NOTA: Por esta vía, pedí la colaboración de los
lectores para difundir un libro con los boletines 141 a 210, porque publiqué un
libro con los boletines 1 a 70 y otro con los boletines 71 a 140. Pocas
personas me han manifestado su gran apoyo moral y un modesto apoyo económico,
razón por la cual desisto de la idea. Muchas gracias para los entusiastas.
El próximo 11 de
abril cumplo nueve años de producir estos boletines. Es una labor ardua de
investigación y escritura, pero la realizo solo porque me gusta, sin beneficio
económico alguno.
El primer boletín,
en el año 2011, fue dedicado a plantear la necesidad de firmar un acuerdo de
libre comercio con los Estados Unidos. Después de nueve años estamos casi a
fojas una, porque a Correa más le gustaron las relaciones políticas con
Nicaragua, Bolivia y Bielorrusia, que histórica y económicamente no significan
nada al Ecuador, que con el “imperio”, principal socio nacional por décadas, en
todos los sentidos: político, económico, social, tecnológico.
En ese boletín dije
que: “para el Ecuador, las relaciones de todo tipo con Estados Unidos son muy
importantes, porque tienen que ver con la política internacional (es el país
más poderoso del mundo y el más influyente en las áreas política,
institucional, económica y financiera); el comercio internacional, las
inversiones, el turismo y la migración; y, en muchos casos, sus decisiones de
política interna son trascendentales para todo el mundo.”
Además, puntualizaba
que: “Con los antecedentes expuestos, atentar contra las posibilidades de
mejorar las relaciones con Estados Unidos y tratar de cambiar ese mercado por
otros, no es aconsejable. Para el Ecuador es fundamental crear nuevos mercados,
pero para eso se necesita dar confianza a los inversionistas y productores,
incrementar sustancialmente la oferta exportable competitiva (lo que ha sido
ignorado por parte del Gobierno), mejorar los servicios de transporte y la
logística integral, y que los países objetivo demanden los productos, sobre la
base de amistad y confianza. Eso será muy difícil de conseguir con Irán, Libia,
Cuba y Nicaragua u otros, lejanos, pobres o desconectados con el Ecuador.”
Hace pocos días, en
Radio Quito, dije que el país necesita que el Gobierno y la Sociedad Civil lleguen a un acuerdo interno, necesario para
enfrentar el acuerdo con los Estados Unidos o con otros países Mi idea es que,
si no hay ese acuerdo interno, no solo para la coyuntura, sino para mirar 10 o
20 años adelante, de nada servirá que el mundo le ponga alfombra roja al
Ecuador, si este se queda parado en el inicio sin saber qué hacer o, peor
todavía, retrocede, como está haciendo ahora, sin dirección, sin plata, sin
conciencia de la gravedad de su problema … y con coronavirus en acción, elecciones
poco confiables en el 2021 y muchos líderes de pacotilla.
De aquí en adelante,
en aplicación de una estrategia de desarrollo hacia el 2030 o el 2040, entre
otras acciones se necesita con urgencia y básicamente con miras a un país que
tendrá más de 20 millones de habitantes después de 10 años:
-
Modificar la
Constitución del Socialismo del Siglo XXI, para ir hacia la economía social de mercado,
con énfasis en el apoyo a los más necesitados, lo que pido desde 2008;
-
Tener estabilidad
política, que no consiste solamente en posesionar un presidente de la República
cada cuatro años, sino contar con una línea clara de acción hacia el largo plazo,
que sea respetada y conocida por todos; y, tener ministros y altos funcionarios
que duren en funciones, respeten y marchen sobre la línea definida, y no crean
y no traten de hacer creer a la sociedad que “por primera vez en la historia …”
se va a cumplir algún proyecto inteligentísimo durante su ejercicio ministerial.
-
Dar seguridad
jurídica permanente a todos los ciudadanos, entre ellos a los inversionistas
nacionales y extranjeros. Eso significa desterrar la corrupción, la
tramitología y el clientelismo político; fijar pocas reglas de juego claras,
trascendentes, permanentes, para la tributación, las relaciones laborales y todas
las actividades.
-
Priorizar las
actividades de salud preventiva antes que las de salud curativa. En muchos
países se ha demostrado que el gasto nacional en salud baja considerablemente o
se aprovecha de mejor manera, si en vez de curar más enfermos se tiene un
porcentaje muy alto de ciudadanos sanos trabajando.
