destrucción. No hace diferencias de sexo, clases sociales o razas, porque
conoce la valía de las pocas mujeres educadas que lucharon por la libertad; ha
tenido junto a él en las batallas a miles de hombres europeos, americanos de
origen europeo, mestizos, negros e indios; considera que frente al Estado todos
somos iguales; no acepta que se mantenga la extrema pobreza de muchos frente a
la riqueza de pocos; sabe que se necesita de la integración latinoamericana
para enfrentar los retos internacionales y evitar el dominio de países ricos
sobre países pobres; proclama que “un hombre sin estudios es un ser incompleto”
[4]_/
[1] _/ RAQUEL MORENO DE ROJO:
Los siete documentos principales del Libertador. Mencionada en: Biblioteca de
la Independencia Tomo I, Academia Nacional de Historia. Quito, Ecuador. CCE
2020.
[3] _/ ACADEMIA NACIONAL DE
HISTORIA: Biblioteca de la Independencia, Tomo I. CCE. 2020. Quito, Ecuador.
[4] _/ Ibid. Pág. 125
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