-
Mejorar
sustancialmente la educación en todos los niveles y encadenar técnica y
tecnológicamente el avance, con esfuerzos de investigación apoyados por el
Estado y la empresa privada, para que los alumnos, en sus respectivos campos de
estudios, se conviertan en mano de obra calificada y emprendedora en todos los
sectores;
-
Hacer que el Sector
Público sea eficiente, lo que significa tener el mínimo de personal bien
preparado y seleccionado, con ingresos justos; efectuar inversiones prioritarias
para el desarrollo nacional; focalizar los subsidios estrictamente en los
grupos más necesitados; eliminar muchas entidades que fueron creadas para
afianzar el populismo.
-
Negociar con todos
los países que sea posible los necesarios acuerdos de protección recíproca de
inversiones, porque sin su vigencia no van a llegar al país los grandes
capitales que se necesita para la cadena exportadora en su conjunto;
-
Exigir al sector
privado que sea responsable con el ambiente y con todos quienes están alrededor
de las empresas: clientes, Estado, inversionistas, proveedores, competidores;
-
Dar al sector
agropecuario la importancia que merece, reconociendo que el país tiene vocación
agropecuaria, para desarrollar la agroindustria de exportación, no solo alimentaria,
sobre todo de los productos que en el mundo se considera exóticos;
-
Impulsar la
explotación petrolera al nivel más eficiente posible, tomando en cuenta que los
problemas mundiales de ambiente y el desarrollo de las energías alternativas,
más pronto que tarde harán que los combustibles fósiles pierdan valor de
mercado y si no se los extrae a tiempo, se quedarán sin valor en las entrañas
de la tierra;
-
Explotar
industrialmente los yacimientos mineros, cuya riqueza es considerada una de las
mayores del mundo en algunos minerales. Si no se lo hace de esa forma, la
minería ilegal dejará sin los recursos financieros posibles al Estado,
contaminará el ambiente gravemente y servirá para financiar actividades
delictivas;
-
Desarrollar
actividades industriales teniendo en cuenta la globalización, lo que quiere
decir que no hay que producir necesariamente productos finales, sino materias
primas y partes y piezas para industrias de otros países que tengan fácil
acceso al mundo;
-
Planificar el
desarrollo de la construcción de infraestructura y vivienda. En lo primero, sin
corrupción y definiendo prioridades; en lo segundo, procurando que las ciudades
no crezcan horizontalmente, aun en la vivienda social, por los costos de los
servicios;
-
Ejecutar una
política laboral que promueva y consiga la ocupación de la mayor parte de la
PEA, induzca al pago de salarios justos por las actividades de cada ciudadano,
evite la discriminación de la mujer en el trabajo y aplique efectivamente la
meritocracia.
-
Hacer que los
trabajadores y sus familias, cuando los necesiten, reciban los beneficios de la
seguridad social. En esto juega un papel importante la suficiente y oportuna
disponibilidad de recursos del IESS, que no debe ser “caja chica” del gobierno.
-
Contar con mercado
asegurado, vía acuerdos comerciales, para la producción exportable nacional,
que cada vez debe ser mayor, más competitiva y llegar a más mercados;
-
Aprovechar la nueva
dimensión del mar territorial en beneficio de la pesca y el turismo,
fortaleciendo los mecanismos de defensa de la soberanía en ese ámbito;
-
Desarrollar la
infraestructura nacional para agilitar el comercio exterior. Aspectos básicos:
terminar la autopista Quito – Guayaquil y las extensiones hacia los puertos de Posorja
y Manta; lograr que éstos funcionen cada vez más eficiente y rápidamente; y,
hacer que los aeropuertos de Manta y Cuenca sean aeropuertos internacionales.
-
Junto con ello,
atraer turismo receptivo de cuatro o cinco estrellas por al menos una semana
por individuo y para varios millones de extranjeros. Para ello, se necesita que
el Estado provea los servicios básicos necesarios de primera calidad, educar a
la gente para que utilice y cuide los sitios turísticos sin afectar a sus
características, para que sean atractivos el mayor tiempo posible; lograr que
algunos operadores de toda clase no piensen en sus negocios como medios de
explotación de incautos para enriquecerse en corto tiempo, sino en servicios de
calidad duraderos y a precios justos.
Ojalá que Dios
bendiga al Ecuador y tengamos desde el 2021 en adelante los estadistas que
necesita el país, no solo en Carondelet, sino en la Asamblea y en las
instituciones y empresas. Los que presidan el Ejecutivo tendrán gran cantidad
de limitantes financieros y de otros órdenes para su tarea, pero si planifican,
son austeros y visionarios, harán que el Estado, no solo el gobierno central,
funcione para bien de la población.
Junto con ello, para
la negociación del Acuerdo Comercial con los Estados Unidos se debe tener en
cuenta muchos aspectos, entre ellos:
La economía de los
Estados Unidos es la mayor del mundo y en el año 2019, según el Banco Mundial,
su PIB fue de 20.544 billones de dólares, equivalente al PIB del conjunto de
las economías de los cinco países que le siguen: China, Japón, Alemania, Reino
Unido e India.
Estados Unidos es el
primer país importador y el segundo país exportador del mundo; vende tecnología
del más alto nivel, servicios modernos, maquinaria pesada y equipos, vehículos
de toda clase, productos químicos, armamento, alimentos, animales vivos. Sus
principales clientes son Canadá, Japón, México, Reino Unido, Corea y Alemania,
en ese orden.
El presidente Trump
es contrario a la suscripción de acuerdos comerciales, pero en el caso del
Ecuador ha manifestado su decisión de avanzar en ese sentido, lo que hay que
aprovechar sentando bases para que, si Trump no sigue en el gobierno, culmine
con éxito la negociación.
El comercio del Ecuador con Estados Unidos es ampliamente favorable
al primer país en casi todos los años. Exportó 11.240 millones en 2014, el
mejor año y desde el 2017 a la fecha se ha estabilizado un poco sobre 6 mil
millones de dólares anuales, debido a la baja en las exportaciones petroleras
(volumen y valor). Importó CIF 8.751 millones de dólares en 2014, también el
mejor año y desde entonces las cifras han sido menores, entre 4.129 y 5.791
millones de dólares, como se observa en el cuadro 1.
En consecuencia, la
balanza comercial, que en 2014 fue favorable en casi 2.500 millones de dólares,
se ha colocado en los siguientes años por debajo de 1.525 millones, siendo la
cifra menor la de 2018.
ECUADOR: COMERCIO CON LOS ESTADOS UNIDOS (millones
de dólares)
|
|||||||
AÑOS
|
2010
|
2014
|
2015
|
2016
|
2017
|
2018
|
2019
|
EXPORTACIONES FOB
|
6.046
|
11.240
|
7.226
|
5.436
|
6.057
|
6.671
|
6.550
|
IMPORTACIONES CIF
|
3.863
|
8.751
|
5.791
|
4.129
|
4.532
|
5.531
|
5.270
|
BALANZA COMERCIAL
|
2.183
|
2.489
|
1.435
|
1.307
|
1.525
|
1.140
|
1.280
|
FUENTE: Banco Central del Ecuador - Información
Estadística Mensual
|
|||||||
ELABORACIÓN: LLO
|
Las exportaciones
ecuatorianas a los Estados Unidos representaron el 43,7% de las totales al
Mundo del año 2014 y el % de las efectuadas en 2019.
La canasta exportadora del Ecuador a Estados Unidos es relativamente
amplia; pero, solo 10 productos concentran poco más del 90% del total exportado.
En 2019 las exportaciones de
petróleo siguen siendo las más importantes a Estados Unidos. Banano y
plátanos es el segundo grupo. Los camarones ocupan el tercer lugar.
Por muchos años el aumento de las
exportaciones no petroleras se debió a las
preferencias arancelarias que los Estados Unidos le otorgaban al Ecuador
en forma unilateral y en reconocimiento a su labor en contra del tráfico de drogas. Esas preferencias
lamentablemente no fueron bien aprovechadas, ni por la vía de la ATPA, que tuvo
vigencia desde 1991 hasta fines del 2001, pero que se prorrogó hasta el 2002;
ni por medio de la ATPDEA, que amplió las preferencias hasta el 31 de diciembre
de 2006, y luego hasta el 2013. Una de las causas estructurales fue la
persistente falta de oferta exportable; pero otra, muy importante, la amenaza
constante del Gobierno norteamericano en el sentido de que por A o B razones,
en cualquier momento iba a quitar o reducir las preferencias, lo que
desmotivaba cualquier intento empresarial por instalar empresas orientadas a
vender en el mercado de los Estado Unidos.
Los productos
beneficiarios de la ATPDEA eran casi todos los del arancel de Aduanas, pero
entre ellos se beneficiaron especialmente: aceites crudos de petróleo, flores
(rosa), brócoli, madera, hortalizas, mangos, frutas tropicales, yuca y otras
raíces comestibles; jugos, purés, jaleas y preparados de frutas, productos
congelados, confites.
La inversión de Estados Unidos en empresas ecuatorianas
ha sido siempre importante, pero no todo el capital que procede de ese país lo
registra la Superintendencia de Compañías como originario de allá, sino que una
parte viene por paraísos fiscales, lo cual hace difícil determinar el verdadero
valor de la IED estadounidense, que en esta información está subvaluado.
Una parte importante
de la carga del Ecuador se
moviliza hacia los puertos del Este de los Estados Unidos, lo que significa que
requiere pasar por el Canal de Panamá, en el cual el pago de su peaje y la
espera significan costos y problemas de competitividad con otros países que no
necesitan cruzar el Canal.
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